El Crystal Palace dio la campanada en Anfield al remontar el tempranero tanto de Coutinho para, con dos goles de Christian Benteke, llevarse de Liverpool los tres puntos.

El delantero belga consiguió vengarse de su antiguo equipo, un Liverpool donde nunca gozó de plena confianza para demostrar los atributos que hicieron a la directiva Red pagar más de 35 millones por hacerse con sus servicios. De la misma manera se debe sentir su ahora compañero del Crystal Palace, Mamadou Sakho, que tras un encontronazo con Jürgen Klopp en pretemporada y su polémica sanción por dopaje, terminó apartado del equipo y saliendo del conjunto dirección a Londres en busca de minutos. Se ha convertido para Sam Allardyce en una pieza clave en la defensa Eagle y en el resurgir de un equipo que tiene la salvación casi garantizada.

"Habría hecho lo mismo aunque fuese un tanto para recortar distancias"La celebración de Benteke en los goles fue una mezcla de provocación y reivindicación, aunque lo que más ha dolido en el seno del Liverpool fue el saludo con Sakho, que aún pertenece a los Reds, para celebrar el doblete. "Cuando Christian marcó el primero me quedé sentado como muestra de respeto al club al que aún pertenezco, y sobre todo por sus aficionados", explicó el zaguero galo. "Pero cuando se acercó al banquillo donde me encontraba, me levanté para hacer el saludo que siempre hacemos como amigos que somos", aseguró.

Foto: Premier League
Benteke, al marcar uno de sus goles. | Foto: Premier League

"No hay motivo alguno oculto tras el saludo, no quise demostrar nada con ello. Tan solo somos dos buenos amigos que jugamos para el mismo equipo y que en estos momentos tienen la misma meta, conseguir el mayor número de puntos posible para asegurar que el equipo siga en la Premier League", analizó Sakho.

"Fue un saludo como siempre hacemos entre amigos"

"Si hubiésemos ido perdiendo 2-0 y el gol de Christian tan solo hubiera servido para recortar distancias, creo que habríamos hecho lo mismo", finalizó diciendo a un diario de Liverpool para tranquilizar a seguidores y compañeros de su club.