Crónica de una muerte anunciada, así tituló García Márquez a su novela, considerada una de las mejores del siglo XX. En este caso se titularía como ‘Crónica de un descenso anunciado’. Un argumento que se podría asemejar a la historia del Aston Villa en estas últimas temporadas. Después de estar coqueteando con el descenso durante cuatro campañas, terminaría consumándose a la quinta. Y de qué manera: colistas con 17 puntos.

El mercado de fichajes veraniego de 2015 estaría marcado por la venta de su principal baza, el belga Benteke al Liverpool por cerca de 47 millones de euros. Junto a él, también se confirmaba la marcha de Delph, pieza clave en el centro del campo, por 11 millones. Weimann, Sylla y Lowton son otros de los nombres que se marcharían ese verano. 72 millones en total para reforzar el club. Una cifra que en principio hacía la boca agua, pero a medida que pasaba la temporada, provocaba el acordarse todavía más de estos futbolistas, especialmente de los dos primeros.

Benteke y Delph en un partido con el Aston Villa en la 14/15. / Fuente: i1.mirror.co.uk
Benteke y Delph en un partido con el Aston Villa en la 14/15. / Fuente: i1.mirror.co.uk

Sherwood al mando de la remodelación

Tras reafirmar a Tim Sherwood como comandante del barco para la temporada 2015-2016 (después de llegar para sustituir a Paul Lambert en el banquillo salvando al equipo del descenso a la Chmpionship la campaña anterior), se abría un halo de luz de esperanza en los aficionados villanos. Llegaban nuevos nombres para remodelar el equipo: en la portería, Mark Bunn (Norwich); en defensa, Cissokho (Oporto), Lescott (West Brom), Richards (Manchester City), Amavi (Niza), Crespo (Córdoba) y Llori (Liverpool); en el centro del campo, Veretout (Nantes), Gueye (Lille); y en la delantera, Adama Traoré (Barcelona), Sinclair (Manchester City), Gestede (Blackburn) y Ayew (Lorient). Todos ellos se sumaban a los Guzan, Okore, Carlos Sánchez, Carles Gil o Agbonlahor, aunque éste último iba a tener una temporada algo más especial, y no precisamente positivo para los hinchas villans. También surgiría una gran expectación en torno al canterano Jack Grealish, quien daría más que hablar fuera que dentro de los terrenos de juego.

La temporada echaba a andar y comenzaba de la mejor manera posible, con victoria ante el recién ascendido Bournemouth fuera de casa por 0-1, tanto de Gestede. Sin embargo, esas esperanzas y felicidad que brotaban tras la primera victoria, se comenzarían a desvanecer a medida que pasaban las jornadas, mientras que la segunda victoria no llegaba. Jornada número diez y tras caer nuevamente (por sexta vez consecutiva) Sherwood sería destituido, siendo el entrenador más efímero del club. Llegaba en su lugar el francés Remi Garde. La primera vuelta se cerraba con ocho puntos, después de lograr tan sólo una victoria y cinco empates.

Remi Garde en el banquillo de Villa Park. / Fuente: i1.mirror.co.uk
Remi Garde en el banquillo de Villa Park. / Fuente: i1.mirror.co.uk

20 partidos después, segunda victoria

Nadie se imaginaba que en la segunda vuelta llegaría el segundo triunfo, sí, el 12 de enero (20 partidos después) tras el 1-0 al Crystal Palace, gracias al gol en propia del meta rival Hennessey. Nuevamente aparecerían esas ligeras esperanzas. La gente creía en un milagro para evitar el descenso a los infiernos de la Championship, como conseguiría el Leicester la temporada pasada. Todo esto sería un espejismo, a pesar de que después de esa victoria rascaban un empate ante el flamante líder de Ranieri. La tercera y última victoria de la temporada llegaría ante el Norwich por 2-0 un mes después.

Tercer entrenador: Eric Black

De nuevo, tras la derrota ante el Swansea -verdugo de Sherwood-, Garde sería despedido tras acumular seis derrotas consecutivas, mismo motivo por el que fue destituido su predecesor. Le reemplazaría el escocés Eric Black, un parche para un auténtico problema que se olía cada vez más cerca: el descenso. Como comenzaba este artículo, la 'muerte' del Aston Villa en la Premier era algo 'anunciado'. Se terminaría consumando, paradójicamente, en Old Trafford, el famoso 'Teatro de los sueños', sueño que se terminaba 28 años después.

Los últimos cuatro encuentros serían un mero trámite, en la misma línea que toda la temporada, sacando un punto de doce posibles. Un empate a cero ante el Newcastle de Rafa Benítez que les condenaba y acompañaría a los villanos a Championship. A pesar de ello, los aficionados decidieron tomárselo con humor, celebrando los córners como si de un gol se tratara, e incluso los tantos rivales, como sucedería en ésta última jornada ante el Arsenal cuando anotó Giroud. Así, con alegría, despedían a la Premier League.

Forma de juego

El juego del Aston Villa se ha caracterizado todo este año por algo apático, triste y desangelado. Un equipo muy débil en defensa, muestra de ello son los 76 goles encajados. Con Guzan en portería en la mayoría de partidos, le acompañaban como principal pareja de centrales Richards y Lescott, objetivos de críticas, especialmente éste último. En los laterales Hutton, en el derecho, y Richardson o Cissokho en el izquierdo. En la sala de máquinas, comenzaron siendo titulares con Sherwood el holandés Bacuna y Gueye, finalmente terminarían con Black formando un trivote Carlos ‘La Roca’ Sánchez, Gueye y el galo Veretout. Como jugadores más adelantados, Ayew, Carles Gil y Gestede, ya que Agbonlahor y Grealish fueron perdiendo protagonismo a medida que lo cobraban fuera de los terrenos de juego como se verá posteriormente. Si la defensa era un ‘coladero’, la delantera era un claro reflejo de equipo falto de ideas. Tan sólo 27 goles, siendo Jordan Ayew el máximo anotador con siete dianas.

Evolución del sistema de juego del Aston Villa. A la izquierda, once tipo de Tim Sherwood. A la derecha, once tipo de Eric Black, muy similar al de Remi Garde:

Influencia de temas extradeportivos

El Aston Villa se ha visto esta temporada envuelto en numerosos temas extradeportivos, pero de lo más importante, han sido las protestas en contra de Randy Lerner, propietario del club. Los hinchas villanos claman contra él después de la mala gestión que les ha llevado al descenso. “Orgullosa historia, ¿qué futuro?”, esa es la pregunta que se hace la mayoría de aficionados del Villa.

Protestas de los aficionados 'villanos'. / Fuente: www.nbcdeportes.com
Protestas de los aficionados 'villanos'. / Fuente: www.nbcdeportes.com

Además, el capitán e ídolo villano, Gabriel Agbonlahor sería apartado del equipo por Eric Black. Así lo reflejaba el Twitter del equipo: “Gabby Agbonlahor no jugará el partido de este próximo sábado frente al Chelsea. Se está llevando a cabo una investigación interna, por lo que el jugador no participará con el primer equipo hasta que ésta concluya”. Todo esto llega después de que fuera visto en Dubai fumando ‘cachimba’. Sin embargo, dos semanas después, justo el día del descenso tras caer en Manchester, se publicarían unas fotos del capitán en un hotel junto a dos chicas, algo que provocó la ira de los aficionados que estallarían contra él. Tampoco hay que olvidar que a lo largo de la temporada mostraría un estado físico marcado por el sobrepeso.

Agbonlahor pasado de peso durante la temporada. / Fuente: www.telegraph.co.uk
Agbonlahor pasado de peso durante la temporada. / Fuente: www.telegraph.co.uk

Y otra de las figuras señaladas es Jack Grealish. El joven canterano comenzó sería víctima, como su compañero Agbonlahor, de las redes sociales. En junio se haría publica una foto del joven de 20 años (por aquel entonces 19) durmiendo en una calle de Tenerife, con un paquete de tabaco y en estado de embriaguez. Meses después, salía de nuevo a la luz su nombre, pero otra vez por asuntos extradeportivos. Fue apartado del primer equipo tras ser visto en un club de Manchester después de la derrota frente al Everton. Futbolísticamente hablando, en los 16 partidos que ha disputado esta temporada, todos ellos se han saldado con el mismo resultado: la derrota.

‘Second City derby’

Cinco años después, Aston Villa y Birmingham se verán las caras en el conocido “Second City derby”, después del descenso de los “The Blues” en el 2011. Los aficionados de ambos equipos mantienen una gran rivalidad, muestra de ello, es la manera en que celebraron los del Birmingham el descenso de sus archienemigos. Incluso su entrenador, Gary Rowett, afirmó alegrarse del descenso del Aston Villa. Recordar que el pasado mes de septiembre pudimos vivir un aperitivo en un encuentro descafeinado al comienzo de la temporada de Capital One Cup entre ambos conjuntos que terminó con la victoria villana en su propio estadio gracias a un solitario gol de Rudy Gestede. Por tanto, un aliciente para la siguiente temporada de Championship.

Atrás quedan años de historia villana con 23 títulos nacionales, destacando siete ligas, siete FA Cup, cinco Copas de la Liga y una Comunnity Shield, además de que consiguieron alzarse con la Liga de Campeones y la Supercopa de Europa en 1982, llevando el nombre del Aston Villa a lo más alto de Europa.