Las mareas que propiciaban un arranque de ensueño parecen empezar a estar bajando para un Heracles que, a pesar de los malos resultados recientes, con buen fútbol todavía podía cautivar a la afición espectante. Cerrando la jornada dominical del fútbol holandés tenían la posibilidad de enfrentarse a un rival de peso y dar el golpe de autoridad sobre la mesa, o en el peor de los casos seguir a la deriva.

Necesaria se hacía la victoria igualmente para el visitante. Luego de un partido en el que fueron superiores y la suerte no les sonrió, el Vitesse quería a toda costa volver a sumar de a tres, más motivados si se analizaba el hecho que era ante un equipo colocado más arriba en la tabla de clasificaciones y en juego estaba meterse detrás de los tres grandes del fútbol holandés.

Ahogando los gritos

El Polman Stadion presenciaba unos minutos iniciales donde poco a poco los locales se fueron estableciendo dentro de su propio sector y en el centro del campo, apresurando los pases cortos de un equipo de buen pie como el de Arnhem. Por más capacidad técnica que los jugadores pudiesen poseer, estaba claro que el pressing sobre las salidas era mucha. Faltaba dar ese último pase/toque.

Con insistencia pudieron empezar a llegar hasta el final de la jugada. Aunque en los números de las estadísticas se mostrase una superioridad en proyección ofensiva por parte de la visita, el conjunto de Almelo tuvo ocasiones variadas, algunas sin mayor proyección dentro de los tres palos protegidos por Room, pero otros que sí necesitaron la aparición del portero o extrajeron suspiros de la afición que pensaba podía caer el gol.

La velocidad de Tannane le daba la primera oportunidad de real peligro para los suyos. El futbolista con descendencia marroquí llegó a disparar a la portería del Vitesse, encontrándose detenido por los palos. Otro que llegó a aproximarse para locales era el dorsal '10' Bruns, que disparaba y desperdiciaba una clara oportunidad para los suyos. Con estas aproximaciones del conjunto local, se acababa la primera mitad.

(Des)astucia

Iniciaban los segundos 45 minutos de un partido que estaba ansioso de goles, los cuales se esperaba no durasen mucho en llegar. Seguía con una intensidad propia de arranque de partido los pupilos de John Stegeman, era muy evidente que deseaban el triunfo hasta más que su rival, o por lo menos eso era lo que había mostrado el partido en casi una hora de tiempo cumplido.  Poco pasó para que toda ese volumen ofensivo tuviese su recompensa.

Con un disparo desde fuera del área, el delantero extremo Oussama Tannane sorprendía al guardameta Room y abría el marcador a los 65 minutos. Tras mucho protagonismo en la primera mitad, el jugador encontró tiempo y espacio para sacar un disparo desde unos 25 metros para batir por debajo al portero, la pelota picó unos metros  antes de burlar al de Curaçao. Se iban adelante los locales que habían mostrado más durante todo el encuentro.

A pesar de la astucia que mostró el volante de 21 años, el equipo no supo cerrar el partido y fue castigado por la falta de pericia de algunos futbolistas en el momento más delicado. Salía tocando a ras de suelo el conjunto local cuando Bruns tocaba de pésima forma el balón hacia atrás, sin mirar que estaba Brown esperando para arrancar a jugada del contragolpe. El delantero nigeriano le tocó rápidamente a Qazaishvili, quien forcejeó hasta dale un pase redondo a Milot Rashica, que hizo el recorrido del pase al hueco y definió sin pensarlo frente a Castro. La igualdad del futbolista albano llegaba a los 75 minutos.

De esta forma finalizaba el partido en el Polman Stadion. Un empate que no sabe a mucho para ninguno de los equipos que mostraron buen fútbol y buenas cualidades en las definiciones de los goles. Cuarto y sexto lugar de la tabla se mantienen en sus posiciones, pero con la presión de muchos equipos atrás.