Primer triunfo del Burnley fuera de casa en lo que va de temporada cuando no podía ser más importante. Con apenas un triunfo en los últimos once encuentros ligueros, los de Sean Dyche iban en caída libre hacia unos puestos de descenso de los que creían haberse olvidado a diez jornadas para el final. Sin embargo, los goles de Ashley Barnes, que aprovechó una buena jugada de equipo, y Andre Gray, quien sentenció el marcador a pocos minutos del final, unidos a la grandísima actuación de Heaton, acercaron los tres puntos a un Turf Moor que ya respira algo más tranquilo tras ver a su equipo llegar a las 39 unidades en el casillero. El Swansea, primer equipo en la zona delicada de la tabla, tiene treinta y un puntos, aunque, eso sí, aún tiene por disputar un partido.

Como no podía ser de otra manera, el técnico inglés se mostraba entusiasmado tras ese triunfo que pone fin a un récord muy negativo para los de Burnley: “Es una gran victoria por muchas razones. Es una recompensa al trabajo duro fuera de casa y es para los aficionados, que han estado increíbles de nuevo. Han visto que nos hemos acercado mucho y que ha habido un par de partidos en los que no concebían que no consiguiéramos la victoria”. Cree, además, que llegar a un campo como este y lograr el triunfo “es excelente” teniendo en cuenta el once con el que salió: “Hice un par de cambios, dos forzados y dos por rotación, pero pienso que todos han estado fantásticos y que la victoria es para los aficionados”.

“Tenemos que seguir trabajando duro porque no somos los amos del universo”

Sobre la demostración de su equipo, Dyche se queda con “la mentalidad de los jugadores, el enfoque y la organización”. Desvela, por otro lado, que durante la semana hizo un gran trabajo psicológico con un vestuario tocado en lo anímico: “Durante la semana hablé con ellos de la voluntad y del deseo de seguir hacia delante a pesar de lo que la gente diga fuera. Hemos crecido y hemos convertido el partido gracias a un gran rendimiento táctico, con algunas actuaciones individuales excelentes y dos buenos goles”. Finalmente, lanza un mensaje a los más optimistas intentando que nadie dé por conseguido un objetivo que, aunque sí está cerca, aún no está matemáticamente en su mano: “Tenemos que seguir trabajando duro porque no somos los amos del universo”.