Grandes emociones se preveían de cara a uno de los duelos más atractivos no sólo del domingo, sino de todo el fin de semana holandés. El sorprendente NEC tendría la complicada tarea de cerrar el año ante uno de los candidatos al título, el cual se preparaba para afrontar un reto más que interesante.

Más allá de las expectativas, ambos clubes venían de resultados no tan positivos en la anterior jornada, por lo cual la victoria se hacía necesaria en la última fecha del semestre, principalmente para el Feyenoord si no quería dejar escapar a los otros dos grandes de la Eredivisie en su lucha por la ensaladera. El vértigo estaba garantizado en los 90 minutos que se disputarían desde Nimega.

Gol para el recuerdo

Era muy evidente que los dirigidos por Giovanni van Bronckhorst querían aprovechar el mal momento deportivo que enfrentaba el equipo local, que venía de cuatro partidos sin conocer la victoria y teniendo derrota en tres de ellos. Desde muy temprano el daño buscaba infligir daño con por los pies de los mediocampistas que se sumaban al ataque, pero la defensa local mantuvo una postura bastante firme, como ha hecho en la mayoría de los compromisos esta temporada.

No tardó tanto en llegar el gol visitante. En una jugada a balón parado desde una posición casi sin ángulo y pegándole con el pie izquierdo, el mediocampista Tonny Trindade de Vilhena lograba colocar la esférica en el ángulo superior derecho del portero Van Duinen, quien pudo haber hecho algo más para evitar el tanto inicial tras un salto discreto. Uno de los mejores goles de la semana y la temporada, en una acción donde claramente el futbolista buscaba colocar el centro al segundo palo, pero terminó haciendo una completa obra maestra a los 20 minutos.

Le pesó mucho la desventaja inicial al conjunto de Nimega durante los instantes siguientes, donde mantuvieron su buen criterio a la hora de defenderse, pero carentes en exceso de generación de peligro. Para los de Róterdam tampoco estaban siendo tan claras las cosas con el dominio mostrado sin demostrarlo en el marcador. Era el momento de irse al descanso en un juego que todavía tenía mucho para mostrar en su complemento.

Despertar y aprovechar

Seguía presionando el visitante en los minutos iniciales de la segunda mitad, poniendo a prueba a los cuatro que el estratega Ernest Faber había puesto como titulares, quieres respondían a la perfección, tanto así que tras un buen accionar defensivo llegó el gol de la igualdad, el cual sería un verdadero punto de inflexión.

Tras un córner despejado por Woudenberg, Santos disputó la pelota en los metros previo al centro del rectángulo de juego, consiguiendo a medias un pase filtrado para Limbombe que realizó un gran pique de velocidad, llegando frente a Vermeer y poniéndole la pelota al medio a Janio Bikel que venía entrando al área y sólo tuvo que empujar la pelota para darle la paridad a los suyos a la hora de partido.

Pocos minutos después, se consumaría la remontada. Un despeje largo de la defensa no pudo ser repelido por Van der Heijden de cabeza, picando hasta la zona defensiva donde Van Beek la retrasaba a su portero tras la presión de dos delanteros locales, pero su pase no llevaba la fuerza necesaria y Foor conseguía un remate que llegaba con lentitud a la portería, donde Anthony Limbombe la empujaría con la cabeza y daba la vuelta al marcador a los 65'. Enormes errores de la defensa visitante, principalmente del dorsal '3'.

Incredulidad en los rostros de todos los futbolistas del Feyenoord, que por más que lo intentaron no tuvieron una ocasión clara para la igualdad frente al tercer portero del NEC. Caía el tercer y definitivo gol local a los 85 minutos por medio del delantero venezolano Christian Santos, que remataba ante los rechaces de dos defensores luego de una buena jugada de desequilibrio por la banda derecha. 

Un enorme balde de agua fría para el cuadro de Róterdam que finalizará el año en el tercer lugar de la clasificación ante un equipo al cual la victoria le sabe a mucho, ya que luego de algunas semanas de desiluciones, la localidad de Nimega puede volver a sonreír.

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Leonardo Quintón
¿Fútbol? No, mejor voetbal.