El internacional peruano Beto da Silva, regresa a Brasil (país del que también posee nacionalidad) para jugar en el Gremio de Porto Alegre tras abandonar la cantera del PSV. El jugador vestirá por segunda vez la elástica del Rei de Copas ya que perteneció al club en categorías inferiores, antes de enrolarse en las filas del Sporting Cristal.

El peruano, llegó al Viejo Continente tres días después de que empezara el nuevo año en 2016, procedente del campeón de Perú el Sporting Cristal, llegaba con la carta de libertad bajo el brazo. Tras jugar quince partidos en la segunda vuelta con el filial del conjunto rojiblanco, anotó tan sólo dos goles. Sin embargo, contra todo pronóstico, logró formar parte de la lista de Ricardo Gareca para la Copa América Centenario, dónde tan solo jugó el partido de cuartos, no tuvo apenas protagonismo. Tras finalizar el verano y volver a Eindhoven, el joven de apenas veinte años continuó jugando con el filial, no obstante; Cocu contaba con él para los entrenamientos del primer equipo. En esta primera vuelta volvió a anotar dos goles, esta vez en doce partidos, dejando un balance 4 goles en 27 partidos, cifras bastante pobres para un jugador de tanta calidad.

Beto no considera que su vuelta a América sea un paso atrás en su carrera futbolística, más bien todo lo contrario, un paso adelante. Considera que en Brasil gozará de muchos minutos en un equipo de gran nivel, algo que no le sucedió en tierras holandesas. Competirá por la titularidad con el campeón olímpico Luan, autor de tres importantes goles en los Juegos, no lo tendrá nada fácil. Los brasileños se hacen con el 70% de los derechos del jugador, mientras que el 30% restante pertenecerá al PSV, de esta manera, se asegurarán una gran cantidad económica en una posible futura venta.