Los de Koeman sufrieron su primera derrota de la temporada tras caer el Bournemouth. Un gran Harry Arter en la primera mitad, controló la posesión del balón asistiendo a Junior Stanislas para hacer el primero. En la segunda parte los ‘toffees’ buscaron el gol en la portería de Boruc, pero sin suerte gracias al gran trabajo defensivo de los locales. 

Harry Arter dirige y desarma a Koeman

El equipo de casa manejaba la posesión con bastante soltura en los primeros minutos, pero sin tener demasiado empuje. Sus posesiones más peligrosas en los primeros tres minutos no le permitieron alcanzar ni una vez la portería de Stekelenburg. La banda derecha del Everton, con las asociaciones con Yannick Bolasie, fueron el primer frente que buscaron los 'toffees'. La velocidad del 14 con las apariciones por esa zona de Barkley y Lukaku, complicaban la defensa de los hombres de Eddie Howe. El congolés explotó sus posibilidades contra un Daniels muy solo, ya que Jordon Ibe no suele prodigarse en exceso en labores defensivas.

Antes del minuto diez, llegó el primer acercamiento para los locales con una prologación de cabeza de Stanislas que recogió Wilson. Pisando área, el delantero se encontró con Phil Jagielka, que evitó el remate. Sin embargo eso provocó a la delantera del Everton, que en la siguiente jugada aprovechó un gran saque de falta de Ross Barkley para rematar. Artur Boruc detuvo con una mano providencial lo que pudo ser el primer gol del equipo de Liverpool. Las primeras oportunidades iniciaron un partido más directo, que casi rompe Wilshere con una gran jugada por la derecha del Bournemouth. Llegando a línea de fondo, le cedieron la pelota y disparó por encima del portero estrellándola en el larguero. Los ‘cherries’ continuaron con su asedio con las internadas de Ibe por la izquierda. Coleman no acertó a cerrar el centro y el remate del joven inglés tuvo que sacarlo un defensor a córner. Mejoraba con el paso de los minutos el equipo local, que animado por la grada veía como tenía el balón y las primeras ocasiones.

Artur Boruc detuvo con una mano providencial lo que pudo ser el primer gol del equipo de LiverpoolHarry Arter, además de llevar el timón del Bournemouth, se animó con una internada en el área que cruzó demasiado ante la pasividad del equipo visitante. Los de Howe sacaban el balón jugando cómodamente desde atrás, no sufrían en exceso en los primeros veinte minutos tras las primeras embestidas del Everton y tenían el balón, que era lo más importante. Con tal dominio local, Arter encontró a Stanislas muy solo en la frontal del área y el inglés disparó muy cerca de la escuadra para hacer el único gol de la tarde en el Vitality Stadium. Koeman no encontraba la fórmula mientras Arter se encargaba de mover a los ‘cherries’ con total tranquilidad y acierto.

Barry lucha el balón con Wilshere. Foto: @Everton
Barry lucha el balón con Wilshere. Foto: @Everton

Con el paso de los minutos Bolasie apareció de nuevo. Coleman dio el apoyo, el irlandés conectó con el congoleño, que dejó para Barry y éste hizo trabajar a Boruc con un gran disparo. El Everton volvía a dar señales de vida en el encuentro solo por la derecha, donde sufría más en defensa el Bournemouth. Pero fue un espejismo. En cuanto los locales pudieron recuperar el balón, lo dominaban con facilidad y no sufrían. El buen hacer de los de How llevó el partido hasta los últimos minutos de la primera parte sin que sufrieran prácticamente nada. Con el resultado negativo, el Everton no terminaba de encontrar los espacios. 

Algo del Everton, mucho del Bournemouth

La segunda parte comenzó de una forma muy similar a la primera. El Everton tenía el balón mientras los locales esperaban para robar. Pero poco tardó el Bournemouth en meterse de nuevo en el choque con una falta lateral que remató de chilena Cook sin acierto. Cuando Arter, Smith y Stanislas movían la pelota por la derecha, llegaban las oportunidades. Un par de combinaciones de los tres jugadores dio aire al equipo y recuperaron la superioridad en cada lance del juego. La gente más ofensiva del Everton no aparecía. Ni Barkley, ni Lukaku ni Mirallas habían sido determinantes, así que Koeman buscó refresco. Cleverley y Deulofeu sustituyeron a Barry y Mirallas para remontar la visita al Vitality Stadium.

Mejoró notablemente el equipo de Liverpool, el extremo español buscaba continuamente las salidas por banda y convirtió el partido en un correcalles. Subió el ritmo, Arter desapareció y el Everton empezó a encontrarse con el fútbol directo. Artur Boruc tuvo que salvar un centro de Deulofeu que se envenenaba, mientras Callum Wilson intentaba encontrar algún balón entre Williams y Jagielka. Sin embargo el Bournemouth seguía sin sufrir en exceso. Apuraban pases más peligrosos de lo necesario, se jugaban posesiones en zonas donde no obtendrían un gran beneficio, pero más allá de eso no sufrían cuando atacaban los ‘toffees’ porque Lukaku no tocaba la pelota.

Eddie Howe empezó a gestionar los cambios cuando vislumbró que su equipo empezaba a tener grietas y sustituyó a un cansado Ibe por Gradel. Más velocidad en banda para aprovechar las subidas de Coleman en busca del empate. También Wilshere dejó su lugar en el campo, tras unos muy buenos minutos, a Gosling para que el equipo pudiera recuperar el centro del campo, perdido entre los intentos veloces de Bolasie y Deulofeu. Pero el Everton tenía que apretar y vaya si lo hizo. A base de balones largos que debía bajar Lukaku, Bolasie y Barkley se vieron provistos de balón. Buscaron los desajustes entre los centrales ‘cherries’ y quedaron muy cerca de encontrarlos.

El entrenador holandés el Everton cerró el capítulo de cambios convirtiendo su equipo en un vendaval ofensivo. Enner Valencia se unió al potencial que ya estaba en el campo en busca del empate. Eso provocó que Bolasie empezara a aparecer por dentro, en posiciones donde los jugadores del Bournemouth no tenían fuerzas para pararle. Partiendo del medio y hacia la derecha, el congoleño encontró el espacio para poner un centro que Valencia remató fuera cuando estaba completamente solo.

Con los cinco minutos de añadido, el Everton intentó de todas las formas posibles llevar el balón arriba pero los nervios y las prisas nunca han funcionado bien en el fútbol. Los visitantes cada vez sacaban el balón con más dificultades y Gosling pudo hacer la sentencia tras un gran robo de balón de Gradel. El partido terminó con un centro desesperado desde la derecha que, ante la imposibilidad de remate, Williams terminó por golpear a Smith en la nariz con el codo, lo que provocó un río de sangre del 15 del Bournemouth. Cuando el jugador se recuperó, no hubo tiempo para nada más.

13 puntos para Everton, 7 para Bournemouth

Los toffees no pudieron seguir la estela del Manchester City y se quedan con 13 puntos, por detrás del Liverpool, igualados a puntos, y Tottenham. El equipo de los cherries, sale de la zona más peligrosa con la victoria, igualando a siete puntos con Hull, Leicester, Watford y Crystal Palace. Es el segundo triunfo de los de Howe y la primera derrota de los de Koeman

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