Apoyar la destitución de Claudio Ranieri no es la decisión más popular de las posibles, al igual que no lo fue para la directiva cesar al técnico que hizo campeón de una manera increíble a un conjunto predestinado a luchar por evitar el descenso.

El Leicester City hizo soñar a todos los aficionados al fútbol el curso pasado con que en el mundo del deporte todo es posible, y lo hizo con estilo y clase propia, además de conseguir dar la imagen de unidad en un vestuario lleno de retales de otros conjuntos. Sin embargo meses después los Foxes se han convertido en el peor equipo del país y las posibilidades de perder la categoría son reales y muy elevadas, algo que los dueños no podían permitir. 

Con este cese el club ha pasado de ser el segundo equipo de todos a un conjunto sin corazón odiado por muchos por la ingratitud mostrada con el héroe que probó a todos que lo imposible era en realidad algo al alcance de la mano. Pero dejando a un lado el corazón, y usando tan solo el cerebro, ¿tienen razón los directivos del Leicester al despedir a Claudio Ranieri? Tan solo existe una respuesta correcta: sí.

Ranieir celebrando el título de campeón. Foto: Premier League
Ranieri celebrando el título de campeón. Foto: Premier League

Una contratación no deseada

El ciclo de Claudio Ranieri en el Leicester City comenzó con una orgía en Tailandia. Los jugadores de los Foxes, liderados por Nigel Pearson se marcharon al lejano Oriente a celebrar una heroica salvación en la segunda mitad de la temporada, aunque las formas de hacerlo se hicieron públicas, terminando con el despido de un técnico querido por todos en la ciudad y la plantilla.

El elegido fue un veterano despedido de mil y un trabajos, Ranieri, que no había conseguido ganar un partido con el combinado nacional griego meses antes. La mayoría de las salidas del italiano de los equipos en que se ha encontrado han sido de manera traumática, y por ello su contratación levanto más de una ceja en el King Power Stadium en señal de extrañeza. 

Ranieri fue despedido por Roma, Inter, Mónaco, Juventus, Grecia y Valencia en los últimos 10 añosSus férreos métodos de trabajo hicieron que el vestuario tuviera que reunirse de urgencia para pedirle un poco de crédito y tratar de continuar el relajado ambiente que todos disfrutaban con Pearson al mando. Ranieri decidió ceder y en el ocaso de su carrera trató de cambiar su mentalidad italiana por una más moderada, buscando dar libertad a unos futbolistas que se habían ganado por derecho propio la oportunidad de seguir brillando en la Premier League.

Los resultados respaldaban la decisión de romano y decidió instaurar tradiciones como el famoso 'Pizza Day' tras conseguir dejar su portería a cero, y mientras las cosas iban bien, nadie trató de recordar la extraña situación vivida la pasada pretemporada cuando su elección como técnico extrañó a absolutamente todos en Inglaterra.

Vardy cree que Pearson ha sido el técnico que más ha confiado en él en su carrera. Foto: Reuters
Vardy cree que Pearson ha sido el técnico que más ha confiado en él en su carrera. Foto: Reuters

Demoledoras estadísticas

21 puntos en 25 partidos y situados en antepenúltima posición en la tabla en puestos de descenso. Cinco encuentros ganados, seis empatados y 14 derrotas, con un balance de 24 goles a favor y 43 en contra.

En 2017, el Leicester aún no ha conseguido hacer un solo gol en la Premier League, siendo el peor equipo de todas las categorías profesionales en Inglaterra en este sentido. El curso pasado tan solo perdieron tres partidos y consiguieron hacer 68 goles concediendo tan solo 36 por el camino.

El Leicester aún no ha ganado fuera de casa ni ha hecho un gol en liga en 2017La solidez defensiva del Leicester de Ranieri fue una de las claves para conseguir el título, y en cambio en esta 2016/17 son el tercer equipo menos goleador del campeonato y uno de los más goleados, habiendo recibido tan solo cinco tantos menos que el Sunderland, colista de la categoría y club con el dudoso título de haberse convertido este año en el equipo con el peor comienzo en toda la historia de la Premier League.

En 2017 suman un empate y cinco derrotas consecutivas, y mientras derrotas ante Manchester United, Chelsea o Liverpool pueden ser comprensivas, el Burnley, el Swansea City, el Bournemouth, el Watford y el propio Sunderland han conseguido robarles los tres puntos a los Foxes en los últimos dos meses.

Lo más preocupante de todo, es la bajísima forma fuera de casa, donde aún no han logrado una sola victoria en toda lo que llevamos de Premier League. Desde que el 13 de agosto el recién ascendido Hull City les derrotase por 2-1 en el primer encuentro de su defensa del título, otras nueve y tres empates han proseguido a esa primer sorprendente batacazo.

Aún deben visitar al West Ham, Arsenal, Everton, Crystal Palace, West Bromwich Albion y Manchester City, probablemente varios de los encuentros como visitantes más complicados de toda la categoría.

Los futbolistas del Leicester tras la derrota ante el Hull City. Foto: Getty Images
Los futbolistas del Leicester tras la derrota ante el Hull City. Foto: Getty Images

Eliminaciones coperas

En muchas ocasiones las copas son un soplo de aire fresco para equipos en problemas, pero no lo ha sido así para el Leicester City.

Su estreno en la Champions League pareció que servía para continuar el sueño imposible, pues consiguieron clasificarse como primeros de grupo. Pese a que los otros tres integrantes del mismo (Copenhague, Brujas y Oporto) no eran los equipos más complicados del sorteo, la realidad es que el 5-0 en el último encuentro de la fase ante el conjunto luso dolió mucho. En la ida de las eliminatorias cayeron por 2-1 ante el Sevilla, dejando todo abierto para la vuelta, aunque en la mente de la directiva seguro que también ha pesado mucho el pobre balance en las copas domésticas.

El Chelsea eliminó al Leicester en el primer partido de Copa de la LigaEn el primer partido de la Copa de la Liga cayeron eliminados por 2-4 como locales ante el Chelsea, aunque forzaron una prórroga en un partido que comenzaron perdiendo por 0-2. En la FA Cup consiguieron sobrevivir dos rondas, tras deshacerse en el mes de enero del Everton, necesitaron de un replay para eliminar al Derby County, equipo de media tabla en Championship.

La catástrofe llegó hace apenas unos días cuando el Millwall de League One consiguió imponerse en un duelo donde jugaron con 10 hombres toda la segunda parte, en lo que sin duda alguna fue una de las mayores sorpresas de la ronda copera.

En ambos casos, Ranieri decidió rotar a sus futbolistas aunque nunca consiguió un once de garantías que superase a conjuntos menores. Mientras los 11-14 futbolistas más habituales en el esquema del italiano no rendían en liga, ninguno de los suplentes consiguió inquietar el sueño del entrenador para abrirse paso en los planes del técnico romano.

Albrighton se lamenta en primer plano del gol de Cummings. Foto: The FA
Albrighton se lamenta en primer plano del gol de Cummings. Foto: The FA

Nuevos contratos, peor rendimiento

Los expertos y distintos implicados en el mundo del fútbol saben que el Leicester City del año pasado fue un caso único, un error en un sistema que se da una vez cada cientos de años. Ninguno de los futbolistas son tan buenos como parecieron la temporada anterior, y seguramente Ranieri tampoco lo sea como entrenador.

Meses después, Morgan y Huth son esos lentos y veteranos defensas centrales. Danny Simpson y Fuchs demuestran porqué llegaron libres sin contratos al club. Arriba, Vardy y Mahrez son la sombra de los jugadores que fueron el curso anterior, y la marcha de N'Golo Kanté al Chelsea parece haber sido más complicada de superar de lo esperado. Ni Andy King, ni Ndidi, ni Amartey ni Mendy han conseguido acompañar con garantías a Danny Drinkwater en el doble pivote, y ni Okazaki ni Leo Ulloa han conseguido ser esos revulsivos capaces de cambiar el rumbo de un partido en un momento dado.

Diez jugadores vieron recompensados su buena temporada con un nuevo contratoTodos ellos sin embargo consiguieron a principios de temporada un nuevo contrato, algunos de ellos como Vardy y Mahrez tras protagonizar los culebrones del verano por sus posibles marchas al Arsenal. Albrighton, Morgan, King, Schmeichel, Simpson y Drinkwater también firmaron renovaciones a largo plazo con el club, de la misma manera que lo hizo Claudio Ranieri.

Muchos expertos culpan estos millonarios contratos por la falta de hambre demostrada por estos hombres apenas unos meses después de conseguir el título. Si el equipo pierde la categoría, todos ellos harán las maletas y sin problema alguno encontrarán otro club que se haga cargo de al menos, gran parte de su ficha. 

Algunos como Vardy, con 30 años, lamentará no haber firmado por el Arsenal cuando pudo, pues los siete tantos conseguidos en lo que llevamos de temporada contrastan mucho con los 24 logrados el curso pasado. Además cabe recordarse que el año pasado fue año de Eurocopa, donde muchos futbolistas tratan de rendir especialmente bien para hacerse con hueco en la plantilla de su país, algo que consiguieron Vardy, Kanté, Fuchs y Andy King.

Vardy consiguiendo el empate ante Gales en la Eurocopa. Foto: Zimbio
Vardy consiguiendo el empate ante Gales en la Eurocopa. Foto: Zimbio

Fichajes y falta de ellos

La negativa de Ranieri a dejar salir a sus estrellas parece absolutamente comprensible, aunque ahora a toro pasado muchos se preguntan si el Leicester City no podría haber construido una plantilla absolutamente nueva con 100 millones conseguidos en ventas por Kanté, Vardy y Mahrez.

La defensa de los Foxes es una de las más veteranas de la categoría, y sin embargo el italiano decidió traer tan solo a jugadores de ataque. Salvo el guardameta Ron-Robert ZielerNampalys Mendy, llegado procedente del Niza para tratar de cubrir la baja de Kanté, el resto de fichajes fueron delanteros. Islam Slimani, Ahmed Musa y (el extrañamente desaparecido) Bartozs Kaputska llegaron para mejorar la competencia arriba, relegando a Leo Ulloa y a Okazaki a un segundo plano.

Leo Ulloa ha llamado mentiroso a Ranieri y se ha negado a volver a jugar con el clubEl delantero argentino ha sido el más enfadado con Ranieri, pues tanto él como su agente han llamado mentiroso al italiano en más de una ocasión, e incluso se ha negado a volver a vestir la camiseta del club ante las promesas incumplidas de un técnico que no ha querido dejarle salir en dos ocasiones, pero que sigue sin darle minutos de juego.

Luis Hernández firmó procedente del Sporting de Gijón para abandonar la entidad meses más tarde, cubriendo Ranieri su baja con el senegalés Molla Wague, que aún no ha debutado con los zorros.

En total, ocho llegadas y casi 80 millones de euros gastados en fichajes que no han conseguido dar un salto de calidad al campeón de la Premier League.

Ranieri con Kaputska en su presentación. Foto: Leicester City
Ranieri con Kaputska en su presentación. Foto: Leicester City

Los jugadores perdieron la confianza en él

Muchos medios en Inglaterra aseguran que tras la derrota ante el Sevilla el pasado martes, varios pesos pesados del vestuario decidieron reunirse de urgencia con el vicepresidente del equipo para pedir la destitución de Claudio Raneri. 

Varios futbolistas de los supuestamente implicados en este motín han salido al paso para desmentir este extremo, aunque visto el rendimiento en el terreno de juego de muchos de ellos, no extrañaría que fuese cierto.

Medios ingleses afirman que los futbolistas pidieron la destitución del técnico a la directivaTodos ellos saben que nunca volverán a conseguir algo como lo logrado el año pasado, y ya están esperando que vuelva a abrirse el mercado de fichajes para elegir el próximo destino en su carrera y el italiano lo sabía. "Necesito soldados, necesito gladiadores", dijo tras la derrota en FA Cup ante el Millwall. "Esto es muy extraño porque la temporada pasada ganamos por desearlo más que nadie y jugar con más corazón que nuestros rivales. Podíamos perder, pero sabíamos que lucharíamos en cada partido", dijo el Ranieri en una de sus últimas ruedas de prensa al cargo.

La temporada pasada los jugadores del Leicester City cubrieron una media de 110.1 km por partido, mientras este año en peores circunstancias, tan solo 108.7 km por partido. Nadie se habría sorprendido si el club hubiese finalizado en mitad de la tabla o entre los 10 primeros clasificados, pero en estos momentos son uno de los peores equipos del país. 

Tras el título conseguido el verano pasado, Andy King dijo recientemente: "Llevamos tiempo haciéndonos una pregunta. Tras lo logrado el año pasado, ¿a dónde vamos ahora? Desde aquí, ¿qué podemos hacer?". Resulta inevitable otorgar algo de culpa el director de esta banda que a todos hizo soñar meses atrás. Casos como el ya mencionado de Leo Ulloa no han ayudado a mantener el buen ambiente en el vestuario.

King en primer plano se lamenta tras una derrota esta temporada. Foto: Premier League
King en primer plano se lamenta tras una derrota esta temporada. Foto: Premier League

Sobrevivir a un descenso

El fútbol globalizado que vivimos en estos días nos da oportunidades magníficas de disfrutar como propios de éxitos como este del Leicester City del curso pasado. Sin embargo también hace que todos se olviden pasados unos meses

La cantidad de personas que ven los partidos del club ahora que no luchan por el título ha descendido drásticamente, y quizá dentro de unos años tan solo quede como una anomalía o una historia que contar. Sin embargo los aficionados del club, los empleados de la entidad, todos aquellos que viven en Leicester y se benefician de una manera u otra de tener un conjunto en la Premier League, necesitaban un cambio de rumbo. Como ha dicho Sam Allardyce hasta la saciedad, un descenso es devastador. Supone que muchas personas pierdan su trabajo, que el equipo desaparezca del mapa y pase a jugar los sábados por la mañana en estadios con capacidad para 10,000 personas. 

En Inglaterra se conoce a perder varias categorías consecutivas como "hacer un Leeds"Un descenso supone que los inversores que han hecho posible este magnífico título, puedan decidir desaparecer del mapa y sacar a King Power de la ecuación. La gran mayoría de los futbolistas tendría que buscarse un nuevo equipo y el técnico al cargo debería montar en tiempo récord un conjunto capaz de luchar por conseguir el ascenso lo más rápido posible.

Tan solo conjuntos con el potencial económico del Newcastle United son capaces de atraer futbolistas en la categoría de plata e incluso de conservar a sus grandes estrellas tras un descenso, pero el Leicester City no es uno de esos casos.

En Inglaterra se conoce a estos clubes como 'conjuntos yo-yos', aquellos que vagan entre varias categorías sin ver realmente afectado su estatus social, aunque luego existen casos más complejos como el del Leeds United. 

Alineación del Leeds United en la Champions League en el año 2000. Foto: Getty Images
Alineación del Leeds United en la Champions League en el año 2000. Foto: Getty Images

El Leeds United fue el último equipo campeón de la First Division, la competición que precedió a la Premier League, llegando incluso a disputar las semifinales de la Champions League en la temporada 2000/01. A esa hazaña le siguieron grandes fichajes y contratos, y tras no conseguir volver a clasificarse la temporada siguiente tuvieron que reducir drásticamente el presupuesto, vendiendo a la mayor parte de sus figuras. Esa siguiente temporada descendió a Championship y fue penalizado con 10 puntos por tener que recurrir a la administración judicial, lo que les supuso volver a descender, en este caso a League One por primera vez en su historia.

El Leeds United pasó de las semifinales de la Champions League a la League One en cinco añosCasi 10 años más tarde y tras varias temporadas en tierra de nadie, el Leeds sigue luchando por regresar a la Premier League, además de dar nombre a la expresión "hacer un Leeds" para explicar un descenso en picado, algo que puede vivir en sus carnes el Leicester City.

En 2005 el Nottingham Forest se convirtió en el primer campeón de una Copa de Europa en la historia en descender a la tercera división de su país. En 2006 el Oxford United fue el primer conjunto campeón de uno de los trofeos mayores (en este caso la Copa de la Liga) en salir de la Football League (cuatro categorías profesionales inglesas).

El Bolton Wanderers derrotó en la Copa de la UEFA en las temporadas 2006/07 al Bayern Múnich y en la 2007/08 al Atlético de Madrid y ahora se encuentra en League One. El Portsmouth también "hizo un Leeds" cuando tras ganar la FA Cup en 2008 comenzó a descender, encontrándose ahora en el cuarto escalafón del fútbol inglés (League Two) en 2017.

Diouf haciendo ante el Atleti el gol del Bolton. Foto: Getty Images
Diouf haciendo ante el Atleti el gol del Bolton. Foto: Getty Images

¿Quién se acuerda del Nottingham Forest? ¿Cuántos seguidores se ponen la alarma para seguir las hazañas del Bolton Wanderers en League One? ¿Regresará pronto el Aston Villa a la Premier League?

La temporada pasada vivirá en el recuerdo de todos, y Claudio Ranieri es el principal culpable de que medio planeta se uniese para ver los partidos de un conjunto como el Leicester City, pero nadie puede culpar a aquellos encargados de tomar las decisiones por tratar de evitar que su equipo termine convirtiéndose en una broma o en una simple anécdota.

La supervivencia del Leicester en la Premier League corre peligro, y usando tan solo el cerebro y con los datos en la mano, la destitución de Ranieri es más que merecida. Nadie le quitará lo conseguido hasta ahora, pero quizá estos próximos 13 partidos por disputar sean los más importantes de su historia. Aquellos que decidan si los Foxes seguirán en nuestras vividas, o se perderán por siempre en el anonimato.

Ranieir celebrando el título de liga. Foto: Leicester City
Ranieir celebrando el título de liga. Foto: Leicester City