El Liverpool no encontró en la primera parte los huecos necesarios para hacer el primer gol pese a que monopolizó la posesión. En los últimos minutos, Origi y Milner ajusticiaron al Sunderland en Anfield.

Lesión de Coutinho y atasco ofensivo

El ambiente inmejorable de Anfield invitaba a los de Klopp a controlar el partido desde la posesión. Sin embargo, en los primeros minutos del partido, los black cats querían plantarles cara apareciendo por los dos flancos. Otro de los puntos que intentó aprovechar fue el contragolpe con la velocidad de Defoe y la calidad de Anichebe para mantener la posesión de espaldas a la portería.

Pero para contrarrestar el sistema de David Moyes preparó para Liverpool, el arma más poderosa de Anfield eran las largas posesiones y la velocidad de los tres hombres de ataque. Sólo Anichebe esperaba entre los centrales del Liverpool, Defoe varió su posición para jugar en la banda izquierda. Denayer era el hombre importante del sistema defensivo, ya que desde el primer segundo se pegó a la espalda de Coutinho para evitar sus actuaciones.

Coutinho en una acción durante la primera mitad. | Foto: @LFC
Coutinho en una acción durante la primera mitad. | Foto: @LFC

Cuando los hombres del equipo red mantenían la posesión, el encuentro recordaba a otras jornadas de la Premier, como ante el Hull, Watford o Leicester. Las llegadas de Defoe, el más peligroso del Sunderland, provocaron un córner que, tras varios rechaces dejaron el balón a Pienaar que en el mano a mano con Karius, disparó al cuerpo y salió de nuevo a córner. Con algunas acciones del equipo de Moyes se igualaron las fuerzas antes del minuto 20 de encuentro. Las posesiones del Liverpool se hacían precipitadas buscando llevar el balón al área.

A propósito o no, el Sunderland se iba acercando a Loris Karius con disparos lejanos. Sadio Mane, aprovechando un mal rechace, salió en velocidad para deshacer por primera vez la presión de la defensa visitante. Eso cambió algo en la mente de los de Klopp y empezaron a aprovechar su velocidad en el pase para llegar sobre la meta de Pickford, aunque sin demasiado peligro para el guardameta.

Cuando se aceleraba el partido, los reds apretaban en zona ofensiva a la hora de recuperar balones. En una de esas jugadas, Mané cedió para Coutinho, que se internó en el área, dribló y terminó por perder el control del esférico. Pero el brasileño quedó tendido en el suelo, doliéndose del tobillo derecho tras recibir un gol de N’Dong. En su lugar tuvo que entrar Divock Origi, que cambió los planes tácticos del equipo. Firmino caía a la izquierda y el belga se colocó en la punta.  

Watmore en posesión del balón en Anfield. | Foto: @SunderlandAFC
Watmore en posesión del balón en Anfield. | Foto: @SunderlandAFC

Pese a la lesión del mejor hombre del Liverpool, la entrada de Origi aportó velocidad y una de las ocasiones más claras de la primera mitad. El ‘27’ sufrió una falta que botó con mucha calidad Henderson al segundo palo, donde Lovren remató completamente solo a unos centímetros del palo de Pickford. Seguían pasando los minutos y aunque la posesión se mantenía en las botas de los de Klopp, no tenían excesivo peligro sobre la portería rival. El asedio de los últimos siete minutos de la primera parte fue total. Aparecían jugadores del Liverpool en todas las acciones con ventaja, se internaban en el área, pero sin llegar a concretar un buen disparo.

Origi encuentra el hueco y decide el partido

La segunda mitad arrancó en el mismo nivel que terminó la primera. Los locales mantenían la posesión, controlaban todos los aspectos del juego limitando al máximo las salidas del Sunderland. Solo cuando Pickford se hacía con la pelota conseguían frenar, al menos unos segundos, las oleadas y oleadas de los reds. Milner estuvo cerca de anotar el primer gol tras un centro de Wijnaldum que se paseó ante la portería rival.

Con la mejoría del Liverpool impulsó a la grada de Anfield que empujaba para que llegara el primer tanto. De nuevo dentro del área, Firmino apareció para disparar abajo junto al palo izquierdo, pero no pudo con Pickford. Además de la presión ofensiva, el Sunderland veía como no tenía salida fácil cuando Anichebe tenía que mantenerse en banda derecha para cerrar a Clyne y Defoe, que no tuvo opciones, esperaba como un centrocampista más.

Anichebe pelea el esférico con Henderson. | Foto: @SunderlandAFC
Anichebe pelea el esférico con Henderson. | Foto: @SunderlandAFC

Emre Can, Firmino, Origi, Wijnaldum y Mané encerraban más y más a los black cats con sus acercamientos cada vez más peligrosos. Pero no había que perder de vista a los hombres de Moyes, que con una falta consiguieron encadenar cuatro ocasiones que levantaron todas las alarmas en las gradas de Anfield. Anichebe aguantó de espaldas dentro del área, cedió para Watmore y el control se le marchó demasiado largo para darle un segundo a Karius, que le cerró todo el espacio.

A balón parado de nuevo la tuvo Henderson con un lanzamiento directo que salió rozando la cruceta derecha de Pickford. Un minuto más tarde era Mané el que erraba un disparo muy claro a un metro de la portería tras el saque de un córner. Y al final llegó el tanto. Divock Origi dribló en la izquierda, sacó un disparo envenenado que engañó a Pickford y le daba ventaja.

Firmino controla ante la mirada de Jones. | Foto: @LFC
Firmino controla ante la mirada de Jones. | Foto: @LFC

Se tenía que destapar el Sunderland, que buscó en el banquillo revolucionar el partido. Pero eso solo hizo que los reds aparecieran con más espacios a la espalda de los centrocampistas. Con Emre Can y Henderson más fijos, los tres de arriba con la ayuda de los laterales por fuera y Wijnaldum por dentro, asentaron las bases defensivas del centro del campo evitando que llegara un tanto que dejara ir dos puntos.

Los espacios que cedían los laterales Jones y van Aanholt era la zona más aprovechada por Firmino y Emre Can –convertido en extremo en acciones ofensivas- para lanzar centros peligrosos. En los últimos minutos, era Mané el hombre explosivo y el que realmente podría hacer daño. Así lo hizo provocando un penalti de N’Dong en el último minuto del encuentro que se encargó de convertir Milner.

Firmino dispara ante la mirada de John O'Shea. | Foto: @SunderlandAFC
Firmino dispara ante la mirada de John O'Shea. | Foto: @SunderlandAFC

Con el segundo gol, Klopp aprovechó para hacer debutar a Ben Woodburn, el jugador de la fábrica del Liverpool entrando por Wijnaldum. El joven de 17 años disfrutó de un minuto sobre el terreno antes de que Anthony Taylor señalara el final del choque.

Los Reds siguen en la pelea, el Sunderland no sale del descenso

El Liverpool salvó un fin de semana muy difícil en Anfield para sumar 30 puntos y colocarse de nuevo por encima del Manchester City en el gol average. A expensas del resultado del choque del Chelsea, se colocan como líderes y suman once jornadas sin perder, con ocho victorias y tres empates desde la derrota ante el Burnley. Por parte del Sunderland, cortan su racha de dos victorias y se mantienen con ocho puntos en la zona de descenso, concretamente en el último puesto de la clasificación después de la victoria del Swansea ante el Crystal Palace

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