El partido daba inicio a un Bournemouth arrollador, mostrando desde el primer minuto que iba a por el partido y a conseguir la victoria. Pronto los locales se adelantarían en el marcador por medio de Joshua King, que con un remate con su pierna izquierda desde el interior del área, batía a Guzán y colocaba el primero en el electrónico. Con este tanto, el delantero noruego lograba su décimo cuarto gol de la temporada.

Hoshua King anotaba el primero para el Bournemouth. Foto: premierleague
Hoshua King anotaba el primero para el Bournemouth. Foto: premierleague

Sentencia en quince minutos

El Bournemouth continuaba siendo el dueño del encuentro, monopolizando todas y cada una de las acciones de peligro que sucedían en el partido. En el minuto quince, el conjunto dirigido por Eddie Howe marcaba el segundo tanto de la tarde, poniendo el enfrentamiento muy de cara para que los tres puntos se quedasen en casa. Harry Arter concedía una gran asistencia, para que Benik Afobe, anotara con un disparo raso  que se colaba por el palo izquierdo de la meta del Middlesbrough , el segundo para su equipo.

En estos momentos el Middlesbrough no era capaz de responder a las numerosas acometidas de sus rivales, siendo más posible que el Bournemouth consiguiera el tercero que a que los visitantes redujeran las distancia. El partido se podría aún más difícil para el conjunto visitante, al quedarse con diez jugadores en el minuto 20, debido a la expulsión por doble tarjeta amarilla del centrocampista uruguayo Gastón Ramírez

Afobe hacía el segundo de la tarde frente al Middlesbrough. Foto: premierleague
Afobe hacía el segundo de la tarde frente al Middlesbrough. Foto: premierleague

A quince minutos del final, el Middlesbrough lograría realizar su primer disparo a puerta en el partido. Marten de Roon chutaba desde gran distancia con su pierna derecha, pero su disparo se marchaba rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Boruc.

Si el encuentro ya estaba siendo dominado con claridad por los locales, la expulsión del Middlesbrough supuso un aliciente más para que el Bournemouth tuviera el partido bajo control, llevando la manija del encuentro.

En los últimos instantes de la primera mitad, Joshua King tuvo en sus botas el tercer gol para su equipo, sin embargo su disparo conseguía ser atajado por el meta del Middlesbrough, evitando que el encuentro prácticamente quedara sentenciado.

Con este resultado de dos goles a cero, se llegaba al término de los primeros 45 minutos, con un Bournemouth que había sido el claro dominador de este tiempo y un Middlesbrough que prácticamente necesitaba un milagro para que pudiera puntuar en el Goldsands Stadium.

Goleada en el Goldsands Stadium

La segunda parte comenzaba con un ritmo menor que el de la primera mitad. Los visitantes tuvieron algún que otro acercamiento sobre el área del Bournemouth, pero sin ningún peligro. En cambio, cada una de las llegadas de los hombres de ataque del Bournemouth, ponían en serios problemas a la defensa rival, ya que la superioridad en el centro del campo se convertía en su principal arma.

En el minuto 65, el Bournemouth conseguía anotar el tercero y sentenciar el partido, si todavía no lo estaba. Marc Pugh finalizaba una gran jugada de Cook, rematando con su pierna diestra y mandando el esférico al lado derecho de la portería del Middlesbrough. El encuentro se estaba convirtiendo en una auténtica pesadilla para los visitantes, que se veían constantemente superados en todas las parcelas del campo.

Pugh conseguía anotar el tercer gol en el Goldsands Stadium. Foto: premierleague
Pugh conseguía anotar el tercer gol en el Goldsands Stadium. Foto: premierleague

Los locales continuaban con el acelerador pisado y buscaban hacer más sangre a su contrincante. Cinco minutos después caía el cuarto gol para el Middlesbrough, esta vez el autor sería Charlie Daniels, que lograba rematar desde el centro del área una falta botada por el centrocampista escocés Ryan Fraser. Los visitantes estaban siendo un juguete en manos del Bournemouth,  deseando que el encuentro llegase a su final cuanto antes.

En los últimos diez minutos de partido, el Bournemouth decidió bajar el pistón y manejar el balón a su antojo. El Middlesbrough, que estaba recibiendo un duro correctivo, no tenía otra opción que intentar que el marcador no finalizase con un resultado más abultado.

El partido llegaba al final de los 90 minutos, dejando una goleada local de cuatro goles a cero. El Bournemouth continuaría ocupando la doceava posición a tan solo dos puntos del décimo puesto. El Middlesbrough se hundiría aún más en la zona de descenso, siendo nueve los puntos necesarios para lograr la tan complicada salvación.