Se marcha una perla del Emirates Stadium. Serge Gnabry, mediapunta alemán del Arsenal, ha sido traspasado al Werder Bremen por seis millones de libras. Después de llegar procedente del Stuttgart en 2011, con la papeleta de futura estrella que le acreditaban en Alemania, el germano nunca llegó a ganarse la confianza del excéntrico Arséne Wenger, pues tras cinco años en el club "gunner" (la temporada pasada estuvo cedido en el West Brom) solo ha sido capaz de disputar catorce partidos, anotando un único gol ante el Swansea City en la temporada 2013/2014.

Rápido, agilidoso y con capacidad para jugar tanto por ambas bandas como por el centro, el alto coste de su fichaje se debe, en gran parte, a la magnífica Olimpiada que ha firmado el bueno de Serge junto a su país, en la que se proclamó subcampeón y consiguió ser el máximo goleador del torneo con seis goles en seis partidos. Casi nada.

El director deportivo del club alemán se ha mostrado muy contento con su contratación, llegando a afirmar que llevaban varios años siguiendo las evoluciones de Gnabry: "Estamos encantados de que Serge se haya decantado por el Bremen, a pesar de que tenía muchas más ofertas. Después del fracaso con Max Kruse (que se lesionó de gravedad a los pocos días de fichar), nos vimos en la necesidad de actuar y esta contratación nos hará crecer mucho como equipo. Serge es un jugador de una gran calidad que además cuenta con un margen de mejora muy amplio".

El propio futbolista ha tenido tiempo para conceder a los medios alemanes unas pocas palabras que reflejan la ilusión que le genera este nuevo proyecto: "Estoy muy contento. Era importante para mí venir a un club que me garantizara la práctica continuada de mi fútbol. Los dirigentes han trabajado muy duro para que yo esté aquí y espero devolverlo todo en el campo y que consigamos muchos triunfos".