El Arsenal sigue con la buena racha de resultados desde la derrota ante el Crystal Palace con otra victoria por la mínima ante el Leicester en un encuentro que se resolvió en los últimos instantes después de que fuera un partido muy igualado durante los 90 minutos. El Leicester de Shakespeare volvió a ser un equipo muy aguerrido en defensa y desesperó a los Gunners hasta el punto de desquiciar a un Alexis que fue anulado por la dupla Benalouane-Huth. Precisamente un desafortunado rebote del alemán decidió el encuentro para desgracia de los Foxes.
Huth y Benalouane desesperan a Alexis
El encuentro arrancó con un Leicester que empujaba a la contra con mucha insistencia por medio de un Jamie Vardy que siempre era la primera opción para salir. No se planteaba un partido sencillo para el delantero inglés ya que en frente tendría a los tres centrales que últimamente acostumbra a alinear Arsène Wenger. Cierto es que hoy se estrenaba Nacho Monreal en la posición de central izquierdo. Sería en un error de Alexis Sánchez en la salida del balón el que provocaría la primera acción de peligro del partido. Drinkwater recuperó el balón para ponérsela a Riyaz Mahrez por raso para que sorprendiera a Petr Cech con un buen disparo que se fue por poco a la derecha de la portería del guardameta checo.
Los Gunners estaban teniendo problemas para encontrar a sus hombres ofensivos. Özil tenía que venir muy atrás para conseguir entrar en contacto con el balón y, a pesar de los movimientos tanto de Walcott como de Alexis por delante, el muro de Shakespeare impedía que el cuero llegase a los pies de los delanteros. De hecho la opción que contemplaban en primer lugar los centrales locales era buscar en largo a sus delanteros, un recurso que no terminaba de dar sus frutos. La desesperación de los hombres de Arsène Wenger llevaba a buscar la sorpresa a través de un potente disparo lejano de Francis Coquelin que Kasper Schmeichel despejó a córner. En el mismo saque de esquina estuvo a punto de llegarle el balón a Nacho Monreal en el área pequeña, pero Benalouane despejó a tiempo.
El Arsenal comenzaba a amenazar por la banda izquierda sobrecargándola con Kieran Gibbs, Mesut Özil y Alexis Sánchez poniendo a un Mahrez algo pasivo defensivamente y a Danny Simpson en un continuo aprieto. Aún así el Leicester seguía apretando y, por medio de un saque de esquina en largo de Christian Fuchs, Mahrez estuvo a punto de poner el primer gol en el marcador. El argelino empaló un gran disparo tras un despeje temeroso de Laurent Koscielny pero Cech respondió con una grandísima parada. Pronto dio la réplica el Arsenal mediante Theo Walcott tras una buena jugada individual de Héctor Bellerín que le dejó el balón dentro del área en una buena posición para disparar, pero Schmeichel se hizo grande y desvió la pelota a saque de esquina. El Arsenal comenzaba a ser claro dominador del juego, pero no podía con el muro de Shakespeare.
Se le estaba haciendo un poco larga la primera parte al Arsenal y las ideas comenzaban a escasear. Ni los balones en largo ni las jugadas elaboradas conseguían ver puerta a pesar de la gran cantidad de balón que acumulaba el equipo de Arsène Wenger. Ni tan siquiera a la contra conseguía hacer daño, y es que el bloque defensivo del Leicester estaba haciendo un partido de 10. La dupla Benalouane-Huth despejaba cada intento de balón en profundidad hacia un Alexis Sánchez que desesperaba. Además, de vez en cuando los Foxes conseguían pisar el área local. Mahrez volvió a desbordar a la defensa Gunner, esta vez por la izquierda, pero su disparo se fue fuera. Aún le dio tiempo a Alexis a asustar a Schmeichel con un gran disparo desde fuera del área que se estrelló en el larguero y que pudo cambiar el encuentro en el descuento de la primera mitad. Aunque el dominio era de los londinenses, la sensación es que el primer gol podía llegar en cualquiera de las dos porterías. La sensación al descanso era que le esperaría una segunda parte muy dura a los de Wenger.
El coraje Gunner, factor determinante
El guión del partido en la primera parte se repetiría en los inicios de la segunda. El Arsenal seguía dominando el partido con el balón, pero no intimidaba a Schmeichel. De hecho, la primera ocasión del segundo acto sería para el Leicester después de que Ndidi cazara de cabeza un saque de banda en largo de Fuchs. Pero más clara sería la que tendría a continuación el Arsenal. Una contra de Bellerín acaba en los pies de Alexis pero Huth reaccionó rápido y despejó a córner cuando el chileno se quedaba solo en el área delante del portero danés. Granit Xhaka también se animó con un disparo desde la frontal que el guardameta del Leicester desvió a saque de esquina.
Los Gunners seguían abusando de los centros laterales, algo en lo que Huth y Benalouane se encontraban muy cómodos a la hora de despejar. La situación del equipo de Wenger era de desesperación. Solo había que ver a Alexis protestando cada acción, junto a otros compañeros. Aún así de vez en cuando conseguían rematar, ya que los londinenses también tienen armas aéreas. Poco después Koscielny remató solo delante de Schmaichel, pero el portero reaccionó bien y atrapó el balón. Wenger movió el equipo y quitó la línea de tres defensas para dar entrada a Danny Welbeck sustituyendo a Kieran Gibbs. Shakespeare respondió rápido a ese cambio y metió más pólvora arriba al introducir a Okazaki por Leonardo Ulloa.
El cambio no había conseguido alterar nada en el encuentro y Wenger puso todo lo que tenía en el banquillo. Ramsey entró al campo por Coquelin y Giroud por Theo Walcott en busca de romper el empate. El partido fue igualándose por minutos hasta el punto de que ninguno de los dos equipos probaba al portero rival. Ambos conseguían llegar al área rival, pero ninguno definía. Lo más cercano que había ocurrido en diez minutos desde la entrada de los jugadores Gunners fue un remate de cabeza de Giroud a la salida de un córner que se fue alto. Solo parecía que el primero que fallase iba a conseguir el gol, y más o menos así fue. Un error al despejar de Okazaki fue cazado por Monreal cuyo disparo tocó en Robert Huth para que entrase en la puerta de Schmeichel. El Arsenal conseguía ponerse por delante a falta de cuatro minutos para el 90. A punto estuvo de sentenciar el encuentro Özil pero su jugada que acabó en gol estaba anulada por fuera de juego.
Shakespeare buscó a la desesperada el empate dando entrada a Gray por Benalouane, pero Cech estaba haciéndose gigante en estos minutos finales con dos buenas intervenciones en dos centros. Pero tuvo la última en una falta lateral el Leicester con un balón que se quedó muerto en el área pequeña del Arsenal pero que nadie remató. De esta forma los Gunners se llevaron los tres puntos de un partido que tuvieron que luchar hasta el final. Los de Wenger seguirán luchando por la Champions League y por asegurar jugar en Europa la próxima campaña.