La KNVB Cup ya tiene ganador. El Vitesse de Henk Fraser se lleva el título, siendo éste el primero en la historia del club. El partido fue ante el AZ Alkmaar de John van den Brom, un equipo a priori favorito para llevarse el trofeo.

El AZ eliminó al Cambuur en semifinales y el Vitesse al Sparta de Rotterdam, además de al Feyenoord. El Vitesse se lleva así su primer título en 125 años de historia, no será un partido recordado por su buen fútbol, pero si por la importancia que tiene para el club de Arnhem.

Una final sin fútbol, pero con goles

No ha sido futbolísticamente un partidazo, su nivel de juego ha sido muy pobre, no parecía una final. De Kuip estaba a reventar, más de 40.000 espectadores llenaron las gradas para vibrar de emoción cada uno con su equipo.

Poco que contra en el partido, con el centro del campo del AZ como protagonista en su mayoría y una buena defensa del Vitesse que impidió los goles de los de Alkmaar. Pero si hay alguien que será recorado y ese es Ricky Van Wolfswinkel. El delantero del Vitesse está haciendo un auténtico temporadón y es en esta final donde se ha consagrado tras marcar un doblete.

El inicio del choque fue lento, con solo dos oportunidades, y sin ser claras, en la primera mitad. La primera de ellas de Luckanssen a los dos minutos de juego con un disparo al larguero de falta directa y una réplica de Van Wolfswinkel en el minuto 20. Luckassen fue el mejor del AZ, dueño del centro del campo, era el único hombre que creaba peligro con grandes carreras que terminaban en disparos desde la frontal que no terminaban en buen puerto.

La segunda mitad fue más movida, se acababa el tiempo y una prórroga no gusta a nadie. El AZ se marchó al ataque y Weghorst tuvo varias para hacer gol, peor no era el día del joven delantero de 24 años. El Vitesse vivía de contras, con velocidad y pases largos desde la defensa, algo que resultaría definitivo al final del partido.

Las emociones iban en aumento y en el minuto 77, se produjo una tangana que volvió loco el choque. Luckassen y Van Wolfswinkel recibieron una amarilla cada uno. Es aquí donde llega el punto más importante de la final, Rashica recoge un balón largo en la banda derecha que no duda en colgar al área, una mala salida de Krul y una buna anticipación de Van Wolfswinkel, ponen el 0-1 en el marcador.

A penas tres minutos para el final y un balón suelto que vuelve a caer en los pies del delantero del Vitesse se convierte en el 0-2. Balón largo que Van Wolfswinkel baja y frena en seco, zafándose de la marca de Vlaar. Justamente desde la frontal, Ricky no duda en golpear a la pelota con fuerza marcando un golazo por la escuadra que dejaba la final resuelta y el estadio totalmente loco.

El árbitro, Danny Makkelei, pitó el final y la alegría de la hinchada del Vitesse explotó, además de la tristeza y lágrimas del AZ. Kashia levantó la copa y el Vitesse llevaba a sus vitrinas el primer título de su historia, 125 años muy bien celebrados.

Van Wolfswinkel fue el héroe

Ricky Van Wolsfwinkel nunca se imaginó una temporada así. 18 goles en la Eredivisie y tres en la copa, 21 dianas en total, la mejor temporada de su carrera y además con doblete en esta final de la KNVB que le convierten en le héroe.

A sus 28 años, Ricky ha pasado por numerosos equipos, pero en ninguno había sido tan importante como aquí. Su Vitesse es sexto en liga con 48 puntos, algo en gran parte gracias a él. Con el Sporting de Lisboa llegó a marcar 45 goles, estuvo también en el Utrecht donde realizó 35 dianas, sus mejores números hasta el momento. En Francia, en el Saint Etienne llegó a marcar nueve tantos. Su paso por la Premier League le dejó tres goles más en el Norwich y cuatro en el Betis. Sería su vuelta al Vitesse, equipo de donde salió, donde se convertiría en el jugador más importante del club.

Van Wolfswinkel celebrando tras el partido | Vitesse
Van Wolfswinkel celebrando tras el partido | Vitesse
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Sobre el autor
Alberto Muñoz
Periodismo y Fútbol URJC (Vicálvaro) @albertomunoz97