27 de abril de 2008. De Kuip. Feyenoord a un lado, Roda al otro. Tras noventa minutos intensísimos, el Feyenoord, gracias a los goles de Landzaat y de Guzmán, se coronó como vencedor de la KNVB Beker por undécima vez. Hoy, siete años y 360 y tantos días después, en el mismo escenario, el Feyenoord vuelve a alzar la Beker. De aquella escuadra ganadora sólo continúa en activo en el club Giovanni van Bronckhorst, entrenador del equipo de Róterdam, que en su primera temporada al mando del conjunto sureño ha alzado su primer título, y el primero del club en casi ocho años.

De poco le sirvió al Utrecht ser el equipo más goleador de toda la competición, al final no pudo contra el Feyenoord en su feudo. Mientras que en la temporada 2002-2003, con los mismos protagonistas, fue el Utrecht el que levantó la copa, en esta ocasión el campeón fue el equipo local. 

Siete años y 360 y tantos días después, en el mismo escenario, el Feyenoord vuelve a alzar la Beker

Monólogo del Feyenoord 

La expectación se notaba en la ciudad de Róterdam desde mucho antes del comienzo del partido, concretamente desde la noche del 3 de marzo. El equipo de la segunda ciudad más importante de Holanda lograba clasificarse a la final de la KNVB Beker tras vencer al AZ Alkmaar por tres goles a uno. Sin embargo, y a pesar de haber salido vencedor contra cinco equipos de Eredivisie, todavía le quedaba un obstáculo más para alcanzar la gloria; ganarle al Utrecht. Los visitantes llegaron a De Kuip con la esperanza de terminar su mala racha en La Bañera de Róterdam y levantar el que sería su primer título desde 2004. 

La primera ocasión del encuentro favoreció a los locales, aunque fue causada en gran medida por un sangrante error del Utrecht. Cuando el reloj marcaba el minuto 13, van der Maarel optó por retroceder el balón hasta Bednarek ante la amenaza de Kramer, sin embargo, el esférico no cogió la intensidad requerida y el delantero del Feyenoord se hizo fácilmente con él, aunque cuando se disponía a disparar a portería, Bednarek, que estaba correctamente posicionado, logró frenar al delantero y concluir así con la jugada más peligrosa del encuentro hasta entonces.

Lo único que separaba al Feyenoord y al gol era la defensa. Por mucho que el tridente ofensivo se acercase con peligro a la portería de Bednarek, todas las ocasiones acababan limitadas por la defensa. Todas excepto una. Al filo del descanso llegó la primera alegría para el equipo local, y la primera decepción para el Utrecht. La jugada precedente al gol la comenzó Karsdorp por la banda derecha, pero el jugador que acabó dando la asistencia para el gol fue Kuyt. Éste con la diestra mandó un centro al área chica y Kramer de un cabezazo puso el 1-0 en el marcador.

A pesar del buen planteamiento tanto defensivo como ofensivo del conjunto local, el Utrecht se las ingenió para lograr la igualada algunos minutos después del inicio del segundo periodo. Barazite tiró la falta que Kuipers había pitado en favor del equipo visitante, y tras un pobre intento de despeje por parte del Feyenoord, Leeuwin se hizo con el balón en la posición perfecta para meter el balón en la portería de Vermeer con un único disparo. 

Elia, héroe local

Durante la segunda parte del encuentro se pudo ver lo mejor de ambos equipos. Ninguno parecía querer aflojar y el encuentro cobró la intensidad que prometía en un primer momento. Pero al final fue el Feyenoord el que pudo más. Luego de una gran jugada individual por el costado izquierdo del campo, Elia logró el que sería el 2-1 para los suyos. El extremo se hizo con el balón en el medio campo y sin asistencia de ningún tipo llegó hasta el área chica y lanzó el balón pegado al primer palo. A pesar de que Bednarek frenó el balón bajo palos, se le escapó de las manos y acabó entrando en la portería. La ciudad de Róterdam se convirtió entonces en una fiesta.

El Feyenoord conquistó su duodécima Beker tras casi ocho años desde que consiguiera la undécima. La victoria en la KNVB Beker certifica que jugarán Europa League la próxima temporada, y que la plaza que ya tenían por ser terceros en Eredivisie pasa al cuarto clasificado. El Utrecht, por su parte, tendrá que volver a casa con las manos vacías pero con las pilas cargadas para afrontar el final de temporada y los playoffs de acceso a Europa League.