No pasa por la mejor de las rachas Eddie Howe. El Bournemouth arrastra cuatro derrotas en los últimos cuatro partidos y los puestos de descenso están cada vez más cerca. Con el precipicio pisando los talones de los Cherries, este sábado el equipo visita al West Bromwich con el objetivo de sacar un buen resultado que le acerque al objetivo que el entrenador inglés ha puesto de 40 puntos. Howe es bastante optimista con la situación del conjunto y apela a que el equipo “no ha cambiado nada con respecto al inicio de la temporada, solo hemos sufrido en ciertos momentos, está en nosotros recuperarnos de esta mala racha”.

Un partido fuera de casa es lo que menos necesita el Bournemouth teniendo en cuenta que ha concedido 18 goles en las últimas seis salidas, lo que significa que recibe una media de tres goles por partido. “Estamos recibiendo muchos goles, pero pienso que la manera en la que ha sucedido es un poco inusual, no creo que tengamos problemas estructurales”, comentaba el técnico de los Cherries. El West Brom no pierde en casa desde diciembre del año pasado frente al Manchester, por lo que el reto se supone aún más mayúsculo con estos antecedentes. De hecho el equipo se fue a Madrid la semana pasada en busca de marcar un punto de partida en el camino de la permanencia y el equipo se conjurase para lograr el objetivo.

Con los Baggies en la forma que se comentaba anteriormente, Howe solo tuvo palabras de admiración hacia Tony Pulis. “Lo han hecho muy bien este año, los equipos de Tony siempre son difíciles de superar y creo que este año ha añadido un toque de calidad, sobre todo con la amenaza de su contraataque”, alabó a su homólogo en el banquillo rival. La octava posición en la tabla no se regala en la Premier League y el rival que el Bournemouth tendrá este sábado delante será un hueso duro de roer. “Necesitamos puntos, necesitamos victorias y lo necesitamos rápido, pero siempre hemos sentido que estamos en el camino de alcanzar la meta de los 40 puntos”, aseguró certero el técnico de Amersham.