El Friends Arena de Estocolmo fue testigo de una final de la Europa League que fue totalmente dominada por el Manchester United y en la que el Ajax estuvo totalmente desaparecido. 

Mourinho trazó un plan que fue ejecutado a la perfección, que, ya desde el primer minuto, demostró cuáles eran sus intenciones y qué guión quería para el encuentro. Los jugadores parecían piezas de un juego de ajedrez sobre el campo, colocadas para presionar la salida de balón e incomodando al Ajax en todo momento.

El primer gol llegaba con bastante fortuna tras un disparo de Pogba, pero el United seguía su plan y el Ajax no entraba en el encuentro. El segundo tiempo tuvo un guión similar a los primeros 45 minutos y, para que el plan de Mou siguiese su camino, llegaba el 0-2.

Foto: UEFA.com
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Tras el gol de Mkhitaryan el partido entró en un trance del que no despertó hasta el pitido final. El United se colocó bien atrás y el Ajax seguía sin encontrar el lugar por el que intentar crear peligro.

El pitido final coronaba al Manchester United como campeón de la UEFA Europa League tras una final en la que, sin un juego muy vistoso, no tuvieron rival.

El United esperó y le llegó la recompensa

Comenzaba el partido y, tal y como se esperaba, el United le cedió el balón al Ajax con la intención de obligar a los centrales a darle salida al balón y buscar el error del Ajax.

Se vio un marcaje individual a los tres centrocampistas del Ajax, ésto obligaba a Davinson Sánchez a ser el encargado de darle salida al balón y, al estar los tres centrocampistas tapados, arriesgar con el pase y recuperar la pelota cerca de la portería de Onana.

Los minutos iban pasando y el conjunto de José Mourinho tenía controlado el partido, el Ajax apenas disponía de algunas llegadas al área que terminaban con disparos a los que daba respuesta Sergio Romero en forma de atajada. Veíamos al Ajax sin ideas en la salida, a un Dolberg que no se mostraba muy participativo y a Bertrand Traoré siendo el mejor hombre en el ataque ajaccied.

Foto: UEFA.com
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Se iban sucediendo las aproximaciones del conjunto de Manchester, pero Onana y la zaga del Ajax se encargaban de despejar todo el peligro. Finalmente llegaría el gol, en una acción desafortunada en la que Pogba recogía un balón en la frontal, se acomodaba el esférico y disparaba a puerta con la fortuna de que el balón rebotaba en Davinson y, un Onana ya batido, no podía hacer nada para evitar el 0-1.

La reacción no llega

Quedaba todo un mundo por delante, pero el United controlaba el encuentro y el Ajax estaba muy espeso en ataque. La presión ordenada por Mourinho no cesaba y Bosz no encontraba soluciones, Davinson era el que se encargaba de dar salida al balón y estuvo a punto de perder dos balones que podrían haber sido gol.

Los de Mourinho controlaban el partido, no dejaban mucho espacio y los minutos iban pasando. Traoré lo seguía buscando, pero estaba bastante solo en ataque y Dolberg aún no había aparecido en el partido.

Finalmente se llegaría al tiempo de descanso tras los primeros 45 minutos de encuentro. El Manchester United estaba por encima en el marcador y el plan trazado por José Mourinho se estaba ejecutando a la perfección.

Un cubo de agua fría para comenzar la segunda mitad

El segundo tiempo mantuvo inicialmente el guión del primer tiempo, con un marcaje individual de los jugadores del United y con un Ajax sin muchas ideas en ataque.

Pocos minutos después de comenzar el segundo tiempo, llegó el segundo golpe del United. Un córner que no parecía ser muy peligroso en su primer remate, pero el balón caía en el suelo y Mkhitaryan, anticipándose a la defensa y a Onana, ponía el pie y anotaba el 0-2 para dejar el partido muy favorable para el United.

Foto: UEFA.com
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El gol del United fue un jarro de agua fría para el Ajax y el equipo de Mourinho, consciente de la ventaja que llevaban, daba un paso atrás y cedía el balón al Ajax para retroceder y defender mejor su área.

El Ajax no puede con la muralla de Manchester

Los minutos pasaban, el United mantenía su ventaja y el Ajax tenía que llevar la iniciativa del partido. Tampoco se sintió cómodo el Ajax con el control de la pelota; estaba sin muchas ideas y Dolberg seguía desaparecido.

Se mantenía el marcaje individual del United, evitando que el balón llegase al área y sin crear mucho peligro atacando. Con el repliegue se vio que el United se dedicó a defender el resultado y a esperar algún error defensivo del Ajax que les permitiese meter el tercer tanto.

Los de Peter Bosz estaban perdidos, con el conjunto de Mourinho controlando totalmente el partido. El Ajax no creaba peligro, no incomodaba a Romero y no tenía ideas en ataque. El plan trazado por Mourinho estaba teniendo un gran éxito y Peter Bosz, pese a introducir cambios, seguía sin dar con la tecla y sin encontrar las ocasiones.

Foto: UEFA.com
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El partido siguió sucediendo tal y como Mourinho había planeado. El Ajax seguía chocando contra el muro del United y el encuentro iba muriendo poco a poco. 

Llega el final y salta la alegría

Poco a poco se fue llegando al final, sin grandes ocasiones del Ajax, con un United que controlaba el partido, con unos cambios que no daban resultado en el Ajax y con un Manchester que esperaba a que el colegiado pitase el final del encuentro.

Finalmente llegó el final del partido, la alegría saltaba en el banquillo y la afición del Manchester tras conquistar la UEFA Europa League, el único título que aún no había ganado el conjunto de Manchester. 

El Ajax caía derrotado, los jóvenes jugadores ajaccied estaban devastados tras perder la final. La victoria del Manchester fue incontestable, los de Peter Bosz no estuvieron en el encuentro y el campeonato conseguido por el Manchester United fue totalmente justo.