El partido que enfrentó al humilde Scheveningen frente al todopoderoso Ajax de Ámsterdam en el pequeño Kyocera Stadion con capacidad para 3500 espectadores, fue un evidente partido de contrastes. Tanto económica, como social y sobretodo, deportivamente; ambos equipos son totalmente diferentes, algo así como el conocido pasaje de la Biblia entre David y Goliat. Por suerte o por desgracia para el aficionado de uno de los dos equipos enfrentados en este partido, Goliat no dio ninguna opción al pequeño David. El equipo de la capital barrió desde el minuto cero al ilusionado y motivado equipo del principal barrio costero de La Haya.

Así fue...

1ª parte

Como ya hemos comentado anteriormente, el Ajax de Ámsterdam no dio tregua en ningún momento. Los pupilos de Marcel Keizer salieron con la mentalidad de un partido de UEFA Champions League, su único objetivo era ganar el partido y con la mayor cantidad de goles a favor posible. Así lo hicieron, desde el pitido inicial los amsterdammers iniciaron rápidamente el ataque buscando la portería rival. El primer gol del partido no se haría mucho de rogar pues el delantero centro danés Kasper Dolberg, adelantó a los suyos apenas cumplidos los cinco primeros minutos del tiempo reglamentario.

Los franjirrojos continuaron asediando la portería del equipo local, no obstante; la buena replegación y solidez defensiva del humilde equipo de La Haya impidió que el treinta y tres veces campeón de la Eredivisie anotara gol hasta el final del primer tiempo, instantes en los que Siem de Jong remató con un potente testarazo un buen centro enviado desde la banda izquierda, por lo que llegado al descanso, el Ajax se marchó con una contundente ventaja de dos goles a cero.

2ª parte

Tras la conclusión de los quince minutos de descanso, el ritmo del conjunto visitante no decayó y siguieron buscando la meta rival. Insistían e insistían pero sin premio hasta que finalmente, el central local Koorndijk, remató para su desgracia un centro hacia su propia portería que para postre acabaría entrando

Lejos de venirse abajo, los locales, sin miedo alguno de enfrentarse a una de las principales superpotencias nacionales, dieron un paso al frente y en un descuido de la zaga ajacied anotaron el famoso gol del honor que pese a no cambiar para nada el resultado, dio muestra del buen partido que hizo el pequeño (económicamente hablando) club.

Tras este gol, Dolberg dijo basta. No tenía suficiente con tan sólo un gol y se puso el mono de trabajo. Asumió la responsabilidad de lanzar una pena máxima la cuál anotó y por poco, cinco minutos después de anotar el segundo gol en su cuenta particular, el ambicioso jugador anotó el tercero para completar un sensacional partido y llevarse el balón a casa.

Foto: Ajax
Foto: AFC Ajax

No maquillan el mal inicio

Pese a vencer de manera contundente al humilde equipo de cuarta división neerlandesa, el conjunto más laureado de toda la historia de los Países Bajos no maquilla el mal inicio de temporada. Actualmente, se encuentran sextos a tan sólo dos puntos del primero, situación por ahora no  muy alarmante puesto que sus principales competidores por el título tampoco han tenido un inicio especialmente brillante. 

En una temporada en la que no jugarán por primera vez en mucho tiempo competición europea, los jugadores deberán darlo todo en los partidos que disputen esta temporada puesto que otro año en blanco sería un absoluto fracaso para el club. La Eredivisie y la KNVB Beker son dos títulos prioritarios actualmente pues son la clave para volver a enganchar a la afición dado que pese a ser una afición muy leal, últimamente ha estado algo apagada debido a los malos resultados de su equipo.