Wembley es uno de esos estadios míticos. De esos campos que marcan para siempre a un jugador. Rob Holding puede presumir de haber tenido su bautismo de la mejor manera posible, como titular y siendo partícipe del pase a la gran final de la FA Cup del Arsenal. Los Gunners se impusieron 1-2 a un Manchester City que, en líneas generales, fue mejor que un equipo londinense que volvió a situarse con tres centrales en una zaga con excesivo trabajo ante una de las delanteras más peligrosas del panorama futbolístico actual. Joven pero muy prometedor, el ex del Bolton parece estar aprovechando no solo la nueva disposición, sino la baja por lesión de Mustafi.

"Estaba nervioso al inicio del partido"

Desvelando que “estaba nervioso al inicio del partido con ambas hinchadas gritando”, asume que se centró en lo que sucedía sobre el terreno de juego “después de diez minutos de piernas temblorosas”. Impresionado por el escenario, Holding reveló en sus declaraciones a Arsenal Player tras el encuentro que esta era la primera vez que pisaba Wembley: “Nunca había estado aquí, ni como aficionado. Vivía en Mánchester y era un camino largo, por lo que esta ha sido la primera vez. Me ha encantado y no puedo esperar a jugar la final”.

Seguro al corte atrás, incluso pudo ser partícipe en el marcador con un cabezazo que se marchó desviado por poco de la portería defendida por Claudio Bravo: “Estaba hecho polvo cuando se marchó, creía que era mi oportunidad. Estoy seguro de que el gol llegará con el tiempo”. Viviendo su primera temporada como Gunner, Holding fue fichado el pasado mercado veraniego como una de esas promesas jóvenes en las que había puesto el ojo un Arsène Wenger que ya le ha dado doce partidos en lo que va de temporada. En función de lo que suceda con hombres como Mertesacker la próxima campaña, se espera que este central cada vez tenga más peso en la línea defensiva del conjunto londinense.