No necesitó la Juventus de un gran partido para llevarse los tres puntos del derby de Turín. Como lleva siendo habitual en los últimos tiempos, la “Vecchia Signora” parece ganar ya por pura inercia en Italia. Y eso que el Torino llegaba con muchas ganas de revancha después de que este mismo año fueran eliminados por sus vecinos en los cuartos de final de la Coppa Italia. Un hecho que le costó el cargo como entrenador a Sinisa Mihajlovic.

En la Juventus destacaba la vuelta de Rugani como defensa central en el once inicial. Desde noviembre del pasado año que el ex del Empoli no era titular. Mientras, el lateral Alex Sandro partía desde una posición más avanzada a la suya habitual. En el Torino sorprendía que Ansaldi actuara como extremo, aunque con evidentes indicaciones defensivas. Habían preparado sus respectivas sorpresas Walter Mazzarri y Massimiliano Allegri.

Las cosas no empezaron bien para la Juventus, y es que Gonzalo Higuaín duró escasos minutos en el partido. Al poco tiempo del silbato inicial, el “Pipa” se torció el tobillo en un choque fortuito con Sirigu. Se probó el delantero argentino durante casi diez minutos, pero finalmente su tobillo dijo basta. Con Mandzukic de baja por un proceso gripal y Dybala, recién recuperado de su lesión, sin poder aún disputar un partido prácticamente entero, le tuvo que sustituir Federico Bernardeschi. Con el cambio, Douglas Costa pasó a ser la referencia arriba y el de Carrara ocupó la derecha. Preocupación en la Juventus ya que Higuaín se suma a las ya importantes bajas de Matuidi y Cuadrado.

Tras la lesión de Higuaín, el Torino creció con personalidad en el partido. Tuvo gran culpa de ello el despliegue físico realizado por Joel Obi. Durante la primera parte, el nigeriano parecía estar por todos sitios. Sin embargo, la primera ocasión clara que tuvo la Juventus la aprovechó. Desbordó Bernardeschi a Molinaro, centró con la derecha (su pierna mala) y llegó Alex Sandro para solo tener que empujar el balón. Consultó el colegiado Daniele Orsato el VAR por posible fuera de juego pero finalmente dio por válido el gol. Era el tanto número 100 anotado por un jugador de la Juventus en el Olímpico de Turín, la casa del Torino.

En la segunda parte la Juventus se dedicó a entregarle el protagonismo a los locales y a tratar de cerrar líneas. Una estrategia que le funciona especialmente bien, ya que solo ha recibido un gol en sus últimos doce partidos de liga. Dato tremendo que demuestra la solidez defensiva del equipo. Excelente partido tanto de Rugani como de Chiellini. Lo intentaba de todas las maneras el Torino, pero le faltaban las ideas a medida que se acercaba a la portería bianconera. Cuando quedaban algo más de veinte minutos, Paulo Dybala entró al partido. Algo que ya había adelantado Allegri en la previa del encuentro. “La Joya” era baja desde que el pasado 6 de enero sufriera una lesión en los flexores del muslo derecho en el partido contra el Cagliari. Por otra parte, Niang y Edera entraron como revulsivos del equipo granata, pero por más atacantes que entraran  una y otra vez topaban con la defensa rival.

No gana el Torino el “Derby della Mole” desde 2015. La de hoy supone además la primera derrota de Mazzarri desde que ocupó el banquillo del equipo turinés el pasado 4 de enero tras la eliminación en la copa. Para la Juventus, la victoria supone su novena consecutiva en la Serie A. Gran racha ganadora la del equipo de Allegri que le permite una semana más seguir la estela del Napoli.