El número dos describe casi a la perfección el 2016 de Hull City. Dos categorías, dos entrenadores, dos temporadas y un año dividido en dos partes bien marcadas. Una primera en la que encontró a los Tigers luchando en el Championship en búsqueda de lograr un rápido retorno a la máxima categoría del futbol inglés; y una segunda etapa, ya disputando la Premier League, que tuvo turbulencias, idas y vueltas, y hasta un cambio de entrenador, situaciones que lo llevaron a naufragar en la parte baja de la tabla de posiciones.
Volver a rugir: Championship, playoff y Wembley
La primera parte del año para Hull City se destacó por su vuelta a lo más alto del futbol inglés de la mano de Steve Bruce. Los Tigers, que habían descendido a la segunda categoría en la temporada 2014/15, llegaron a la gran final en el mítico estadio Wembley con la ilusión de quedarse con la tercera plaza por el ascenso y de esa forma acompañar al Middlesbrough de Airton Karanka y a Burnley en su regreso a la Premier League.
Hull City llegó a la final de los playoff tras derrotar a Derby County en un global de 3-2 en una apasionante eliminatoria. En la final los esperaba el Sheffield Wednesday, quien tenía la ilusión de retornar a la máxima categoría de Inglaterra después de 16 años. El encuentro final se resolvió gracias a un tiro de larga distancia de Diamé -el senegalés luego ficharía por el Newcastle en el mercado de verano- en la segunda parte de un partido controlado casi de punta a punta por los Tigers de Steve Bruce, que de esa manera se impusieron por 1-0 ante el Sheffield Wednesday y regresaron a una de las ligas más apasionantes del mundo.
El tigre cambió de domador
Llamativamente, tras el ascenso, no todo fue color de rosas para los tigres de Hull. Las notorias diferencias con las autoridades del club hicieron que Steve Bruce tomara la decisión de dejar el cargo de entrenador tras cuatro años, en los que logró la promoción a la Premier League y llegó a disputar la final de la FA Cup 2014 en la que perdió 3-2 ante el Arsenal de Wenger. Después de su salida, el ahora entrenador de Aston Villa, contó los motivos de su alejamiento en una carta abierta para los aficionados de los Tigers: “Lo que más lamento es alejarme, pero fue la decisión correcta por el bien del club. Los últimos 12 meses han sido muy duros, sentí que avanzamos por el camino correcto y ahora es tiempo que otra persona lo haga”.
La sorpresiva salida de Bruce dejó a la deriva a Hull City de cara a la pretemporada previa a su regreso a lo más alto del futbol inglés. Quien tomó el cargo de forma interina fue Mike Phelan, que hasta ese entonces ocupaba el rol de ayudante de campo de Steve Bruce. El exmano derecha de Sir Alex Ferguson tuvo que llevar adelante una dura pretemporada, en la que los refuerzos tardaron en llegar más de la cuenta y recién lograron incorporar sobre el final del mercado de verano.
A pesar de las turbulencias y la complicación con las incorporaciones, los directivos rompieron el chanchito y realizaron el fichaje del centrocampista Ryan Mason desde Tottenham Hotspur, que se transformó en la trasferencia récord para el club en un acuerdo de 12,5 millones de libras. Además de Mason, llegaron el arquero Marshall desde Cardiff City, Will Keane y James Weir desde Manchester United.
Volver siempre es complicado
Su regreso a la Premier League comenzó de gran manera, con un inesperado triunfo ante el último campeón, Leicester City: en un partido donde los Tigers dejaron todos los problemas de lado y se impusieron por 2-1 gracias Diomande y Snodgrass -el escocés fue y es el mejor jugador de Hull en esta segunda mitad de temporada-. Una semana más tarde Hull viajó a Gales para enfrentar al Swansea y se trajo una victoria por 2-0. Más tarde, ya sobre el final de agosto, recibió al Manchester United en el KC Stadium. Los tigres tuvieron una gran actuación y hasta pudieron haberse quedado con los tres puntos, pero el joven Rashford en el minuto 91 terminó con todas las ilusiones y le dio la victoria a los Red Devils por 1-0. Esos resultados obtenidos llevaron a que Mike Phelan, quien luego sería confirmado en el cargo, fuera nombrado entrenador del mes de agosto por la Premier League.
Sin embargo, desde aquella derrota ante el conjunto de Mourinho, los Tigers entraron en caída libre. Sufrieron goleadas muy abultadas contra Arsenal, Liverpool y Bournemouth. Las lesiones de varios jugadores -entre ellos Will Keane y Abel Hernández- hicieron aún más duro el trabajo de un Mike Phelan al que le costó retomar la senda ganadora y llevó a que su equipo comenzara a naufragar en el fondo de la tabla.
A lo largo de todo el año los Tigers mostraron que tienen dos caras. Una que refleja su irregular actuación en lo que va de Premier, y otra que los encuentra en las semifinales de la EFL Cup en la buscarán sorprender al Manchester United y de esa manera llegar a disputar la final en un escenario que en este 2016 le dio una gran alegría: el estadio Wembley; y vaya uno a saber si el veinte diecisiete no lo encuentra nuevamente allí. Ahora solo queda esperar que este tigre muestre su cara más feliz.