El plan se repite año tras año. En junio empieza la ilusión con algún fichaje de renombre. En julio, la pretemporada indica que esta vez sí, esta es la temporada del Arsenal. En agosto afloran unas ligeras dudas que pronto se resuelven citando el inicio de temporada y todo lo que trae consigo. Pero con el cambio de año llegan las decepciones. El Arsenal ya está fuera de la lucha por la Premier League, tiene un rival complicado en la UEFA Champions League, la Capital One está olvidada y la FA Cup puede resolver un curso que, una vez más, volverá a ser una ocasión perdida. Porque este equipo parece estar hecho de momentos decepcionantes.

Momentos que han sido oportunidades que se han dejado escapar. Así ha sido el curso 2015/2016 del conjunto gunner. Un océano de ocasiones que se han marchado como vinieron: sin hacer ruído. ¿Qué será de este equipo cuando aproveche esos momentos? De momento no se sabe, porque nunca se ha demostrado.

Como no podía ser de otra manera, la Premier League estaba entre ceja y ceja antes del pitido inicial de una competición que se resiste desde la temporada 2003/2004. Once años habían pasado desde que el Arsenal se había coronado como el mejor equipo de Inglaterra y doce son los que se cuentan tras una nueva decepción. Y lo que es peor, este año dependían de ellos mismos. El Chelsea quedó relegado a un segundo plano tras un inicio decepcionante que se llevó por delante al mismísimo Mourinho. El Manchester United no terminaba de arrancar y el Liverpool lo hizo con la llegada de Klopp, eso sí, demasiado tarde. Así pues, el Manchester City iba a ser el único rival en la pelea por un título que tuvo a un invitado de excepción: el Leicester City.

El equipo de Ranieri plantó batalla desde el primer momento, pero quedaba por saber cuánto iban a aguantar. Ahora se sabe que 38 partidos, pero en octubre cualquier aficionado lo descartaba como un posible campeón. Así pues, con un mínimo de regularidad, los de Wenger hubieran vuelto a hacer historia. Se hubieran alzado con el primer puesto y hubieran entrado otro año más en la máxima competición continental sin tener que sufrir las malditas previas. Esto último se ha conseguido, pero lo primero no. Es momento de saber los motivos.

Un inicio complicado

Las expectativas estaban altas, más aún tras haber ganado la Community Shield al Chelsea en la que fue la primera, y única, victoria de Wenger sobre Mourinho. Aquel escenario se planteaba maravilloso: el Arsenal llegaba bien, sus rivales titubeaban y las posibilidades de salir campeón aumentaban. Pero no. En el primer encuentro, disputado en casa ante el West Ham, la primera decepción. Los hummers, como si de un anticipo de su temporada se tratara, se impusieron con solvencia 0-2 ante unos aficionados gunners que no pudieron ver ganar a su equipo hasta el tercer partido en el Emirates Stadium, pues el encuentro de la tercera jornada, también en casa, terminó en empate ante el Liverpool, uno de los equipos que se antojaba como rival. De esta manera, se conseguían cuatro de los primeros nueve puntos como local, algo que no resulta halagüeño.

Los jugadores del West Ham celebran un gol ante el Arsenal | Fotografía: West Ham
Los jugadores del West Ham celebran un gol ante el Arsenal | Fotografía: West Ham

Tras los primeros cinco partidos, el Arsenal era cuarto con diez puntos de quince posibles

A mediados de septiembre se disputa el quinto partido. Frecuentemente, se dice que los primeros cinco encuentros de una liga marcan el devenir de un equipo, pues en el Arsenal se puede decir que se ha cumplido. Tres victorias, un empate y una derrota dejaban diez de los quince puntos en un casillero que iba a ir subiendo de forma irregular. Los de Wenger se encontraban cuartos, superados por Manchester City -primero-, Leicester -segundo- y Manchester United -tercero-. Este panorama no iba sino a empeorar con el siguiente encuentro, nada más y nada menos que en Stamford Bridge ante el Chelsea de Mourinho. La polémica, como no podía ser de otra manera, estaba servida y una expulsión de Gabriel Paulista alteró un encuentro que terminó 2-0 para los blues.

Como si fuera un punto de inflexión, tras este partido el Arsenal enlaza cinco encuentros consecutivos ganando (ante Leicester City, Watford y Swansea, fuera de casa, y ante Manchester United y Everton en el Emirates Stadium) que le alzan hasta el segundo puesto, empatando a veinticinco unidades con el Manchester City a finales de octubre. Se habían disputado ya once jornadas y el equipo de Wenger parecía convertirse en una alternativa para el título.

Las lesiones, siempre presentes

Sin embargo, un nuevo giro en la historia se iba a producir. En la jornada 12, los citizens empatan ante el Aston Villa fuera de casa, por lo que el equipo gunner tiene la oportunidad de alzarse con el primer puesto. Empiezan a desaprovecharse las oportunidades, pues también termina en empate su encuentro ante el Tottenham y todo sigue igual en la parte alta de la clasificación. Que esto iba a cambiar estaba claro. Al empate ante el equipo de Pochettino se unió el cosechado ante el Norwich y la derrota ante el West Bromwich Albion. Siete puntos se escapaban en un abrir y cerrar de ojos y el Arsenal, como no podía ser de otra manera, caía hasta la cuarta posición.

Alexis se lamenta en el partido ante el West Bromwich Albion | Fotografía: Arsenal
Alexis se lamenta en el partido ante el West Bromwich Albion | Fotografía: Arsenal

Hasta 19 jugadores han estado lesionados en algún momento de la temporada 2015/2016

Este mal mes de noviembre tiene un causante clave: las lesiones. Hasta siete jugadores pasan por la enfermería en el decimoprimer mes del año. Ellos, junto a los tres que han caído en octubre y que no se han recuperado a tiempo, hacen que la plantilla esté bajo mínimos. Una vez más, el hándicap vuelve a estar en el mismo sitio. Temporada tras temporada, son numerosos los jugadores del equipo londinense que no pueden acabar sin tener que parar. En este curso 2015/2016 han sido hasta 19 los futbolistas que han estado lesionados en algún tramo de la campaña.

Con parte de los efectivos recuperados, se llega al mes más importante en Inglaterra y, también, al más duro. En él, se forma al ganador de la Premier League, pues soportar la concentración de partidos solo está al alcance de los más fuertes. En términos generales, este último mes del año es bueno para el Arsenal. Se consiguen cuatro victorias de los cinco partidos que se disputan y se termina en el primer puesto, algo que se refuerza en la segunda vuelta. Sin embargo, se sufre la derrota más abultada de toda la liga. La visita a Southampton, que podría haber dejado al equipo aún más líder, termina pasando de una posibilidad a una auténtica decepción. El 4-0 encajado descubre los puntos débiles de un conjunto que ha sufrido en líneas defensivas a lo largo de las competiciones que ha disputado.

Año nuevo, líder nuevo

El último encuentro del 2015 se convierte en una victoria dulce ante el Bournemouth en casa. En esta ocasión, sí aprovechan el empate del Leicester ante el Manchester City y se ponen líderes empatados con los foxes. Este empate se iba a deshacer tras la época navideña. De vuelta a los terrenos de juego, el gol de Koscielny ante el Newcastle deja líder en solitario a un Arsenal que se iba a olvidar de ganar durante los próximos cuatro encuentros.

Koscielny celebra el gol ante el Newcastle que dejó al Arsenal líder | Fotografía: Arsenal
Koscielny celebra el gol ante el Newcastle que dejó al Arsenal líder | Fotografía: Arsenal

El Arsenal pasó del primer puesto al cuarto en cuatro partidos

Cuando tenían todo en su mano para ser líderes en meses importantes de la temporada, el equipo echa todo por la borda. Empatan ante Liverpool, Stoke City y Southampton y pierden ante el Chelsea en casa. Es, precisamente, este partido el que les quita el primer puesto. El Leicester ha ganado su partido ante los potters 3-0 y el Manchester City empata con el West Ham igualando las unidades del casillero gunner. Del primer puesto, al cuarto. De la ilusión, a la decepción en apenas quince días.

Febrero, el reflejo de la temporada

Si hay un mes que describe perfectamente cómo ha sido la temporada del Arsenal es febrero. El segundo mes del 2016 tiene luces y sombras a partes iguales. Se inicia con el ya mencioado empate ante el Southampton que deja al equipo cuarto, con el Leicester a cinco puntos, el Manchester City a dos y el Tottenham en tercer lugar con los mismos puntos en el casillero. El rival histórico también iba a luchar por la Premier League. La primera semana iba a terminar con una victoria ante el Bournemouth fuera de casa que zanjaba la mala racha y servía para recuperar la tercera posición. Todo volvía a la normalidad, pero en el horizonte se dibujaba un rival al que ganar sí o sí.

Tras la victoria ante el Leicester en casa, el Arsenal estaba a dos puntos del liderato

El 14 de febrero, día de San Valentín, en el Emirates Stadium hubo de todo menos amor. El Leicester City, que ya no sorprendía a nadie, llegaba líder al campo del equipo que deseaba, como ninguno, el título liguero. Cinco eran los puntos que separaban a uno y otro equipo antes del pitido inicial. Tras el gol de Vardy, la ventaja se elevó hasta ocho, mientras que con el de Welbeck en el tiempo de descuento, descendió hasta las dos unidades. Había liga. Había posibilidades de ser campeón. Había un traspiés que se iba a volver a producir.

Welbeck celebra el gol ante el Leicester City | Fotografía: Arsenal
Welbeck celebra el gol ante el Leicester City | Fotografía: Arsenal

Porque tras haber encadenado dos jornadas seguidas recortando puntos, el Arsenal se dejó unidades en su visita a Old Trafford. El Manchester United ha sido un equipo capaz de lo mejor y de lo peor a lo largo de la temporada y ese día desplegó su mejor fútbol. O su mayor poderío ofensivo, dependiendo cómo se mire. Rashford, con un doblete, y Ander Herrera, inutilizaron los goles de Welbeck y Özil para alejar un poco más el título.

En la jornada 27ª no aprovechó las derrotas y empates de sus rivales

El peor momento, posiblemente, llegó en la 27ª jornada liguera. Con todo a su favor, pues disputaban un partido en casa ante el Swansea, tenían la oportunidad de aprovechar el empate del Leicester contra el West Bromwich Albion, la derrota del Tottenham ante el West Ham y la del Manchester City ante el Liverpool. Los deberes, una vez más, no se hicieron, y lo que podría haber sido una piedra en el camino de los foxes hacia el título, resultó ser un punto de ventaja más ante unos rivales que se iban tropezando de forma continuada. Esta fue la última derrota en liga, pero dejó muy tocado al equipo de Wenger.

Un duelo directo menos. Una ventaja cada vez mayor

Llegaban los últimos diez encuentros de la temporada y era el momento de dar un golpe sobre la mesa. Además, la jornada 29 dejaba un enfrentamiento directo ante el Tottenham, el eterno rival que se había entrometido en los planes del Arsenal. Aaron Ramsey indicó el camino, pero Alderweireld y Kane pusieron en ventaja a los locales. Tuvo que ser Alexis el que equilibrara de nuevo una balanza que dejaba un punto en cada casillero y una fiesta en Leicester, pues el equipo de Ranieri se iba hasta los cinco puntos de ventaja con el cuadro spur y hasta los ocho con el gunner.

En esta disposición se llega a mitad de marzo, un tramo de la temporada donde se recuperan lesionados pero se aplaza un partido, el de la jornada 30 ante el West Bromwich Albion, el cual se disputará el 21 de abril y terminará en victoria por 2-0. Este dato que parece no tener demasiada importancia, sí lo tiene en la clasificación, pues durante algo más de un mes, el Arsenal cuenta con un encuentro menos que hace aumentar la distancia con la cabeza de la clasificación. Lo que deportivamente tiende a igualarse al final del campeonato, psicológicamente pesa en las mentes de unos jugadores que, prácticamente, descartan el título liguero.

En abril, el Arsenal era cuarto con Leicester, Tottenham y Manchester City por encima

En abril, todo se tuerce un poco más. El Manchester City, que contaba con dos encuentros aplazados, disputa uno de ellos, lo gana y supera en la clasificación a un Arsenal que baja hasta la cuarta plaza. Tras recuperar el partido aplazado, llega el momento de jugar las últimas cuatro jornadas. Ante el Sunderland se van, posiblemente, todas las opciones de salir campeón. El empate a cero no deja recortar distancias a un Tottenham que había empatado. Además, el Manchester City vuelve a colocarse tercero tras su victoria ante el Stoke City, por lo que se llega a mayo con la incertidumbre, incluso, de saber si se obtendrá una plaza para la UEFA Champions League o no.

Hasta cuatro jugadores del Sunderland enciman a Alexis en un partido que acabó 0-0 | Fotografía: Arsenal
Hasta cuatro jugadores del Sunderland enciman a Alexis en un partido que acabó 0-0 | Fotografía: Arsenal

Un buen tramo final y un premio mayor de lo esperado

La jornada 36ª dejaba alegrías y tristezas en Londres, todas ellas por el resultado del Tottenham. El equipo de White Hart Lane empataba ante el Chelsea, por lo que el Leicester City se alzaba como campeón de la Premier League. Lo que era un secreto a voces no desconcertó demasiado a un Arsenal que se despidió del título demasiado pronto. Aunque sí hubo ocasiones en las que los chicos de Wenger pudieron ilusionarse con hacer algo grande, lo cierto es que nunca estuvieron a la altura. De esta forma, tras la victoria del cuadro gunner ante el Norwich, se recupera la tercera posición y se acercan al equipo de Pochettino, que seguía segundo.

A dos jornadas para el final, llegaba un partido fundamental en la lucha por el futuro, como bien dijo Wenger en la rueda de prensa previa al encuentro. El Manchester City y el Arsenal se citaban en el Etihad Stadium para saber qué equipo iba a disputar la fase previa de la próxima edición de la UEFA Champions League y cuál adquiría su billete para la fase de grupos. Tras el empate a dos, eran los de Londres los más beneficiados, pues mantenían la tercera plaza y la ventaja respecto al equipo citizen. Además, este punto rebajaba a dos la distancia con el Tottenham, un rival que iba perdiendo energía a medida que se aproximaban los últimos compases de la competición.

El Arsenal volvió a quedar por encima del Tottenham tras ganar al Aston Villa

Con el segundo puesto como el único objetivo por alcanzar en la última jornada, se presentaba el Arsenal en el Emirates Stadium. Un campo abarrotado de aficionados que celebraban a partes iguales los goles de sus jugadores y los que se producían en St. James’ Park, donde los spurs caían de forma estrepitosa ante un Newcastle ya descendido. El 5-1 de los de Benítez sobre los de Pochettino era vitoreado por un público gunner que, finalmente, ve como su equipo se queda con un subcampeonato cosechado con más pena que gloria.

Giroud celebra uno de los goles ante el Aston Villa | Fotografía: Arsenal
Giroud celebra uno de los goles ante el Aston Villa | Fotografía: Arsenal

Bien es cierto que no quedaban segundos en la Premier League desde la temporada 2004/2005, once años en los que el rendimiento del conjunto de Wenger no ha sido el deseado, pero esta temporada, en Londres, deja la sensación de que podrían haber hecho algo más. Teniendo en cuenta que son el único equipo que ha logrado ganar al Leicester, campeón de la competición, en las dos ocasiones en las que se han visto las caras, un mínimo de regularidad hubiera provocado que el Arsenal ocupara el puesto más alto de la tabla.

Gráfico con la posición del Arsenal cada jornada
Gráfico con la posición del Arsenal cada jornada

Caminos calcados

Comparando los cuatro equipos que han quedado en lo alto de la tabla clasificatoria de la Premier League, llama la atención la poca diferencia que existe entre los puntos obtenidos en la primera vuelta y en la segunda por el Arsenal. Si en los dieciocho primeros partidos de la competición sumaban 36 unidades, 35 eran las que aumentaban hasta 71 el casillero al final de la temporada. Solo un punto de diferencia que deja claros los problemas que ha tenido el equipo a lo largo del curso, los cuales han estado influenciados, en gran medida, por las lesiones. Precisamente, en este apartado, se viven dos meses de calvario muy remarcados. El primero es noviembre, donde el equipo nota un bajón en el rendimiento cuando se queda sin una de sus mayores estrellas: Alexis Sánchez. El segundo llega en marzo, donde a los lesionados de larga duración se unen otros futbolistas fundamentales como Ramsey o Cech.

Guión parecido sigue el Manchester City, que también adquiere más puntos en la primera vuelta (35) que en la segunda (31). Por el contrario, Leicester City y, sobre todo, Tottenham, mejoran mucho en los últimos 18 partidos de la temporada. Los de Ranieri suman cinco unidades más en la segunda vuelta que en la primera, donde obtienen, nada más y nada menos que 38. Por su parte, los de Pochettino son seis los puntos de ventaja que añaden a su casillero. A los 32 de la primera vuelta hay que añadir los 38 de la segunda.

Un problema recurrente: el gol

Si de algo ha pecado el Arsenal, además de no aprovechar las ocasiones, es de falta de gol. Constantemente Wenger se ha referido a ello como uno de los inconvenientes de uno de los grandes equipos europeos. Giroud parece no ser suficiente en un equipo que ha sido el que menos goles ha anotado de los cuatro primeros de la clasificación. Manchester City, Tottenham y Leicester, por orden, han superado los 65 goles en 38 encuentros del Arsenal. Una media de 1,71 goles por encuentro que no resulta suficiente para hacer daño a los rivales.

El hecho de no tener un goleador lo suficientemente destacado, es algo que debe preocupar a la entidad de Londres. El ariete francés ha anotado dieciséis tantos en los 38 encuentros que ha jugado en liga. Sus goles suponen el 25% de los de su equipo, un dato muy alejado del 36,23% de Harry Kane, el máximo goleador de Inglaterra, el 35,29% de Vardy o el 33,80% de Agüero, un jugador que ha estado un gran tramo de la temporada lesionado.

Si, además, sucede algo similar a lo que ha pasado esta temporada con Giroud, que estuvo quince encuentros de liga sin anotar un gol, el equipo se resiente. Bien es cierto que Welbeck no ha podido contar con los minutos deseados por las inoportunas lesiones que le han mantenido fuera de los terrenos de juego más tiempo del que puede estar sobre el césped, pero es momento de que el Arsenal busque un ariete de garantías. El francés ha demostrado no poder cargar con todo el peso del gol, por lo que si quieren ser más agresivos de cara a la portería contraria, es necesario tener un delantero de referencia.

Vardy, Kane o Agüero, han sido jugadores con mayor regularidad de cara a la portería contraria

En el lado opuesto está uno de los jugadores revelación de la temporada, Jamie Vardy. El máximo goleador del Leicester City estuvo anotando durante once jornadas consecutivas, logrando el récord. Más intermitentes han sido Harry Kane y Sergio Agüero, los otros exponentes de los equipos que han quedado en las cuatro primeras posiciones. Un mal arranque del inglés es el único pero que se le puede poner a otra temporada excepcional para él, que ha terminado con el trofeo al máximo goleador. El argentino ha estado lastrado por las lesiones, pero ha hecho partidos memorables como aquel en el que le endosó cinco goles al Newcastle.

Desconexiones francesas y, también, alemanas

Si Giroud es un jugador irregular, más aún es su compañero de equipo Mesut Özil. El excelente centrocampista alemán ha demostrado sobre el terreno de juego que es capaz de cambiar la cara de su equipo para bien y para mal. Si tiene un partido redondo, el Arsenal, a buen seguro, tiene garantizada la victoria. Por el contrario, cuando decide no participar demasiado en el juego de construcción gunner, su equipo cuenta con un jugador decisivo menos. Ve los huecos como nadie, filtra balones imposibles y puede deshacer el entramado defensivo rival con un solo toque, pero su poca estabilidad sobre el césped, hace que su rendimiento no sea siempre el mismo.

Este año tenía más a tiro que nunca batir el récord de asistencias en una sola temporada. Una cifra que lleva situada en los veinte pases de gol desde que en el curso 2002/2003, Thierry Henry, lo lograra con el Arsenal. Cuando solo en la primera vuelta consiguió quince, todos los calendarios perdían hojas a pasos agigantados pensando cuál sería el momento en el que la estrella alemana superase la cifra del francés. Sin embargo, una segunda vuelta con más pena que gloria, ligada a algunas lesiones, hizo que solo sumara cuatro pases de gol más. En total, 19 asistencias que le convierten en el máximo asistente del campeonato, por delante de Christian Eriksen, del Tottenham, que se ha quedado en 13.

¿Con la lección aprendida?

Con el punto y final a la competición ya puesto, solo queda saber si el Arsenal habrá aprendido la lección. Si en las temporadas venideras dejará de pasar oportunidades como las que se le han presentado este curso. Con equipos como el Chelsea, el Liverpool o el Manchester United ya eliminados, el Manchester City parecía un rival más que asequible viendo la temporada de los de Pellegrini. Bien es cierto que el Leicester ha acumulado menos partidos que el equipo gunner, pero la plantilla y la disposición de un club y otro daban más que favoritos a los de Londres.

Finalmente, parece que se tendrán que quedar con ese subcampeonato, con haber vuelto a superar a su gran rival de la ciudad, un Tottenham que no queda por encima del Arsenal desde el curso 1994/1995, y con haber hecho de Özil el mayor asistente de la competición, aunque la irregularidad haya marcado su paso por este curso. Queda claro que la temporada del equipo de Wenger está llena de oportunidades desaprovechadas en una ocasión perdida.