Se acabó la temporada del Tottenham. O por lo menos las opciones al título. La derrota ante el West Ham deja muy tocado a los de Pochettino, que han estado todo el curso detrás del Chelsea pero acaban de morir en la orilla. Los "blues" vencieron al Boro y ahora con una victoria el viernes tendrán la Premier asegurada: "Es un partido que teníamos que haber ganado para intentar reducir la ventaja con el líder, pero no fuimos capaces de prácticamente nada. Nos sentimos muy decepcionados porque no fuimos capaces de mostrar la versión que enseñamos el otro día ante el Arsenal".

El encuentro ante los "hummers" no fue un mero trámite como se creía. Ya el año pasado, el Chelsea eliminó las opciones de Premier para el Tottenham en un derbi de Londres. Y este año, más de lo mismo: "Fue muy difícil mover el balón rápidamente. Estuvimos muy lentos y no hicimos ningún movimiento de ruptura como en los últimos partidos. Hay muchas razones que explican que no ha sido nuestro mejor partido. Ahora tenemos que pensar en el próximo partido, el último en White Hart Lane y contra un rival importante como es el Manchester United. Queremos terminar de la mejor manera".

El Tottenham no ganará esta Premier, pero ahora los rivales los miran con otros ojos. El nivel que han adquirido los Alli, Kane, Eriksen y compañía, ha comenzado a generar un estado de nerviosismo en todos los estadios de Inglaterra, y ya nadie se libra del fútbol spur: "Sí, pero eso también es fútbol. Si quieres ganar el título, te encontrarás con atmósferas como esta en todos los estadios. Pero eso no es un problema para nosotros. El problema del otro día fue que no jugamos como solemos. Y listo".