Andrés Guardado pone punto y final a su etapa en el PSV Eindhoven tras tres años defendiendo la elástica rojiblanca. Tres años, que han dado para mucho. Durante su estancia en Holanda, el capitán de 'El Tricolor' ha llegado al punto álgido de su carrera, tanto a nivel colectivo cómo individual; tanto a nivel de clubes cómo con la Selección de México. En este reportaje, repasaremos su estancia en los Países Bajos y podremos observar la imborrable huella que deja él último capitán del PSV en el club y, la que deja el propio club en la vida del jugador de 30 años.

De paso, para finalmente quedarse

Guardado llegó al PSV Eindhoven con el fin de encontrar la continuidad perdida en el Valencia CF. El mexicano, pasó de ser amo y señor del carril zurdo de Mestalla a verse relegado al banquillo debido a la fuerte irrupción del canterano José Luis Gayà. La pérdida de protagonismo que sufrió el de Guadalajara venía de la anterior temporada, en la cuál fue cedido al Bayer Leverkusen, por tanto durante la 14/15 sus agentes y el propio Guardado decidieron, desde el principio, salir al mercado de fichajes en busca de minutos. Esta búsqueda de minutos llevó al mexicano a desembarcar en Eindhoven, para jugar en uno de los equipos con más historia de toda Europa, el PSV

Con el conjunto rojiblanco recuperó las sensaciones perdidas durante las últimas campañas a nivel de clubes dado que con el 'Tri', jugando cómo pivote, rendía a un alto nivel. Es por ello, que muchos periodistas mexicanos y holandeses achacaban el buen rendimiento de Andrés al cambio de posición que había sufrido. Cocu, había observado de cerca al ex jugador del Deportivo, durante su estancia con la Selección y es por ello que dio con la tecla al alinear a su flamante fichaje en la posición en la que mejor había rendido desde su paso por A Coruña. Al jugar en el centro del campo, el jugador era capaz de hacer jugar a sus compañeros sin sufrir un fuerte desgasto físico, el cuál era uno de sus principales problemas a la hora de jugar como lateral izquierdo.

En este primer año lleno de cambios, Andrés Guardado disputó prácticamente todos los partidos y además siendo alineado entre los once titulares en veintisiete de veintinueve ocasiones. Fue uno de los baluartes de su equipo y curiosamente, a final de temporada, lograron ser campeones de la Eredivisie sacando diecisiete puntos al segundo clasificado, el Ajax de Ámsterdam. Posteriormente, ganó su segunda Copa Oro con la Selección en la que además se llevó el trofeo al MVP de la competición. De tan brillante manera cerró el curso más exitoso de sus trece años de carrera.

Andrés Guardado celebrando su segunda Copa Oro | Foto: LaMarcaLab.com
Andrés Guardado celebrando su segunda Copa Oro | Foto: Selección Nacional de México 

No regresar, no era una opción

Andrés estaba viviendo en una nube. Había alcanzado la cima durante la última temporada, sin embargo; una vez acabada su cesión al PSV, volvería a darse de bruces con la realidad puesto que debía regresar a Valencia, debía regresar a la incertidumbre. El jugador quería regresar a Eindhoven pero el club ché era quién tenía la última palabra. La incertidumbre previa, rápidamente se disipó cuándo los Boeren pusieron toda la carne en el asador con el fin de que el mexicano regresara a la quinta ciudad más poblada de los Países Bajos. El traspaso se concretó mucho antes de lo esperado y el primero de julio de 2015, Andrés Guardado ya era de manera oficial jugador del PSV Eindhoven. Los rojiblancos abonaron al seis veces campeón de la liga española 2'8 millones de euros.

Phillip Cocu pudo contar con el jefe de su medular desde el primer día de pretemporada, algo que agradeció en las ruedas de prensa previas a la Supercopa de Holanda. Con la confianza por las nubes, la forma física idónea y la ilusión de un adolescente de dieciséis años; Andrés Guardado inició su segundo año con el PSV listo para sumar su segundo título a nivel de clubes. El día dos de agosto, PSV y Groningen se citaron en el Ámsterdam Arena para disputar la Johan Cruijff Schaal, popularmente conocida cómo Supercopa de Holanda. El por aquel entonces, vigente campeón de liga, arrolló al Groningen por 3-0 en una muy buena actuación de los chicos de Cocu. Pese a empezar la temporada con un título más para las vitrinas del Philips Stadion, Andrés Guardado tendrá siempre una espinita clavada ya que erró un penalti en el último minuto de partido.

La temporada 15/16 fue probablemente la temporada en la que se consolidó en la cima. El 'Principito' fue el amo y señor del centro del campo en todos y cada uno de los partidos que disputó tanto en Eredivisie cómo en UEFA Champions League. En ésta última, fue uno de los jugadores más determinantes de la Fase de Grupos y lideró a su equipo hasta los octavos dónde cayeron eliminados en los penaltis frente al Atlético de Madrid, en una de las eliminatorias más bonitas que se recuerdan en mucho tiempo. Regresando a la Eredivisie, la temporada del 'Zorro Plateado' también fue excelente puesto que en Holanda también seguía siendo el líder del equipo, no obstante; tres leves lesiones privaron al norteamericano disputar nueve partidos. Revalidaron el título en la última jornada tras aprovechar el pinchazo del Ajax y el protagonista de este reportaje se convirtió en el máximo asistente del campeonato, con once pases de gol. Más allá de los números, Guardado era más que un buen jugador, era un capitán. Capaz de liderar a sus compañeros dentro y fuera del campo, capaz de tomar importantes decisiones en momentos de tensión pero sobretodo, capaz de enganchar a la afición con el equipo desde el primer partido de la temporada. Andrés, ya no era el chico que vino desechado por el Valencia CF, ahora era alguien fundamental para el campeón de la Eredivisie.

Los capitanes levantando el título de la Eredivisie | Foto: www.youfirstsports.com
Los capitanes levantando el título de la Eredivisie | Foto: PSV Eindhoven

Un año inesperado, un adiós esperado

La última temporada del Andrés Guardado empezó igual que la anterior, revalidando el título Supercopa de Holanda tras vencer por la mínima al Feyenoord de Róterdam. Las sensaciones eran buenas y todo apuntaba a que volverían a disfrutar de un gran año. En Eindhoven, a nadie se le pasaba por la cabeza realizar una mala temporada. El bloque de jugadores apenas había cambiado y seguían teniendo al hijo pródigo como técnico. ¿Qué podía salir mal? Nadie esperaba un mal año del campeón de las dos últimas ediciones del campeonato, no obstante; al final de la temporada todo daría un giro de 360º.

El club rojiblanco fue de decepción en decepción. Fueron rápidamente eliminados de KNVB Beker y no pudieron ganar ni un sólo partido de la Fase de Grupos de la UEFA Champions League. Tan sólo les quedaba pelear por el título de la Eredivisie, un título que parecía prácticamente imposible puesto que el Feyenoord fue el claro dominador del torneo de principio a fin. Pese a que jamás estuvieron a más de seis puntos de Ajax y Feyenoord, segundo y primer clasificado respectivamente, la sensación que el club del mexicano daba era la de que estaban completamente fuera de la lucha por entrar en la Liga de Campeones y mucho más de la lucha por el título. El Ajax sufría pinchazos pero estos no favorecían a un PSV poco motivado y siempre superado por la presión. A diferencia de los dos últimos cursos, nadie era capaz de coger al toro por los cuernos y enmendar la situación. Pagaron caro el desánimo y la falta de motivación de los pesos pesados de la plantilla, entre los cuáles estaba incluído Andrés, y ni tan siquiera pudieron clasificarse para la máxima competición europea, principal objetivo mínimo del club en cualquier temporada.

Individualmente, Andrés Guardado no ha realizado una mala temporada. Pese a que se echó de menos el liderazgo mostrado en las anteriores campañas durante todos los encuentros, ésta última fue mucho más irregular. Continuó siendo el mejor de su equipo y el líder, sin embargo; tuvo partidos en los cuales estuvo totalmente desaparecido. Aún así, fue capaz de anotar dos goles y asistir otros nueves, cifras para nada malas pero que engañan debido a la decepcionante temporada realizada por los suyos. Probablemente, los jugadores se relajaron al pensar que el 'Principito' les sacaría las castañas del fuego durante las treinta y cuatro fechas de la liga holandesa, algo que resulta imposible hasta para los más grandes jugadores del mundo.

Guardado luciendo el brazalete de capitán en su último partido con el PSV | Foto: PSV
Guardado luciendo el brazalete de capitán en su último partido con el PSV | Foto: PSV Eindhoven

Tras el final de esta última temporada, Andrés Guardado ha decidido que es el fin de su etapa en Holanda. El mexicano abandona el club con el qué ha tocado la cima para regresar a España, su país de acogida. Se enrolará en las filas del Betis dónde de la mano de Quique Setién y un proyecto muy interesante a nivel deportivo, intentarán volver a llevar a lo más alto a uno de los equipos más históricos del país peninsular. 

Su paso por el PSV acaba de una manera un tanto agridulce, no obstante; nadie puede echar en cara nada al 'Zorro Plateado' pues siempre sudó hasta la última gota en el terreno de juego y murió por el escudo y los aficionados. En su carta de despedida afirmó que tanto Eindhoven cómo el Philips Stadion siempre serán su casa y así es, la afición está loca por él. Desde el primer día le mostraron su apoyo y el lo agradeció en el campo, guiando al PSV a alzar dos ligas consecutivas. Todos los aficionados del PSV te estaremos siempre agradecidos por todo lo que hiciste por éste gran club. Gracias por haber dejado tu huella. Qué bueno que viniste, Andrés.