Posiblemente, Robin Van Persie está ante el partido más importante de su carrera. Corría el minuto 39 de la primera mitad y el Fenerbache ganaba 0-1 en el estadio del Akhisar Belediyespor, con gol del propio Robin, cuando se produjo un duro encontronazo entre el tulipán y un zaguero local. En concreto fue un codazo sobre el punta que tuvo que abandonar el terreno en camilla hacia el hospital más cercano de Ankara.

Tras una exhaustiva observación, los médicos otomanos han mostrado la posbilidad de que Robin pueda perder la visibilidad de su ojo izquierdo, a causa de un desgarro en el párpado. Todo quedará pendiente en la evolución del jugador en las próximas horas. No obstante, los medios holandeses invitan al optimismo. De hecho, algunos confirman de que con total seguridad no perderá nada de visión y podrá volver a la normalidad.

El máximo goleador de la historia de la selección holandesa, que fue bota de oro por dos temporadas seguidas en 2012 y 2013, deberá marcar el gol más crucial de su larga y exitosa carrera. A día de hoy no vamos a descubrir lo que ha dado Robin al fútbol holandés, pero con una Premier League, dos Community Shield y una FA Cup, añadiéndole una UEFA con el Feyenoord, se habla de uno de los jugadores más laureados de los Países Bajos.

El prestigioso delantero llegó a Fenerbache en junio de 2015. Pese a sus 33 años y parezca el ocaso de su trayectoria futbolística, Van Persie lleva muy buenos números en Turquía. El conocido ariete, lleva cuatro goles en ocho partidos en la Super Lig turca, y con un físico que le permite tener cuerda para rato. 

En conclusión, se encuentra ante una situación que a todo amante al fútbol le parte el alma. Vivir como un jugador de su nivel, que encandiló a propios y a extraños, pueda poner fin a su carrera debido a una lesión de esta gravedad. Pero por otra parte, se conoce que Robin ha atravesado lesiones y dificultades de la importancia muy similar a esta y está claro que Van Persie volverá, siempre vuelve.