Otra remontada en estos octavos de final de Champions. ¡Y ya van cuatro! El conjunto Sky Blue llegaba con ventaja, peligrosa pero razonable, pero el Mónaco mostró un aplomo y una garra propia de jugadores con dilatada experiencia en partidos de este calibre siendo un equipo muy joven y casi virgen en esta jungla. Sin embargo, los pupilos de todo un veterano de guerra como Guardiola, se achantaron ante el poderío monegasco en la primera mitad y acabaron naufragando en octavos de final. El Stade Louis II rugió la victoria de su equipo y su segunda clasificación para cuartos de final consecutiva. Por su parte, los aficionados desplazados del Manchester City vieron como la ventaja de su equipo se reducía a cenizas sin que su equipo pudiese hacer nada al respecto.
Colapso Cityzen para empezar
El partido se antojaba difícil para el City por el centro del campo ofensivo que alineaba Pep Guardiola con Silva y De Bruyne por delante de Fernandinho, prescindiendo de Yaya Toure. La salida de balón del equipo visitante quedaba condicionada al posible robo monegasco. El Mónaco presionaba con un 4-4-2 claro con Mbappé y Germain en punta y empezaba a hacer daño a la defensa del City.
La primera pérdida grave de la salida de balón Cityzen provocaba una contra impecable de Mbappé que lograría desviar Willy Caballero de manera grandiosa. El gol llegaría muy pronto, en el minuto 8, en una internada por la banda izquierda en la que una floja defensa visitante permitía a Bernardo Silva centrar con comodidad para que Mbappé rematase en el primer palo a gol para poner el 1-0. El ritmo del partido iba a bajar mucho después del gol y tras otro ataque por la izquierda del Mónaco marcaría Fabinho a la altura del punto de penalti un centro raso de Mendy. El conjunto Sky Blue no llegaba al área local y se llegaría al descanso sin noticias del equipo de Guardiola.
Falsas esperanzas
Parecía que iba ser otra cosa. La charla de Pep en el descanso había enchufado a los suyos que no paraban de asediar la portería de Subasic. El Mónaco se borró del partido en el momento menos oportuno y el City quería aprovecharlo. El asedio real comenzaba en el minuto 57 con un espectacular pase entre líneas de Kevin De Bruyne, desaparecido en todo el partido, para Sterling que dudó mucho que hacer y terminó eligiendo la peor opción y dio un pase corto y malo hacia atrás que no consiguió rematar el Kun Agüero.
El City estaba bailando al Mónaco y Jardim empezaba a preocuparse. Tuvo dos más el delantero argentino, pero el arquero croata se mostró infalible y no dio opción al ataque Cityzen. El City dispuso de dos ocasiones claras más que marraron Sané por la banda y Sterling antes del minuto 70. El gol de la esperanza de los de Manchester coincidió con el primer cambio del partido que fue en las filas de los locales cuando entró Toure por Raggi. En el mismo minuto Leroy Sané se aprovechaba de un rebote para poner el 2-1 en el marcador y el 5-6 en la eliminatoria.
Todo indicaba que el equipo visitante dormiría el partido para evitar cualquier opción de remontada, pero a los 5 minutos llegaría un nuevo centro perfecto de Bernardo Silva al punto de penalti para que Bakayoko batiese a Caballero y apease al City de la Champions. El City había vuelto a ofuscarse en ataque y dio opciones al Mónaco e incomprensiblemente Pep Guardiola no realizó ningún cambio hasta el minuto 85 cuando introdujo a la desesperada a Kelechi Iheanacho por Clichy, que sería el único cambio, en busca del gol que daría el pase a cuartos. El partido, la eliminatoria y la ilusión de todo el club Cityzen terminó sin pena ni gloria, sin tener ocasiones de marcar.