Empate emocionante en un partido en el que el tiempo de descuento estuvo más entretenido que los anteriores 90. La primera mitad tuvo un inicio espectacular, con un gol en el primer minuto. A partir de ese momento el equipo local llevó las riendas del encuentro hasta que llegó el empate. A partir de ese momento las fuerzas se igualaron, y sólo los minutos finales dieron algo de vida a un partido que no tuvo apenas ocasiones de peligro.

Poco fútbol

Gran inicio para el equipo local, que en la primera acción, mandan un balón en largo a Baptista, que tras deshacerse de dos defensores, fue derribado por uno de ellos y el colegiado señaló penalti. El otro brasileño del equipo, Kaka, fue el encargado de transformar la pena máxima y adelantar a su equipo. Este gol tempranero obligó a los ‘Revs’ a llevar la iniciativa en el juego, si querían lograr la igualada.

Kaka anotó de penalti (Imagen: usatoday.com)

Tal era el dominio del partido por parte de los New England, que tenían encerrados en campo propio a los locales, no permitiéndoles ni tan siquiera, salir en contraataque. Este planteamiento a su vez beneficiaba a los visitantes, que de manera continua, llegaban con peligro a la portería defendida por Bendik.

Poco a poco y mediada la primera mitad, el conjunto de Orlando City SC, se deshizo de esa presión a la que estaba siendo sometido, lo que le permitió acercarse en varias ocasiones al área de su rival, pero sin conseguir crear un peligro claro. Pese a ello, el conjunto visitante no renunció al balón, y continuó llevando la iniciativa.

Esto le permitió que pasada la primera media hora, lograran empatar en el marcador, gracias a un gol en un saque de esquina. Teal Bunbury, libre de marca, consiguió rematar dentro del área pequeña un balón que sólo tuvo que empujar.

Bunbury anota el empate antes del descanso (Imagen: usatoday.com)

A partir de este momento, el juego pasó a centrarse sobre todo en la zona de creación de ambos equipos, reduciendo las llegadas a las áreas de manera considerable. Sólo hubo una acción que entrañó peligro, y fue un balón que Seb Hines interceptó, cuando el delantero visitante se disponía a rematar.

Baldomero, Baldomero…

La segunda mitad tuvo un comienzo bastante igualado, en donde ninguno de los dos equipos dejaba que el rival se hiciera con el control del balón. Esto provocó que el juego pasara a ser más directo, en lugar de buscar una jugada elaborada.

Con la idea de revertir esta situación en la que parecía que el partido se estancó, ambos entrenadores realizaron algunas sustituciones en las que daban entrada a jugadores de ataque. El más significativo fue la entrada de Cyle Larin, lo que originaba una variación en el sistema de juego local, que pasaría a tener dos delanteros (Baptista, Larin). Pero desde un primer momento fueron los cambios realizados por los locales los que surtieron mayor efecto, ya que Larin tuvo tres ocasiones claras de adelantar a su equipo, pero no estuvo acertado.

Rivas encara a Fagundez (Imagen: usatoday.com)

Poco a poco, los Orlando City fueron haciéndose con el control del juego, llevándoles a contar con varias llegadas peligrosas, pero en unas ocasiones el guardameta y en otras la defensa, detuvieron las acometidas. Esto llevó a los visitantes a dar entrada en el terreno de juego a Kobayashi, tratando de esta manera acumular más jugadores en el centro del campo, impidiendo que su rival tuviera facilidades.

Baldomero Toledo cobró su cuota de protagonismo

En los minutos finales, la necesidad de ambos equipos por hacer un gol, llevó a que el juego se desarrollara en las dos áreas, tratando siempre de aprovechar los balones a la espalda de la defensa. En estos minutos los dos equipos crearon las ocasiones más peligrosas, pero fueron los locales los que estuvieron más acertados. En una jugada más que dudosa, en la que Kevin Molino se acomodó el balón con el brazo, los locales consiguieron adelantarse en el marcador.

Pero el partido no acabó ahí, y en el último minuto del descuento otra acción más que dudosa provocó el gol del empate visitante desde el punto de penalti, tras una supuesta mano dentro del área. Lee Nguyen fue el encargado de transformar la pena máxima.

Con este final tan vibrante finalizó un partido en el que ambos equipos empataron en todo.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.