Está en estado de gracia. Lo de Son estas últimas semanas es para quitarse el sombrero. Por la derecha, por la izquierda, encarando, tirando a puerta, combinando, sin miedo a fallar. La confianza que tiene el surcoreano en estos momentos está rozando el clímax de su carrera deportiva y gracias a él los "spurs" han terminado logrando los tres puntos en Rusia ante el CSKA de Moscú. Y no tres puntos cualquieras, la verdad.

Lo cierto es que ambos equipos llegaban al partido con caminos bastante parecidos, pues cada uno de ellos se había mostrado intratable en el campeonato liguero hasta el momento. Victorias en casa, unidas a grandes partidos como visitantes y al pinchazo en la primera jornada de la Copa de Europa. El partido tenía un gran cartel.

Sin cambios importantes en el once, la inclusión de Trippier en el lateral derecho se antojaba como la única sorpresa en el conjunto de Mauricio Pochettino, junto con las titularidades de Janssen y Lamela. El holandés tiene una gran oportunidad por delante después de la lesión de gravedad de Harry Kane, pero hoy no ha sabido arprovechar esa ocasión. Tendrá más titularidades, obviamente, pero el tiempo se le escapa.

Lamela luchando un balón. Foto: Sky Sports
Lamela luchando un balón. Foto: UEFA

Centrándonos estríctamente en el encuentro, lo cierto es que la primera parte del mismo estuvo más rellena de sombras que de luces. Decepcionante, por parte de los dos equipos. Más el CSKA que el Tottenham, claro está. Los "spurs" lo estuvieron intentando, llegando a controlar hasta un 68 % de la posesión del balón, pero la precisión en tres cuartos de cancha reinaba por su ausencia. Ni Alli, ni Lamela, ni Janssen, ni Eriksen, que era el único que lo intentaba desde lejos con varios disparos que se marcharon por encima de la portería de Akinfeev.

Mientras, los rusos a lo suyo. Defender bien juntos atrás para así salir a la contra y aprovechar la envergadura de Lacina Traoré en ataque. Menudo gigantón el costamarfileño, estuvo todo el partido peléandose con Alderweireld y Vertonghen. No obstante, la mejor ocasión caería en las botas de otro jugador reconocido, Tosic. Centro de Eremenko desde la izquierda que queda rechazado en la frontal del área, para que el propio Tosic, completamente solo, la envíe rozando el larguero de Hugo Lloris. Pochettino respiraba, el fantasma del Mónaco se había asomado en el estadio y no parecía querer marcharse.

Antes del final del primer periodo, llegaría el momento de Alli en el encuentro. Mal despeje de la defensa del CSKA, que aprovecha el mediapunta inglés para sacarse un latigazo que tocaría en la cruceta. Medio Tottenham se echaba las manos a la cabeza. Normal, el partido cambiaría desde que se abriera la lata, y a punto estuvieron de hacerlo a pocos minutos del descanso.

Son durante el partido. Foto: Sky Sports
Son durante el partido. Foto: UEFA

Eso sí, con la llegada de la segunda mitad, otro gallo cantaría a favor de los "spurs". Un Son mucho más activo, y un Lamela mucho menos fallón, se unieron para conseguir el primer y único gol del partido. Pase magnífico de Lamela entre líneas para que Son, en mano a mano contra Akinfeev, acabe introduciendo la bola al fondo de las mallas. 0-1 y lo más difícil ya se había conseguido. 

La consigna ahora era clara, juego de posesión para marear a los rusos y certificar una victoria importantísima. Y vaya si lo hicieron. Las entradas de Nkoudou y Winks aportaron un toque nuevo a los ingleses que buena falta hacía. Muy destacable el papel del francés, sobre todo. Con amplitud de banda en la izquierda y eligiendo perfectamente el momento en el que había que avanzar o mantener el control, espléndida toma de decisiones la suya.

Con este resultado el Tottenham se quita toda la presión de encima que tenía después de haber perdido ese primer partido fatídico en Wembley ante el Mónaco, y deja el grupo bastante igualado con diferencia de un solo punto entre todos los clubes. La próxima jornada espera el Leverkusen, y una victoria ante los alemanes sería un paso de gigante de cara a la clasificación para los octavos de final. El grupo está bonito y el Tottenham sabe lo que quiere y a lo que juega. Es ahora o nunca.