El pasado 15 de junio Malky Mackay dejó el Watford y aceptó el reto de ascender al Cardiff City. Un entrenador novato pero que tras una temporada superlativa en los Golden Boys asumía el mando de una de las plantillas más competitivas de Championship. Tras las bajas de Ledley y Matthews rumbo al Celtic y Bellamy en dirección a Anfield los Bluebirds acometieron una profunda remodelación en su plantilla de la que ha salido un equipo competitivo para la Championship y favorito al ascenso en una liga en la que el West Ham y el Southampton son dos rivales de muchísimo nivel.

El Cardiff City empezó la campaña en la cima de la tabla de Championship pero se ha estancado en las últimas semanas y, tras su derrota del sábado ante el Ispwich Town por tres a cero, ha caído hasta la quinta plaza. A seis puntos del ascenso directo luchará, en el playoff si no remonta esta desventaja, por ascender definitivamente tras numerosos intentos fallidos.

Una copa exitosa

La Copa de la Liga que ha hecho el Cardiff City ha sido notable en todos los aspectos. Dosificando a sus jugadores y rotando los Bluebirds se han plantado en la final después de una eliminatoria agónica contra el Crystal Palace. Cayeron derrotados en la ida en Selhurst Park por uno a cero y en la vuelta en el Cardiff City Stadium un gol en propia meta de Gardner les señaló el camino a la final y los penaltis les abrieron las puertas del paraíso. Antes habían dejado fuera al Burnley en cuarta ronda y al Blackburn Rovers (2-0) de la Premier League con los goles de Gerrard y Gunnarsson en quinta. Un torneo exitoso, pase lo que pase en la final, en el que Cowie ha sido hasta ahora el máximo goleador con tres tantos.

Un once definido

El esquema que habitualmente utiliza Mackay es el 4-2-3-1. La portería es para el escocés Marshall. Tras dejar el Celtic hace ya varias campañas el meta de Glasgow se ha convertido en un candado para el marco de los Bluebirds.

En los laterales McNaughton y Taylor son dos futbolistas poderosos en defensas, peligrosos a balón parado pero con poca proyección en ataque. Dos currantes que se complementan a la perfección con Gerrard, el capitán Hudson y el joven galés Turner, los tres jugadores sobre los que se apoya toda la estructura del equipo galés. Altos y corpulentos los tres futbolistas son un muro formidable ante delanteros poderosos como Carroll pero flojos ante atacantes habilidosos y rápidos como Suárez.

En la sala de máquinas los jóvenes Kiss y Gunnarsson llevan la manija del equipo junto a Whittingham aunque el joven Ralls también ha tenido su protagonismo. El futbolista eslovaco y el medio islandés dirigen con soltura la sala de máquinas y se incorporan al ataque gracias a su gran despliegue físico y su oportunismo. Muy importantes ofensivamente los saques de banda de Gunnarsson, al estilo de Rory Delap, del que nacen numerosos tantos.

Los tres mediapuntas del conjunto galés son Cowie, Manson y Whittingham aunque Conway también suele tener su oportunidad. Whittingham es un veterano del equipo. Con calidad para el desborde y gol, 40 goles en las últimas tres campañas, estuvo presente en la última final del Cardiff City ante el Portsmouth y su concurso ante el Liverpool es determinante por su experiencia y sus dotes de mando. Conway es un extremo rápido, eléctrico, que suele ser una segunda opción para desatascar partidos y que ha perdido protagonismo en detrimento de Manson. El joven irlandés de 20 años se sitúa detrás del punta para oxigenar con sus movimientos al medio campo y facilitar la llegada de los medios a posiciones ofensivas.

Mucho gol

La delantera es la posición en donde el Cardiff City tiene más argumentos ofensivos. Sus dos delanteros principales, Miller y Earnshaw, son sinónimo de peligro y de ocasiones. El escocés Miller, tras su paso por el Rangers y el Burssaspor, es el delantero que habitualmente utiliza Mackay y su llave hacia el gol. Sus 9 tantos en liga son aval suficiente para convertirle en el atacante titular del equipo por delante del canterano Earnshaw que, tras anotar goles en el West Bromwich, Norwich, Derby Country y Nottingham Forest, ha vuelto a Cardiff para ayudar con sus tantos a devolver a los Bluebirds a la Premier League. Las lesiones le han lastrado hasta ahora aunque en las últimas fechas ha vuelto a jugar y ha aumentado la competencia en la zona ofensiva con Miller.

Los Bluebirds practican un futbol veloz y directo aunque no renuncian al toque por medio de Whittingham y Cowie. En defensa Manson se incrusta en la línea de los tres mediapuntas y el equipo se repliega buscando salir a la contra. Es un conjunto poderoso, ofensiva y defensivamente, en el juego aéreo.

El Cardiff City es un equipo con argumentos futbolísticos, y con calidad, que intentará, desde sus limitaciones, poner en aprietos al Liverpool de Kenny Dalglish. La empresa no es fácil para Mackay y sus futbolistas pero si Marshall hecha el candado y Miller encuentra la llave del gol todo es posible.