La Ciudad Eterna se engalanaba. Se vestía con sus mejores galas para acoger un calcio spettacolo. La guarida de la loba esperaba a su presa. Era Il diavolo del Milan. Ambos arribaban tras sus duelos europeos. Unos con mejor suerte que otros. En el caso de la Roma, estos cayeron en su visita a Ucrania ante el Shakhtar Donetsk (2-1) en Champions League. Por contra, los rossoneri salieron triunfales en un trámite ante el Ludogorets búlgaro, sellando su pase a los octavos de Europa League donde les espera el Arsenal.

Para ahogar esas penas europeas, Di Francesco ansiaba una victoria ante sus tifosi. Para ello, realizaba varios cambios en el esquema. Entraban Bruno Peres y Patrik Schick por Florenzi y Džeko. Otra ocasión para deleitar a los paladares con la joya turca Cengiz Ünder. En cambio, 'Rino' Gattuso alineaba su once tipo con la entrada del marfileño Kessié por Montolivo.

No era un mero partido. Ambos buscaban el triunfo para mirar a los ojos a la mejor competición europea, la Champions. La Roma, de ganar, se situaba en dichos puestos como 3ª. Los lombardos, por su parte, alargarían su positiva dinámica (11 partidos sin perder entre todas las competiciones) y seguir arañando puntos en su espectacular remontada.

Primer tiempo intenso... E impreciso

El arranque del duelo fue de lo más intenso. Una agresividad desmedida, provocando numerosos choques, pérdidas, imprecisiones.... Esto produjo que las ocasiones de gol tardasen en llegar. Tanto es así que la "primera" (invalidada por fuera de juego) fue una falta lateral colgada por Kolarov que remató Schick y detuvo con unos grandes reflejos Donnarumma (celebraba hoy su 19 cumpleaños).

Una de las imágenes de la primera mitad la dejaba Gattuso, que se las tuvo tiesas con Kolarov (antes se encaró con Cutrone) cuando el serbio se disponía a sacar de banda. Tan pobre fue el fútbol visto en esos 45 minutos, que tan los Ünder o Suso, los esperados desequilibrantes, se les vio opacados por esa intensidad. Y fue con ese resultado gafas con el que se llegaba al descanso. La "ausencia" del turco, en parte, por el gran bloque que ha conseguido edificar el técnico rossonero, convirtiéndose en uno de sus puntos fuertes (todo lo contrario que con Montella).

Kessié protege un balón ante la presión de Nainggolan. / Foto: @OfficialASRoma
Kessié protege un balón ante la presión de Nainggolan. / Foto: @OfficialASRoma

Ración de Cutrone para empezar

Comienzo inmejorable. Suso recogió desde el pico del área el balón. Levantó la cabeza y lanzó un envío en diagonal, mimado. Por allí se cruzó quien si no. Un sospechosos habitual. Cutrone empujaba el balón de tacón. Sexto gol en liga. El quinto en cuatro partidos. 13 en este curso. El '9' rossonero.

La reacción de la loba no se hizo esperar. En la siguiente jugada el 'Mono' Perotti estuvo a punto de sellar el empate, pero su disparo, duro y raso, pasó rozando el palo derecho. Abierta la lata, las ocasiones se sucedían una tras otra. En un turno de réplica, Kessié obligó a que Alisson sacara su mano izquierda con un potente chut desde el balcón del área que enmudeció al Olímpico.

La Roma necesitaba romper el muro lombardo y Di Franceso lo sabía. Para ello, retiró del verde al 'Ninja' Nainggolan para dar entrada a Džeko. Por tanto, en un módulo de 4-2-3-1, el bosnio se situaba como la referencia, siendo Schick el que pasaba a la zona de segundo delantero (como brilló en la Sampdoria). Una vida a la loba que se la iba a alargar su monumento en la portería, el brasileño Alisson. El que está siendo uno de sus mejores jugadores este curso, sacó una providencial mano abajo al disparo cruzado de Kalinić, el cual tuvo la sentencia en sus botas.

Un mordisco inesperado

Sin embargo, fue por unos pocos  segundos. En la posterior jugada, en un saque de banda, el croata trenzó una magistral pared con Calabria, que subió como un tren de mercancía, se plantó solo ante Alisson, se la picó lo justo por encima del cuerpo ante su salida, y puso el Olímpico patas arriba. 0-2 y el Milan rozaba el triunfo. El partido agonizaba e incluso Borini tuvo el tercero, pero su disparo en el segundo palo se marchó a las nubes.

Momento en el que Calabria hace el 0-2. / Foto: acmilan.com
Momento en el que Calabria hace el 0-2. / Foto: acmilan.com

Así se llegó al término de un nuevo triunfo de los 'Gattuso Boys', acumulando ya ocho jornadas sin conocer la derrota (seis victorias y dos empates). Escalada monumental hacia la Champions League. Se situán a siete del cuarto clasificado, su archienemigo Inter que, paradójicamente, será su próximo rival.