Gareth Southgate llegó a la selección de los tres leones con un objetivo en mente: hacer que Inglaterra deje ser la siempre prometedora y poco cumplidora selección, y que se transforme en un conjunto sólido y confiable. Pero para ello, Southgate debe romper con el conservador pensamiento que rodea al fútbol inglés, el cual parece reacio a los cambios –la historia lo confirma-, o al menos parecía serlo antes de la llegada del actual entrenador.

Ante Alemania, Inglaterra impuso las condiciones y tuvo el control del balón durante la mayor parte del juego, pero el resultado final no fue el esperado. Sin embargo, Southgate dio el primer paso para cambiar los estigmas del fútbol británico y podrá extraer varios aspectos positivos de su derrota en Dortmund.

Un 3-4-3 y camiseta azul, ¿es el Chelsea de Conte?

Los Three Lions se vistieron de Blue para enfrentar a la Mannschaft. Si, cuando digo de Blue hablo tanto del color de la camiseta como de Chelsea, ya que Southgate sorprendió al salir al campo de juego con un 3-4-3. El esquema es el último ‘hit’ de la Premier League y llevó al Chelsea de Conte a lo más alto de la liga inglesa. Además, a lo largo de la temporada ya son varios los técnicos que se han animado, entre ellos Pochettino, Mike Phelan, Jose Mourinho, entre otros.  

Como muestra la imagen Inglaterra paró a Smalling de líbero, al debutante Keane y Cahill como stoppers. Por las alas, Ryan Bertrand y Kyle Walker. Jake Livermore y Eric Dier como un doble pivote alineando en el centro del campo. Dele Alli, Adam Lallana y Jamie Vardy como las caras en el ataque.

El esquema funcionó bien y Southgate se mostró encantado con la forma en que sus jugadores se adaptaron al cambio: “Lo más agradable es que probamos un nuevo sistema táctico y los jugadores lo llevaron a cabo muy bien", dijo a Sky Sports. "[El esquema] Se ajustó perfectamente a los jugadores que teníamos y se adaptaba al contrincante con el que estábamos jugando. No nos gusta perder, pero es importante que en partidos como estos aprendamos algo y probemos cosas nuevas”.

Una sólida defensa

A la hora de defender el esquema se transformaba en un 5-4-1, con Walker y Bertrand ocupando los laterales, el tándem Livermore-Dier más retrasado y posicionado delante del líbero Smalling. Lallana y Dele Alli también descendieron y ocuparon una posición defensiva, pero sin hacerlo tanto por los extremos, sino que sobre el centro del campo. Mientras que Vardy fluctuaba entre estar detrás de la línea del balón y la línea del último defensor alemán.

La defensa se mostró sólida y frustró a Alemania. La cantidad de jugadores poblando la mitad del campo, sumado a la presión de Inglaterra, impidió la fluidez en el juego de los teutones, que solo fueron superiores en pocos pasajes del juego. Inglaterra presionó la salida de Alemania, pero no lo hizo alocadamente, sino que se centró en presionar más al receptor que a quien trasladaba el balón.

Un ataque poco clínico

El ataque fue lo más flojo de Inglaterra. Los hombres de Southgate fueron el mejor equipo en la primera mitad y tuvieron mayor posesión de balón a través de los 90 minutos, pero los Three Lions carecieron del toque asesino de cara al gol. Dele Alli y Lallana tuvieron las ocasiones más claras e Inglaterra extrañó a Harry Kane.

Como muestra la imagen, a la hora de atacar tanto Vardy como Lallana y Alli se movieron por todo el frente de ataque, sin embargo, estos últimos dos generalmente no ocuparon una posición como extremos y lo hicieron más por el centro del campo, permitiendo las subidas de Bertrand y Walker. Cuando Lallana y Alli si se recostaron por los costados, Walker y Bertrand marcaron las diagonales hacia el centro del ataque.

Los volantes y defensores también formaron parte del ataque. Livermore –de solida actuación- y Dier se intercambiaron roles, cuando uno iba hacia adelante, el otro ocupaba la posición de cinco de marca. Entre los defensores, Cahill fue quien más se animó a trepar y en varias ocasiones fue salida. Smalling también lo hizo por momento.

¿Cómo lo hizo el debutante?

Michael Keane, jugador de Burnley, hizo su debut con la selección mayor de Inglaterra. El jugador de 24 años de edad fue el defensor más posicional de los tres que dispuso Southgate. Pocas veces dejó su lugar defensivo, pero eso no le impidió ser una parte clave a la hora de iniciar los ataques de Inglaterra.

En la mayor parte de la noche, se mostró confiado y sereno. Completó 59 de sus 66 pases -una tasa de pase correcto del 89,4 por ciento- y permitió que Inglaterra construyera sus ataques desde la parte posterior. En varias ocasiones buscó romper líneas, incluso para encontrar a algún compañero de equipo -completó cuatro de sus seis pases largos-. En general, fue un comienzo alentador para su carrera con los Three Lions.

Keane. | Foto: TheFA vía Getty.
Keane. | Foto: TheFA vía Getty.