Lucía el sol sobre un abarrotado estadio de Wembley. Se avecinaba la final de la FA Cup, la competición más antigua del mundo del fútbol. Manchester City y Wigan se preparaban para un duelo con un más que suculento trofeo como premio. Los de Roberto Mancini buscaban recuperar la copa que ganaron en 2011 y que no pudieron retener el pasado año, mientras que los pupilos del español Roberto Martínez se enfrentaban a la primera final del club 'latic' en la FA Cup.

Ambos onces eran los esperados, con el Manchester City juntando después de mucho tiempo a su once teóricamente de gala, con Nasri, Silva, Tévez y Agüero comandando el ataque, con Barry y Touré por detrás y una defensa formada por Zabaleta, Kompany, Nastasic y Clichy. En puerta, Joe Hart, a pesar de que se hablaba de que Pantilimon podía haber sido titular como premio a sus buenas actuaciones en la competición copera.

Por parte del Wigan, Roberto Martínez volvía a apostar por Espinoza como lateral tras su gol en el último encuentro de liga. El hondureño se veía acompañado en defensa por Alcaraz, Boyce y Scharner, con McArthur, McCarthy, y Gómez mandando en el centro del campo, dejando las bandas a McManaman y Maloney, encargados de surtir de balones al único punta en el once 'latic', el costamarfileño Arouna Koné.

El City comenzó apretando, y tras una falta lanzada por Tévez a la barrera, el balón le llegó a Touré Yaya que la enganchó de primeras obligando a Joel a estirarse para despejar el balón. Sólo habían transcurrido tres minutos de partido y el City ya había logrado tirar a puerta. Pero logró responder el Wigan antes de los 10 minutos. En una rápida contra, Koné le metió un pase sensacional a McManaman, que ya en el área, recortó bien a Nastasic para disparar con efecto buscando la escuadra de la portería de Joe Hart, pero no tuvo la suerte suficiente y el balón se fue desviado.

A partir de esta ocasión, el Wigan disfrutó de la posesión y del dominio del encuentro, comandados por la calidad de sus hombres de ataque, como McManaman y Koné, muy activos en los primeros 20 minutos. También comenzaba a aparecer Shaun Maloney, que intentó una volea desde fuera del área tras un centro de Espinoza, que no paraba de subir y bajar su banda.

Estaba mejor el Wigan, con el Manchester City con pocas ideas. Pero entonces la tocaron los que saben y llegó el peligro 'citizen'. Nasri buscó con un gran pase la entrada de Silva en el área. El español vio a Tévez y encontró al argentino que remató tirándose al suelo, y sólo un fantástico despeje de Joel con el pie evitó que llegase el primer gol del encuentro. El City no reaccionaba a pesar de su gran ocasión, y de nuevo el Wigan era el que llevaba la iniciativa.

Superioridad del Wigan en la primera parte, mientras el City se topaba con Joel cada vez que llegaba al área rival

A falta de 10 minutos para el descanso, Espinoza protestó un posible penalti cometido por Zabaleta sobre el hondureño, pero Andre Marriner no pitó la pena máxima. Poco después, de nuevo McManaman entró en el área después de cambiar de ritmo para dejar en el sitio a Zabaleta, el balón se le fue demasiado escorado, pero recortó a Hart y a todo el que se puso por delante hasta que pudo disparar, pero su tiro rebotó en Pablo Zabaleta, malográndose así la ocasión de los 'latics'.

Poco más ocurrió hasta el final de la primera parte, que llegaba con el resultado inicial, 0-0. Mejor el Wigan en líneas generales, aunque ambos equipos dispusieron de ocasiones claras para ir por delante en el marcador, sobre todo los 'citizens', que se toparon con un espectacular Joel Robles. El City debía mejorar y mostrar su por qué era el favorito para ganar el partido, mientras que el Wigan debía mantener su nivel de juego y sus seguridad defensiva de la primera parte si quería llevarse la final.

Sin cambios al descanso, los dos mismos onces salían al campo para disputar los segundos 45 minutos de partido. Empezó con ganas el City y antes del minuto 50 dispuso de otra clara ocasión. Gran jugada de Tévez en la banda derecha, el argentino centró y su compatriota el 'Kun' Agüero remató de tacón, pero el tiro fue desviado por Boyce a córner. Mancini decidió entonces realizar el primer cambio, dando entrada a James Milner por Samir Nasri para fortalecer el centro del campo y dejar más libertad a Touré Yaya para subir al ataque.

Mucho menos peligro el creado por ambos equipos en la segunda parte, con Koné jugando magnifícamente de espaldas para el Wigan, que también veía como McManaman seguía haciendo de las suyas, mientras en el City Milner lo intentaba desde su entrada al campo, apareciendo mucho por banda derecha combinando con Zabaleta. Ante la situación del partido, Mancini decidió meter aún más centrocampistas cambiando a Carlos Tévez por Jack Rodwell. Cambio extraño del entrenador italiano, que parecía seguir buscando que Touré apareciese más en la parcela ofensiva.

Las cosas seguían sin cambiar, y el Wigan pudo adelantarse de nuevo pasada la media hora de juego en la segunda parte por medio esta vez de Maloney. El escocés lanzó una falta lateral al larguero, dejando sin aliento a todos los aficionados de Wembley, decepcionados los del Wigan y aliviados tras el rebote en la madera los seguidores del Manchester City. Quedaban sólo 10 minutos para el final, y el marcador seguía sin moverse. Roberto Martínez decidía hacer su primer cambio, sacando al campo a Ben Watson en sustitución del español Jordi Gómez, que completó un buen encuentro en el centro del campo.

Cuando parecía que las cosas no podían ir peor para el City, Zabaleta fue expulsado por doble amarilla por una fuerte entrada sobre, una vez más, Callum McManaman. Zabaleta se convertía así en el tercer jugador de la historia de las finales de la FA Cup en ser expulsado. Antes que él, sólo Kevin Moran y José Antonio Reyes habían sido expulsados en una final de copa.

Ben Watson cabeceó a las mallas un centro de Maloney para darle la copa al Wigan

Parecía que el partido se iba a ir a la prórroga. Pero entonces volvió a aparecer McManaman para forzar un córner en el minuto 90. El saque de espina lo puso Shaun Maloney con maestría, buscando la cabeza de Ben Watson, que totalmente sólo remató a la perfección el balón al fondo de las mallas defendidas por Joe Hart. Estallaba de júbilo toda la afición de los 'latics', al igual que todos los jugadores del Wigan que se amontonaban sobre Watson para celebrar el histórico gol.

El City no pudo hacer nada en los 3 minutos de añadido, y el Wigan era campeón. El sueño de Dave Whelan, presidente del equipo, se había cumplido, al igual que el de Roberto Martínez, que una vez más conseguía demostrar su valía como entrenador tras darle un auténtico baño táctico a su tocayo, Roberto Mancini. Fantástico partido del Wigan, con unos geniales McManaman y Koné, que lograron vencer al favoritísimo en todas las quinielas, un Manchester City que cierra su primer año en blanco desde 2010.

La primera FA Cup ganada por el Wigan la levantaba Emerson Boyce, capitán, 500 partidos oficiales como profesional y uno de los jefes de la defensa de los 'latics', junto al otro capitán, Gary Caldwell. Los de Martínez jugarían además el año que viene la Europa League, entrando al ganar la copa en la fase de grupos directamente. Además tendrían la posibilidad de ganar otro título, la Community Shield, supercopa inglesa, ante el Manchester United.

Pero tras la celebración de este enorme logro, el Wigan también tendrá que sufrir en sus dos últimos partidos de Premier League para buscar una permanencia que parece tan complicada como posible tras ver de lo que es capaz el club del noroeste de Inglaterra, que seguro se ha ganado ya un sitio en muchos corazones tras su fantástica victoria en su primera final de FA Cup.

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Sobre el autor
Juan Valdés Bécares
Proyecto de médico. Redactor del Manchester City en VAVEL.com y redactor del blog El Otro Fútbol.