Como si fueran polos opuestos, Arsenal y Middlesbrough llegan a la novena jornada liguera en una situación muy distinta a la que vivían en el inicio liguero. Si los de Wenger arrancaban perdiendo ante el Liverpool y empatando ante el Leicester, ahora suman siete victorias consecutivas y once partidos seguidos sin perder. Segundos, igualados a puntos con el Manchester City de Guardiola, intentarán sumar tres unidades más para aprovechar un tropiezo citizen. Con un empate y una victoria comenzaron el curso 2016/2017 los dirigidos por Aitor Karanka. Lo que parecía un camino en línea recta hacia la permanencia se ha torcido y de qué manera. Resulta que esa iba a ser la única victoria que iban a sumar los del Riverside Stadium hasta la novena jornada, cuando intentarán añadir tres unidades más a un casillero estancado en las seis.
El Boro tiene que dar un volantazo o puede empezar a sufrir. Sunderland, 20º con dos puntos, Swansea, 19º con cuatro, o Stoke City, 18º con seis, le persiguen para eludir el descenso. Un tropiezo más y caerán por primera vez en la temporada a los puestos peligrosos de la clasificación. La idea está clara: conseguir la permanencia. Para ello tienen que ser, más que nunca, un equipo y volver a demostrar aquello que les llevó a ocupar puestos europeos después de haber jugado tres jornadas ligueras. Si el Middlesbrough es uno de los equipos con peor balance actualmente, el Arsenal es el mejor. Con pleno de puntos en los seis últimos encuentros, los gunners no han hecho otra cosa que escalar posiciones en la tabla. Lejos de acomodarse, los jugadores y el propio Wenger muestran ambición por hacer de esta temporada un curso especial. Un año en el que volver a lo más alto de la clasificación, justo cuando más se han reforzado los equipos de Mánchester o cuando empiezan a resurgir los conjuntos de Londres como Chelsea o Tottenham.
Carga positiva
Si en este partido hay algo positivo, lo pone el Arsenal. Los del Emirates Stadium están intratables. Además de liderar junto al Manchester City la clasificación de la Premier League, también se alzan en lo más alto de la tabla del Grupo A de la UEFA Champions League. Lejos de amedrentarse ante el Paris Saint Germain, los de Wenger han demostrado estar listos para plantar batalla y han hecho todo lo que estaba fijado en sus planes: sacar algo positivo de Francia y ganar los dos partidos ante los rivales más fáciles en casa. Precisamente, uno de esos dos enfrentamientos fue el último de los londinenses.
El Arsenal ha dejado la portería a cero en cinco de las siete victorias consecutivas
El pasado miércoles se midieron al Ludogorets búlgaro en un Emirates Stadium que disfrutó más que nunca con el 6-0 endosado por su equipo. Los tantos de Alexis y Walcott en la primera mitad desnivelaron un marcador que se abrió aún más con el gol de Oxlade-Chamberlain y el hat-trick de Mesut Özil. Reconociendo el gran nivel ofensivo del equipo, Wenger sorprendió en sala de prensa al ensalzar el gran rendimiento de sus jugadores en la faceta defensiva, algo que les ha llevado a dejar la portería a cero en cinco de los siete partidos consecutivos que han acabado en victoria.
Más sufrido fue el triunfo ante el Swansea en la última jornada liguera. El equipo dirigido por Bradley presentó batalla ante un Arsenal que se llegó a poner con dos goles de ventaja tras el doblete de Walcott. Sigurdsson antes del descanso descontaba la distancia en el marcador, pero Özil la ampliaba de nuevo a la hora de partido. A partir de ahí, todo empezó a torcerse para un conjunto gunner que veía, en primer lugar, como Borja Bastón situaba el definitivo 3-2 y, en segundo lugar, como tenía que afrontar los últimos veinte minutos de encuentro con diez jugadores tras la expulsión de Xhaka.
Carga negativa
Demasiado daño el que le hacen los goles en contra al Middlesbrough. Aunque es cierto que los de Karanka no han encajado una cuantía de goles muy elevada, el rédito que han sacado los rivales de ellos sí es muy alto. Con apenas once goles encajados en ocho encuentros, el Boro ha ganado un encuentro, empatando tres y perdiendo cuatro. Comparándolo con el Liverpool de Klopp, que solo tiene un gol en contra menos, resulta sorprendente que mientras que los reds son cuartos, los del Riverside Stadium sean 17º. Es aquí cuando empieza a cobrar importancia la reacción en los encuentros. Una reacción que, teniendo en cuenta que solo han dejado su portería a cero en un partido, pasa por un buen balance ofensivo que les permita dar la vuelta al resultado cuando el rival se pone por delante. Sin embargo, la estadística determina que el Middlesbrough es el tercer equipo que menos tantos anota, con siete, uno más que Sunderland y Burnley.
El Middlesbrough es el tercer equipo que menos tantos anota
Sin marcar y con un tanto en contra se marcharon los aficionados del estadio el pasado fin de semana. Con tan solo un punto en cuatro encuentros como local, el equipo de Karanka calca las estadísticas de Sunderland y Swansea, ambos en descenso. Pobre rendimiento el de un equipo que si tiene que hacerse fuerte en un lugar es, precisamente, ante su afición. El Watford consiguió llevarse los tres puntos gracias al tanto de Holebas en el minuto 54 de partido. Con más de media hora por delante, las ocasiones llegaron para los locales, pero la materialización seguía faltando.
Mejores resultados están sacando de sus partidos lejos del Riverside Stadium. Con una victoria y dos empates, solo han perdido un encuentro como visitantes. Uno de esos empates se produjo en su visita al London Stadium para enfrentarse al West Ham de Slaven Bilic. Stuani puso por delante al Boro pero Payet dejó en evidencia a la defensa colándose hasta el área y rematando a placer ante la estirada de Víctor Valdés.
Superioridad incontestable
Lo representado en la tabla de la Premier League bien se puede extrapolar al historial de enfrentamientos entre ambos equipos. De los 130 encuentros que se han vivido entre Arsenal y Middlesbrough, prácticamente la mitad -64- han caído del lado gunner. 33 victorias del Boro y los mismos empates completan un balance claramente decantado hacia el equipo de Londres. Más elevado es el porcentaje de victorias en los enfrentamientos disputados en el Emirates Stadium. Cuarenta de los 63 partidos dejaron contenta a la afición local, mientras que en solo siete ocasiones el triunfo voló hasta Middlesbrough.
El Arsenal gana el 49% de los partidos y anota el 61% de los goles en los enfrentamientos ante el Boro
En el apartado goleador ocurre algo parecido. De los 403 tantos que se han marcado en esos 130 encuentros, 249 pertenecen al Arsenal. Más de un sesenta por ciento que deja clara la superioridad gunner una vez más. Con una media de 3,1 goles por partido, este enfrentamiento puede dejar diversión a los aficionados al fútbol que se den cita para verlo. Algo más bajo fue el promedio de goles en el último enfrentamiento entre ambos equipos. Fue el 15 de febrero de 2015 en un partido de FA Cup disputado en Londres. El equipo de Wenger se impuso 2-0 gracias al doblete de Olivier Giroud en apenas dos minutos. Este triunfo supuso un paso más en un campeonato que, finalmente, iba a recalar en las vitrinas gunners tras imponerse al Aston Villa.
Un puzle hecho contra piezas sueltas
Si por algo parece diferenciarse un equipo del otro es por la interacción entre sus hombres dentro del esquema. Mientras que Wenger parece haber dado con la tecla exacta, Aitor Karanka aún tiene que realizar el puzle perfecto entre las piezas que han llegado en el pasado mercado estival y las que ya estaban en el equipo de Middlesbrough. Desde luego, no es algo sencillo, pues se puede tomar como ejemplo el caso del Arsenal, en el que no han rendido los jugadores como se deseaba hasta que todos ellos se han conocido a la perfección.
Tras el encuentro ante el Ludogorets, Arsène Wenger citaba una palabra que bien puede definir la clave de la gran racha del equipo: equilibrio. El Arsenal está más equilibrado que nunca. En portería no hay discusión alguna. Mientras que Petr Cech disputa los encuentros ligueros, David Ospina rinde a la perfección en la Champions League. La pareja de centrales formada por Mustafi y Koscielny era la pieza que faltaba a un esquema de juego que recibía más goles de los deseados. El alemán y el francés se han entendido en tiempo récord escoltados en los laterales por Bellerín y Monreal.
En las ocho primeras jornadas ligueras del año pasado, el Arsenal llevaba 13 goles a favor. Ahora, 19.
El centro del campo es lo que más cambia en un equipo con muchas posibilidades. Si Coquelin era un fijo, ahora parece alternar titularidad con Xhaka, otro de los fichajes que ha mejorado la cara gunner. Cazorla sí parece insustituible en un doble pivote que conecta con la línea formada por Özil, Walcott e Iwobi. Aunque Oxlade-Chamberlain también tiene oportunidades, estos parecen ser los tres que cuentan con la confianza de un técnico francés que ha apostado por Alexis Sánchez en la punta de ataque. El chileno ha adelantado su posición y aporta todo lo que le faltaba a Giroud: gol, dinamismo y entrega. Los datos respaldan la decisión. Si la temporada pasada el Arsenal llevaba trece tantos a favor en las primeras ocho jornadas, ahora lleva 19. Cinco de ellos han sido de Walcott, mientras que cuatro han sido aportados por Alexis.
Con jugadores de renombre cuenta también Aitor Karanka. A hombres importantes en el ascenso como Stewart Downing, Ben Gibson, Stuani o Gastón Ramírez, se han unido Víctor Valdés, Álvaro Negredo o Barragán, entre otros. El proyecto, a principio de temporada, parecía alentador. Aunque estaba claro que su objetivo iba a ser la permanencia, muchos abogaban a que ésta iba a ser conseguida con cierta tranquilidad por el equipo del Riverside Stadium. Ahora, transcurridas ocho jornadas ligueras, parece que todo se va a complicar un poco más porque las piezas no terminan de encajar. Es competencia de Karanka lograr que todos sus hombres se entiendan sobre el terreno de juego para cambiar la dinámica de un equipo a la deriva.
Mike Dean, la carga neutra
El que no puede irse al lado positivo ni al negativo es Mike Dean, el colegiado designado para este encuentro. Con 48 años ya es un fijo en la Premier League, donde lleva 17 temporadas. En el presente curso ya ha dirigido siete encuentros en los que ha mostrado 32 cartulinas amarillas, expulsando a un jugador por doble amonestación. En numerosas ocasiones se ha visto las caras con ambos equipos. Si al Arsenal le ha dirigido en 59 encuentros, en 34 lo ha hecho con el Middlesbrough.
El balance con el equipo gunner es de 24 victorias, 19 empates y 16 derrotas. La última vez que equipo y colegiado coincidieron sobre un terreno de juego fue el pasado 24 de abril en la visita de los londinenses al Stadium of Light. En aquella ocasión, el Sunderland logró conseguir un punto tras un empate a cero que dejó seis amonestados. El balance de Mike Dean con el Middlesbrough no es tan esperanzador, pues han logrado siete victorias, trece empates y catorce derrotas. La última vez que estuvieron frente a frente fue en el último partido de Championship en el que los de Karanka se enfrentaban al Brighton & Hove Albion. El empate a uno final pudo ser bien diferente si el Boro hubiera aprovechado la expulsión de Dale Stephens a la hora de encuentro. Tres amarillas más fueron mostradas al equipo dirigido por Chris Hughton.
Altas, bajas y posibles alineaciones
A la baja ya comentada de Granit Xhaka, por sanción, se unen las de Mertesacker, Welbeck y Akpom. Wenger tiene varias incógnitas para este encuentro, pues Cazorla salió renqueante del partido ante el Ludogorets del pasado miércoles. El español sufrió una patada que obligó al técnico a sustituirle cuando quedaban treinta minutos para el final. Pendiente de evolución se encuentran también Olivier Giroud y Aaron Ramsey. El entrenador ya ha desvelado que no va a correr ningún riesgo con ninguno de los dos jugadores, por lo que no entrarán en la convocatoria final. En cuanto al Middlesbrough, Karanka no podrá contar con James Husband, que tiene una lesión en el hombro. Tampoco podrá ser alineado Calum Chambers, que está cedido por el propio Arsenal. Leadbitter y Fabio da Silva son las grandes incertidumbres para el técnico vasco.