Ser un defensa central en el mundo del fútbol no es una tarea nada fácil, para los que creen que sí lo es; ser un defensa central implica poner corazón, piernas, sacrificio y muchos muchos melones para evitar grandes maniobras del equipo contrario, mantener tu portería a cero, y convertirte en clave en el partido y posteriormente héroe de tu afición al salvar al equipo en repetidas ocasiones. Eso es ser un defensa central, ser un guerrero y un líder dentro del terreno de juego.

Han habido muchísimos defensas centrales a lo largo de la historia del balompié, centrales que recordaremos por lo antes mencionado como Paolo Maldini y Carles Puyol, centrales que se han destacado por jugar más como centrocampistas en la función de líbero como Ronald Koeman y Franz Beckenbauer, y centrales que se han convertido en líderes actuales en sus equipos dentro del fútbol moderno como Gerard Piqué y Sergio Ramos.

Es raro que se vean centrales de una joven edad con unos dotes de liderazgo tan increíbles en una Liga que exige potencializarte al máximo de tus capacidades para ser titular, y el jugador del que escribiré tiene todo esto, y eso que es un “novato”.

Como ya mencionábamos antes, Justin Hoogma se desempeña en la posición de defensa central y también puede jugar como pivote, aunque no se le frecuenta tanto ahí. Es un defensa que posee de una capacidad física muy buena, una fuerza con la que anticipa a la hora de meter el pie para quitarle el balón al delantero, una corpulencia que lo ayuda a entrar limpiamente en algunas ocasiones a los rivales y salir jugando, y su altura de 1,84 metros que por supuesto lo beneficia en su juego aéreo.

Foto: Heracles Almelo
Foto: Heracles Almelo

Hoogma empezó a dedicarse al fútbol desde que tenía 10 años con las menores del Twente.

Un defensa central en el fútbol actual necesita dar pases largos y pases entre líneas para apoyar a la ofensiva en la generación de jugadas, y Hoogma cumple con estas dos exigencias, dando pases verticales con la gran visión, técnica, y elegancia que tiene. Es un central de buen pie, de los que se necesita en un equipo que busca salir jugando desde atrás con la defensa como el Heracles.

A veces es anticipado con sus entradas, pero a veces llega a abusar de su fuerza causando a que entre duro al atacante y que por consecuencia él sea amonestado; sin lugar a duda, esto es algo que debe de controlarse para un jugador joven si no quiere tener un historial negativo de tantas faltas cometidas opacando su buen juego.

Foto: Heracles
Foto: Heracles Almelo

Por último, los dotes de liderazgo de Justin no deben de pasar por desapercibidos, es un líder en la cancha y en labores defensivas para siempre motivar al equipo a jugar bien, a seguir el partido, claro, mientras él también cumple con lo suyo.

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