Solna fue la encargada de recibir a los contendientes de la UEFA Europa League en la temporada 16/17. La grada estaba candente por ver a sus equipos luchar por levantar el trofeo. El Ajax volvía a disputar una final europea 21 años después, cuando en la 95/96 perdió la Champions League ante la Juventus y quería conseguir su segunda UEFA Europa League. 

La primera de los neerlandeses llegó en la 91/92 ante el Torino.

El Manchester United no hacía presencia en una final europea desde la temporada 10/11 cuando también perdió su compromiso ante el Barcelona en Wembley que impidió levantar su cuarta Champions League y en Estocolmo buscaría su primera UEFA Europa League.

Comienzo con claras intenciones

Ambos equipos propusieron sus planes desde el primer minuto. El Manchester United empezó atosigando al Ajax para dificultar la salida de balón holandesa. Así llegaría la primera ocasión en el primer suspiro de partido. Un apabullante comienzo del Manchester United propició el mal despeje de Onana para que el cuero llegase a las inmediaciones de Pogba. Con pierda diestra, el balón salió desviado. 

El balón pasaría a ser dominado por el Ajax. El plan británico no era otro que las salidas rápidas para buscarles las cosquillas al joven e inexperimentado equipo neerlandés. La primera oportunidad de gol por parte del Ajax llegó de los pies de Traoré. El punta de Burkina Faso aprovechó la buena combinación con Younes para probar a Sergio Romero, pero el argentino estuvo atento y atajó el balón. 

Pogba justificó su traspaso

Si Traoré tuvo que esperar que llegase los 15 minutos para intentar batir a Sergio Romero, 180 segundos después se abrió la lata. Sin embargo, fue a favor del Manchester United. La conexión entre Mata y Fellaini desembocó en el primer tanto del partido. El ex del Everton cedió el balón a Pogba. El galo, con disposición y terreno para el lanzamiento, decidió disparar desde el balcón del área. El balón rebotó en Sánchez y envenenó el tiro para batir a Onana. Un apático gol pero que daba la victoria a los de José Mourinho antes de los 20 minutos de partido.

Pogba anotó su segundo gol en la competición europea del curso.

Aunque la posesión del balón seguía decantándose por el Ajax, el Manchester United sacaba más provecho a su idea de partido. A los 24 minutos, Valencia realizó su primera incorporación ofensiva para que Onana, con los puños, despejase su ocasión de gol. El Manchester United seguía acercándose y el Ajax se defendía como podía. 

Los holandeses no conseguían penetrar en el área inglés y solo propuso disparos lejanos de Traoré y Ziyech antes de que el trencilla indicase el intermedio.

La sentencia llegó muy pronto

El Ajax salió buscando el empate con un gol que les metiese en el partido. Para el mal del equipo dirigido por Peter Bosz, el Manchester United encontraría su segundo gol al principio de la segunda mitad. El saque de esquina botado por Juan Mata fue rematado por Smalling, cuyo disparo sin fuerza fue aprovechado por Mkhitaryan para que, de espalda hiciese el 0-2. Un recurso técnico que le dio la sentencia al Manchester United. 

Con este gol, el armenio firmó el fin de temporada anotando en fase de grupos, dicieseisavos, octavos, cuartos y final. 

El Ajax intentó recomponerse a raíz del segundo gol encajado. De nuevo, el juego combinativo fue el recurso del Ajax. Un móvil Traoré hacía las veces del joven Dolberg, muy desaparecido en la final. Aunque el equipo neerlandés probó recortar distancias con poca fortuna. 

Mkhitaryan celebra el gol anotado en Solna | Foto: Manchester United

De nuevo, los Red Devils probarían a Onana. Esta vez fue Fellaini, intercambiando los papeles con Pogba. El francés centró buscando al belga. El espigado mediocentro, dentro del área, se elevó sobre Sánchez y el remate salió muy centrado al arco de Onana. A los 72 minutos, el Ajax replicó. Una falta en el semicírculo del área por mano de Ander Herrera fue ejecutada por Ziyech. El holandés, con pierna zurda estrelló el cuero con la barrera. El Ajax desaprovechó una oportunidad más para batir a Sergio Romero. 

Ni los hombres de refresco de Peter Bosz pudieron dar aire fresco al Ajax. Mourinho se preocupó de que su rival no tuviese un mínimo de peligro para que el Ajax sintiese posible la épica.

Los Red Devils consiguieron su tercer título en la temporada frenando a un Ajax que había sorprendido a toda Europa. La experiencia acabó imponiéndose sobre la ilusión y tras un año sin estar en la máxima competición europea, y varias temporadas de transición, el Manchester United se coronó como campeón de la UEFA Europa League tomando el testigo del Sevilla y con el consiguiente premio de disputar la Champions League el próximo curso, así como la Supercopa de Europa.