Otro tropiezo más en el camino del Tottenham, aunque este último con regusto dulce. Lejos ya del sueño Champions, los spurs buscaron la victoria en The Hawthorns para defender su puesto de Europa League, pero se encontraron con una trampa trenzada por Pepe Mel nada más comenzar el choque.

El encuentro de este sábado en West Bromwich fue el ejemplo perfecto de la debilidad defensiva de los spurs en esta recta final de campaña. Los dos primeros disparos de los locales en el partido se convirtieron en dos inesperados tantos, y ambos llegaron por la banza derecha. El primero de ellos, tras disparo de Vydra en el minuto 1, previo centro de Amalfitano tras jugada personal (el mejor de la primera parte).

El segundo tanto vino tan solo tres minutos después: un rechace caído del cielo para Brunt, después de un centro proveniente del flanco derecho local, que no desaprovechó el mediocentro norirlandés. Una inmensa losa que los de Londres no pudieron levantar hasta bien entrada la segunda mitad.

Para más inri de los de Tim Sherwood, en el minuto 16 Danny Rose es derribado en el área local, y el árbitro señaló el punto de penalti, pero Adebayor marró el penalti, lanzándolo flojo a la izquierda de Foster, que lo atajó sin problemas. Un cuarto de hora más tarde, Sessègnon hacía el tercero de la tarde para los de casa, tras una contra de balón largo que en la que el atacante africano sacó a relucir su potencia física, ganando la batalla al último defensor y ajustando el disparo a la derecha de la portería de Lloris. Todo parecía sentenciado ya antes de llegar al descanso, pero tres minutos después del gol de Sessègnon, llegó el primero del Tottenham, por medio de un autogol de Olsson.

Remontada por arreones

Mucho mejoró el Tottenham en la segunda parte, un hito no demasiado complicado. Si durante la primera parte las pocas ocasiones spurs vinieron de la mano de Harry Kane, en el arranque de los segundos 45 minutos no fue distinto. Eriksen, Lennon y un profundo Rose (infinítamente mejor en ataque que en defensa) asediaron los picos del área rival con conducciones, centros y recursos varios, ayudados por un enorme Kane, que se movió como nunca en el área. Probablemente el mejor partido del joven ariete inglés con la camiseta del Tottenham. Suyo fue el segundo gol del Tottenham, tras un gran centro de Lennon desde la banda derecha.

En los últimos 20 minutos de partido, el Tottenham dominó sin tregua el balón, pero no conseguían profundizar en el área. Tuvimos que esperar hasta el minuto 94 de partido (en un añadido de seis) para que Eriksen (cuyo partido no fue nada del otro mundo) apareciera, otorgando a cada equipo un punto que siempre sabe a poco a todo el mundo a estas alturas de la temporada.

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Sobre el autor
Antonio Villanueva
Economía-Periodismo en la UC3M. Eterno a columnista. Fútbol, economía, política, música, RRSS... Redactor en @VAVELcom