Goleada y sentencia. El AC Milan se mostró muy sólido en su visita a Bulgaria para dejar encarrilado el pase a los octavos de final de la competición. 0-3 y muy cerca de la siguiente fase del torneo. Efectividad de los de Gattuso, que pese atravesar momentos de problemas en fases del juego, sentenciaron gracias a su pegada en los últimos metros. Cutrone, de nuevo decisivo para los italianos.

El sorteo había sido benévolo con el Milan, que pese a haber hecho una fase de grupos discreta, no tenía delante un rival muy complicado. Pese a ello, los de Gattuso debían trabajar el encuentro, pues el once que mostraba el italiano en el terreno de juego era bastante titular. Por su parte, el conjunto búlgaro, que venía siendo líder en el campeonato doméstico, esperaba poder pelear ante un rival histórico. Un premio a la buena fase de grupos.

Cutrone y el gol psicológico

Arrancaba el Milan con ganas de dejar su sello en la eliminatoria. Kessié probaba suerte de primeras con un remate que saldría a la derecha de la meta de Renan. Pese a ello, no se achantó el conjunto local, que casi de inmediato ejerció su réplica a balón parado. Lukoki la puso muy cerrada y el esférico estuvo cerca de colarse en la meta de Donnarumma. Pese a la insistencia del equipo búlgaro en salir a marcar territorio en los primeros compases del encuentro, el Milan mejoraba y se hacía dueño del esférico para asentar las bases del encuentro.

Kessie controla el esférico | Foto: AC Milan
Kessie controla el esférico | Foto: AC Milan

Aunque el partido tenía al club rossonero como claro dominador, los hombres de Gattuso no acababan de concretar su posesión de pelota. Suso apareció en los metros finales para ponerle un poco de chispa al encuentro, y ceder a Cutrone, que no acertaba en el remate escorado. El plan de partido para los de Dimitrov ya era muy evidente; esperar bien juntos y buscar errores del Milan para encarar en contragolpe. También en jugadas por banda, donde los locales trataban de explotar al máximo las carencias defensivas del rival.

Un centro desde la parte izquierda cerca estuvo de ser aprovechado por Świerczok, que hizo dudar al meta Donnarumma. A balón parado también lo quería desequilibrar el equipo visitante, que por medio de nuevo de un Suso enchufado cerca estaba de embocar el esférico en la portería local. Seguía el Milan, con más empuje que juego, buscando la meta rival, y próximo estuvo de lograrlo Bonaventura, pero su remate se fue desviado por poco. El que no iba a errar era el joven delantero milanista, Patrick Cutrone, que a dos minutos para el descanso remataba un buen centro de Calhanoglu y dejaba en ventaja a los de Gattuso. Hizo más el Milan por irse con ese gol al intermedio.

Susto y sentencia

Pese al dominio de la squadra italiana, los de Dimitrov salían con esperanzas de poder meterse en la eliminatoria en la segunda mitad. Ya de entrada el técnico local le daba minutos a Wanderson en detrimento de Swierczok. El Milan no cerraba bien el centro y Marcelinho remataba un pase filtrado que atrapaba finalmente Donnarumma. No obstante, el susto real llegaba minutos más tarde, con el remate de Dyakov que se estrellaba en el poste derecho de Donnarumma. El Ludogorets iba muy en serio.

Ricardo Rodríguez antes de lanzar el penalti | Foto: AC Milan
Ricardo Rodríguez antes de lanzar el penalti | Foto: AC Milan

Cuando mejor estaba el equipo de Dimitrov llegó la puntilla milanista; penalti claro de Moti sobre Cutrone. El lateral Ricardo Rodríguez sentenciaba engañando al meta Renan desde los once metros. A partir de ahí, el encuentro entró en un ritmo descendente por parte de ambos equipos. El Ludogorets quería asociarse, pero apenas creaba llegadas de peligro. El Milan se sentía cómodo y le dejaba jugar al equipo local.

Aunque de forma ya desesperada, buscaba poner algo de emoción a la eliminatoria el conjunto de Razgrad con alguna aproximación que se pudiera tornar en un gol. Pese a la insistencia, lo que si iba a llegar era la sentencia definitiva del equipo rossonero. Centro de Kessie y Borini, que había salido en el segundo tiempo, hacia el 0-3 definitivo. Un encuentro y un resultado quizá demasiado amplio para lo visto en el terreno de juego, pero esta vez si se cumplió el tópico de la pegada de los grandes. El Milan camina con paso firme hacia los octavos de final. La vuelta, el próximo jueves en San Siro.