El encuentro comenzó con excesiva calma y pasividad por parte de ambos conjuntos, los locales se adjudicaron el control de la posesión mientras que los black cats se centraron en tratar de aprovechar los contraataques derivados del juego de sus rivales. A pesar de ello, hasta el minuto 15 no iba a quedar demostrada la necesidad de lograr los tres puntos que tenían los dos clubes, ya que fue entonces cuando Fernando Llorente disfrutó de la primera ocasión del partido tras rematar un balón de cabeza centrado por el isalndés Gylfi Sigurdsson.

Control insuficiente

Fue a partir de ese momento cuando se perdió cualquier tipo de táctica o estrategia, ya que el duelo se rompió por completo a partir del minuto 20 y durante más de un cuarto de hora se pudieron ver ocasiones de peligro en ambas porterías. El primero en golpear fue el Sunderland, ya que gracias a un espectacular saque del guardameta Pickford consiguió plantarse en el área rival en apenas tres toques, pero tras un gran pase de Pienaar, Jermain Defoe no fue capaz de batir a Fabianski y desaprovechó una de las ocasiones más claras para su equipo en todo el primer tiempo.

Los cisnes reaccionaron a la perfección, y la profundidad generada por los desmarques de Barrow y Routledge en ambos extremos generaron una gran cantidad de faltas que posteriormente se convertirían en oportunidades para adelantarse en elmarcador. Con un cobrador de libres directos como Sigurdsson y jugadores tan altos como Fernando Llorente, Mawson o Amat, las jugadas a balón parado son todo un arma para los de Gales y tanto el central español como el inglés pusieron a prueba a la zaga del Sunderland, pero entre el desacierto de los mismos y el buen estado de forma de Pickford, el luminoso del Liberty Stadium seguía marcando el 0-0 inicial tras los primeros 45 minutos de juego.

Fuente: Premier League
Fuente: Premier League

Intercambio de papeles

Nada más empezar la segunda mitad, el Sunderland dio un golpe sobre la mesa y asumió el rol de equipo dominador de la posesión, tan solo tres minutos después de dar comienzo el segundo tiempo, Defoe recortó en la frontal y generó un disparo que acabó a escasos centímetros de la meta local. Pero cuando mejor estaban los de Moyes, Denayer cometió mano dentro de su propio área tras una serie de regates de Routledge, y el hombre que se había echado el equipo a la espalda durante todo el primer tiempo, Gylfi Sirdgusson, fue el encargado de convertir la pena máxima para acabar poniendo el 1-0 en el marcador en el minuto 50.

Los galeses olieron la sagre de sus rivales y supieron aprovechar la ocasión, con la ayuda de su público fueron controlando cada vez más el duelo, fruto de ello llegó una ocasión en el minuto 53 en la que Barrow se quedó solo ante Pickford después de un medido pase en profundidad de Fulton pero el joven meta inglés mandó el balón a córner gracias a una gran parada. En ese mismo saque de esquina, la pizarra de Bradley dio resultado y con un movimiento de nueve puro, Fernando Llorente despistó a la zaga rival y gracias a un toque sutíl mandó el balón al fondo de las mallas anotando de este modo el segundo gol para los suyos.

Sirdgusson tras marcar el primer gol de la tarde. Fuente: Swansea
Sirdgusson tras marcar el primer gol de la tarde. Fuente: Swansea

El dominio del Swansea fue permanente, y en el minuto 80 una recuperación de Britton en el centro del campo derivó en la serie de regates que permitió a Montero poner un centro perfecto para que Fernando Llorente sentenciase el partido. Esta victoria da alas a los swans que suman su segunda victoria en tres encuentros, resultados que poco a poco les acercan a la salida de los puestos de descenso y que con total certeza servirán de motivación de cara a el decisivo mes de diciembre al que se enfrentan los galeses.