Inicio muy intenso el vivido en el Stadium of Light como se podía esperar de un partido tan parejo, los gatos negros se mostraron muy decididos, se asociaban y dominaban tácticamente. Mientras que los baggies no encontraban la forma para contrarrestar los constantes ataques del cuadro local.
Sunderland necesitaba revertir la imagen que dejó en la jornada anterior ante Crystal Palace, a los tres minutos Jermain Defoe estuvo cerca de anotar el primero, aunque la jugada fue anulada de forma polémica.
Un espectáculo de pases de primer nivel aunque el West Bromwich Albion no generó ocasiones tampoco la estaba pasando bien. Le faltaba más dinámica e intensidad, tampoco pudo plasmar aquel juego directo por el que se hizo famoso.
A los ocho minutos los gatos negros llegaron por segunda vez al área rival y los baggies no mostraban argumentos futbolísticos como para pensar que podría reponerse temporalmente.
West Bromwich Albion tuvo su primera llegada pero no tuvo fortuna, a través de algunos chispazos colectivos por momentos lograba equiparar las acciones. Los locales flaqueaban en su última línea y casi lo pagan muy caro. El partido fue muy cambiante, de una dominación absoluta de Sunderland pasó al del West Bromwich Albion que capitalizó sus contragolpes y empezaba a dar pelea.
Llegada la mitad de la primera parte sí las acciones se emparejaban, los gatos negros estaban urgidos de volver a sumar para poder tener intactas sus posibilidades para mantenerse en la Premier League. Los baggies adoptaron un libreto habitual en ellos, jugar de contragolpe y aprovechar las falencias defensivas del Sunderland.
Los chicos de David Moyes estaban en serios problemas, la intensidad que mostraron en los primeros minutos se diluyó y les cedió el protagonismo a los visitantes. Por cómo se desarrolló el primer tiempo estaba para cualquiera de los dos. Sunderland perdió la posesión del balón en el mediocampo y cometió demasiadas faltas por la ansiedad de romper la igualdad.
A los 25 minutos, Ben Foster fue una muralla y evitó la caída del arco de los baggies. Los del noroeste volvieron a la carga en un encuentro donde las falencias defensivas eran evidentes en ambos equipos. El resultado parcial fue el reflejo de la paridad que existe en la máxima categoría del fútbol inglés. De cara al complemento, alguno tendría que arriesgar más si quisiera adjudicarse los tres puntos.
En el momento más inesperado, los baggies tomaron ventaja, Nacer Chadli anotó el primero. Sunderland estaba muy complicado y agravaba aún más su situación. Los planes de los gatos negros cambiaron rotundamente para el complemento, a todo o nada.
En el segundo tiempo el Sunderland cambió de actitud y entró decidido a revertir el mal momento. Adelantó sus líneas y se asentaron mejor aunque estaban muy lejos de aquel rendimiento que mostró en el primer tiempo.
West Bromwich Albion volvió al limbo de las impresiones y le costaba muchísimo volver a meterse de lleno al partido. El desarrollo fue completamente diferente de la propuesta vista al inicio.
Los baggies reaccionaron lentamente, estuvieron cerca de agudizar más la crisis de los gatos negros. Partido intenso, trabado, dinámico y muy parejo. Ahora si el resultado reflejaba lo que pasaba en el campo de juego aunque era muy escueto. Las falencias defensivas dejaban expuesto a Sunderland.
El cansancio era visible en ambos equipos, aunque por momentos ninguno tiraba la toalla y nos regalaban un espectáculo deportivo de primer nivel. A los 70 minutos Defoe tuvo el empate tampoco pudo aprovechar esa inmejorable ocasión. Los gatos negros estaban en su mejor momento, las impresiones en defensa y definición fueron constantes dolores de cabeza. Lo intentó por todas las vías, tuvo dos claras que tranquila hubieran podido cambiar el desarrollo del partido.
A los 83 minutos, el holandés Patrick van Aanholt le dio un respiro a Sunderland. Pese a que no mostró su mejor versión, hizo meritos inclusive como para adjudicarse los tres puntos.
En la octava jornada que se jugará entre el sábado 15 y lunes 17 de octubre, Sunderland visitará a Stoke City. Mientras que West Bromwich Albion será local ante el complicadísimo Tottenham Hotspur.