El partido que se disputó en Wembley entre Inglaterra y Lituania se resolvió con la esperada victoria del equipo inglés. El encuentro no desprendió un gran brillo por lo poco que exigieron los visitantes. 

Antes del encuentro, se produjo un minuto de silencio en honor a las víctimas del ataque terrorista que tuvo lugar en la pasada semana en Londres. Además, Jermain Defoe fue acompañado por su amigo, el pequeño Bradley Lowery, aficionado del Sunderland.

De más a menos

El juego que iba a desarrollarse durante la primera parte quedó claro desde el primer momento. Inglaterra tendría la posesión durante todo el partido mientras que Lituania esperaría atrás, con unas líneas muy juntas y dejando pocos espacios. Se vio que Lituania estaba enfrentándose a un gran equipo debido su disposición en el campo y a la falta de calidad a que no le duraba nada el balón.

Alrededor de los diez minutos, Inglaterra estuvo creando mucho peligro y cerca del área dominando con claridad, aunque no creaba verdaderas ocasiones, sin embargo, era cuestión de tiempo que armaran una jugada de peligro. Para eso, debían mover más rápido el esférico, en lugar de hacer jugadas individuales como lo intentó Oxlade-Chamberlain.

Foto: Inglaterra
Foto: Inglaterra

En el minuto 22, llegaba el gol de Jermain Defoe. Sterling realizó una gran jugada por la banda desbordando con facilidad a Veitkünas, y después metió el pase atrás a un Defoe que llegó al remate completamente libre de marca. Al minuto anterior había tenido una muy buena ocasión. Lituania era incapaz de generar peligro, no sabían qué hacer cuando tenían la posesión del balón.

La primera mitad fue un monólogo absoluto inglés, a pesar de que no creó muchas ocasiones, salvo la del gol y una segunda ocasión, pero parecía claro que el conjunto de Southgate no podía ser sorprendido en el partido. Los siguientes minutos se desarrollaron con un ritmo que fue a menos, con una relajación clara de los jugadores ingleses, viéndose superiores y por encima en el marcador. Poca participación de Oxlade-Chamberlain y de Dele Alli; algo más de Lallana y Sterling.

En el minuto 46, Lituania pudo tener el gol del empate, pero Stones sacó el balón poco antes de que llegara a la línea de meta. El jugador se encontraba en fuera de juego. El final de la primera parte llegaba con Inglaterra siendo superior pero sin llegar a ser nada espectacular.

Jamie Vardy marca al primer toque

La segunda parte empezaba de la misma manera en la que había terminado la primera parte, incluso los espectadores tardaron algunos minutos en volver a sus asientos, traduciendo que el partido estaba teniendo poca emoción.

Sterling tuvo una ocasión clara al inicio de la segunda mitad, pero no llegó al balón a tiempo por lo que el guardameta lituano atajo el esférico a tiempo. Minutos después, en el 52, Lituania tuvo una buena ocasión de mano de Slivka. El cuero dio en Stones lo que hizo que el disparo fuera peligroso, no obstante, Hart lo detuvo.

Foto: Inglaterra
Foto: Inglaterra

Inglaterra tenía que empezar a poner más intensidad al encuentro si no quería llevarse una sorpresa. Gareth Southgate reaccionó desde el banquillo, viendo que su equipo no estaba bien, por lo que decidió hacer un doble campo y hacer ingresar en el terreno de juego a Vardy y Rashford. Los que minutos después mejoraron el juego de Inglaterra.

En el 66, Jamie Vardy participaba en una buena triangulación con Walker y Lallana y después marcó el gol de la tranquilidad la primera vez que tocaba el balón. Se quedaron clavados los defensas de Lituania. El delantero inglés demostró que está en un estado de forma magnífico desde hace varios partidos. Rashford también aportó mucho al equipo, jugando de manera vertical cada vez que se hacía con el balón. Lituania hizo un partido muy flojo lo que hizo que Inglaterra se encontrara demasiado cómodo, en fases incluso demasiado.

Inglaterra se llevó la victoria por 2-0 y se reafirma como líder del Grupo F con 13 puntos frente a su perseguidor, Eslovenia que cuenta con ocho puntos con un partido menos.