Diciembre. Ese el mes en el que espera reaparecer Yannick Bolasie sobre los terrenos de juego después de haber sufrido una dura lesión el pasado año. Durante un partido, el extremo congoleño sintió unas molestias en la rodilla que tendrían unas consecuencias poco agradables para él y todo el equipo del Everton. Rotura de ligamento cruzado y meniscos. Más de diez meses de baja asegurada.

Con el curso finalizado y todos los jugadores disfrutando de sus vacaciones, el ex futbolista del Crystal Palace no descansa y solo piensa en volver al césped de Goodison Park lo antes posible: "Volver a finales de este año sería el mejor regalo de Navidades. Una persona como yo siempre quiere estar en el campo".

Velocidad, regate y desborde. Bolasie ha sido uno de los mejores extremos en la Premier en los últimos años por su capacidad para superar rivales. No obstante, parece ser que sus entrenadores siempre le han pedido algo más. Algo que no ha entrado en sus planes hasta ahora: "Mis antiguos entrenadores (Pullis y Pardew) siempre me han dicho que ganaría mayor calma con los años. Pero, creo que esta lesión me dará esa tranquilidad en mi juego que he estado buscando. Sé que llevaré mi fútbol a otro nivel, porque voy a ser más cauteloso con los movimientos, y eso lo mejorará todo mucho más".

Eso sí, el congoleño también tiene claro que, a pesar de este percance, no perderá ni su rapidez ni su pase. Más de diez meses de recuperación dan para mucho y a la mitad del camino, Bolasie ya empieza a notar la mejoría: "Ahora que he tenido esta lesión, creo que vendrá esa calma que comenté anteriormente, pero no perderé ni mi estilo de juego atrevido, ni mi velocidad, pues ya me siento bastante fuerte con el tiempo que llevo recuperándome".