El año 2016 ha sido un gran año para los fanáticos del fútbol. No con aquellos que se contentan siguiendo a los grandes equipos, repletos de éxitos año tras año. El 2016 será recordado por los seguidores del deporte rey, y en especial por los seguidores del fútbol inglés, como el año de los 'equipos chicos'. Aquellos que con más ganas y corazón que presupuesto inscribieron sus nombres en la historia del balompié mundial, y le otorgaron a millones de seguidores la esperanza de que ese fútbol del que se enamoraron todavía existe. Ese fútbol que no era dirigido como empresa, donde no había corrupción, y donde existían historias de éxito tan impensadas que por un minuto, el color de las camisetas quedaba de lado y todo un pueblo se unía a apoyar a esa 'cenicienta'.

Esta temporada, surgió la historia del Leicester City. Según informaba la casa de apuestas William Hill, era más probable que el mismo Elvis Presley apareciera vivo que la consecución de un título por parte de los Foxes. Y sin embargo, no hubo nadie capaz de detener la impresionante historia que quedó grabada en la memoria de los futboleros alrededor del mundo.

El Leicester City sorprendió erigiéndose campeón de la Premier en la 2015/2016

La del Leicester sin duda fue la más notoria, pero hubo más historias. Menos exitosas, quizá hasta menos interesantes, pero que son igualmente destacables y que son prueba irrefutable de que aunque el dinero quiera que el hincha piense lo contrario, un proyecto bien armado y la motivación necesaria siguen siendo impulsores de proyectos exitosos.

Un ejemplo de lo anterior es sin duda el AFC Bournemouth. Su historia no es la primera que se vive de ese estilo en el sur de Inglaterra. El año 2008, los Cherries se sumerigeron en terribles problemas financieros, sumados a un reducción de 10 puntos por deudas acumuladas. El club amenazaba con desaparecer. Cayeron a la cuarta división del fútbol inglés, donde solo fueron autorizados a jugar con un castigo de 17 puntos. Además una crisis de resultados generó el despido del entrenador Kevin Bond, que sería reemplazado por Jimmy Quinn, que duraría casi nada en el cargo. Un jugador de la plantilla se encargaría del equipo en adelante. Se llamaba Eddie Howe, y con sus 31 años se convertiría en el entrenador más joven de la liga.

La temporada del club sería problemática fuera de las canchas, pero dentro de ellas, se escribía otra historia. Howe, a pesar del castigo, lograría conseguir el ascenso, y sobre finales de temporada, se confirmaría la compra del club por parte del empresario local, Adam Murray. Era el comienzo del ascenso.

Howe dejaría el equipo por Burnley, y el proyecto se estancaría de inmediato. Bournemouth regresaba a la batalla por el descenso. Pero Howe regresó, y no solo consiguió salvar al equipo, sino que también logró el ansiado retorno a la Championship. Ahí, consiguió el décimo puesto en su primera temporada, pero luego, contra todo pronóstico, se alzaría con el título y sellaría su regreso a la Premier.

Bournemouth celebra su título de Championship. (Foto: AFC Bournemouth)

Ahora, los Cherries luchan por mantenerse en la élite del fútbol mundial. En su primera temporada, no eran pocos los que los situaban entre los serios candidatos al descenso. Pero mantuvieron la categoría. Esta temporada, ya asoman como la gran revelación. Aspiran a más, y por ello, aquí se procederá a analizar las claves de un Bournemouth que promete fiesta para rato.

Eddie Howe: el año en el que se convirtió en candidato a la selección

Para pocos es extraño ya lo que ha hecho Eddie Howe en Bournemouth. El exjugador, que tomó las riendas del equipo en dos etapas durante su estadía en las etapas inferiores, ha conseguido transformar los recursos de un equipo que no posee tantos en un conjunto sólido de la Premier League.

La flexibilidad táctica que ha puesto en práctica en el sur de Inglaterra solo tiene unas cuantas bases sobre las que se sustenta, y esas son la constante presión y un juego directo de ataque, que hasta ahora le ha rendido cuentas al equipo.

Para el prestigioso medio FourFourTwo, Howe se ha transformado en el DT más popular de Inglaterra

Además, Howe ha logrado sacar a relucir talentos perdidos, como es el caso de Junior Stanislas, que ha brillado vestido de rojo y negro, a veces pareciendo el jugador que se pensaba podría llegar a ser en la cantera del West Ham.

No es de extrañar que tras el escándalo que vivió la selección inglesa este año, el nombre de Eddie Howe fue uno de los que más fuerte sonó. Un entrenador joven, con un juego vistoso y todo el futuro por delante, y con experiencia armando proyectos. No fue el momento todavía, pero parece cantado el futuro de Howe en la banca de los Three Lions.

Eddie Howe. (Foto: Getty)      

Lo cierto, es que el 2016 ha tenido un gran ganador, y ese ha sido Eddie Howe. Pasó del anonimato, a ser el entrenador de moda en Inglaterra. Su futuro ilusiona, su talento deslumbra, y su techo parece no existir.

Mercado de los Cherries: movimientos extraños

El 2016 no fue un año normal en absoluto para el Bournemouth en lo que ha fichajes se refiere. Algunos movimientos sorprendieron a la afición, tratándose de jugadores queridos o importantes para el equipo, y llevaron a cuestionar las movidas de la dirigencia del club, aunque no parece haber afectado la pérdida de estos jugadores.

Quizá uno de los casos más bullados es el de Matt Ritchie. Jugador importante en el esquema de Howe y que sonaba en equipos de primer nivel, terminó haciendo inexplicablemente las maletas hacia Newcastle, en la segunda categoría del fútbol inglés, para ponerse a las órdenes de Rafa Benítez. Un movimiento que ilustra de gran forma el mercado de fichajes de los Cherries, bastante inusual.

Otro que salió del club, para pesar de la afición, fue el zaguero Tommy Elphick. El defensa jugó 142 partidos con la camiseta rojinegra, y a través de su experiencia y rendimiento, se ganó a la afición del Vitality Stadium. A finales de la temporada pasada, atrajo interés de algunos equipos que habían sido víctimas del descenso, siendo el más fuerte el de Aston Villa. Finalmente, se lo llevarían los Villanos, donde ya es capitán. Howe lo llamó una inspiración, y el mismo jugador dijo que sus cuatro años ahí fueron los mejores de su carrera. Pero de igual forma, partió.

142 partidos completó Tommy Elphick con la camiseta del Bournemouth antes de partir

Las llegadas no quisieron ser menos en lo que a curiosidad se refiere. Una de las grandes llegadas fue la del talentoso Lys Mousset, procedente del Le Havre. También llegaron Ryan Fraser, que ya fue importante en el duelo que los Cherries le voltearon a Liverpool y el nuevo fichaje récord del club, procedente justamente de los reds, Jordon Ibe.

Pero sin duda, el mayor mérito de los sureños en el mercado fue conseguir la llegada del internacional inglés y mediocentro del Arsenal, Jack Wilshere, a modo de préstamo. Un jugador extremadamente talentoso, que desafortunadamente se ha ido perdiendo en la enfermería, y que en el club de la costa sur espera renacer su carrera. Wilshere puede ser el factor diferencial en partidos trabados gracias a su indiscutible calidad. Un verdadero lujo de refuerzo para el Bournemouth.

Matt Ritchie, uno de los que salió en el mercado de fichajes. (Foto: Getty)

Pero el que quizás ha sido el fichaje del mercado es el defensa holandés, cedido por el Chelsea, Nathan Aké. Sus excelentes prestaciones defensivas son complementadas por un gran aporte en ataque, donde se ha mostrado como un jugador con alto poder goleador, en especial por vía áerea. Mucho se especula con el regreso de este jugador a su equipo madre, y es que su temporada de escándalo no da para menos. Joven, y con un brillante futuro por delante, los Cherries esperan seguir gozando de su jugador estrella.

El jugador clave: Junior Stanislas

Esta ha sido la temporada de Junior Stanislas. El jugador inglés ha alcanzado la consolidación a los 27 años, tras un largo viaje que lo llevó desde West Ham hasta Burnley, pasando por Southend brevemente. Un jugador con un talento indudable, que recientemente pudo destapar en su madurez, y que lo convierten en el jugador clave de un equipo que cada día parece más sólido en la aristocracia del fútbol inglés.

Stanislas se formó en West Ham. Sin embargo, la falta de tiempo de juego lo hizo preferir emigrar, primero en préstamo al Southend United, y luego de forma definitiva al Burnley. Fue ahí donde conoció al joven entrenador Eddie Howe, que más tarde regresaría al Bournemouth, y se llevaría consigo a este jugador.

Howe llevó a Stanislas al Burnley, y desde allí al Bournemouth.

Su destape comenzó la temporada pasada. Goles importantes, como los de aquel memorable empate a tres ante el Everton, o aquel gol olímpico anotado al Manchester United, lo llevaron a encumbrarse como líder del equipo.

Ahora que su socio, el delantero Callum Wilson, está recuperado, esta sociedad ilusiona a los Cherries, y a la vez aterroriza a las defensas de la Premier.

¿Qué esperar del 2017?

El sólido proyecto del Bournemouth no deja más que ilusionarse con un futuro que da para mucho más. Un 2016 que sirvió a modo de consolidación para un equipo novato en la Premier, y que espera que el 2017 sea nuevamente un año de grandes logros.

El Bournemouth tiene una plantilla y un entrenador para aspirar mucho más que a la salvación. No sería sorpresa que este año traiga consigo el acceso de este equipo a competencias europeas. Los recursos están.