Victoria del conjunto local en un partido muy sencillo, frente a un rival que fue poco a poco desapareciendo, acusando sobre todo el mal estado de forma actual de su delantero titular. Durante la primera mitad, fue el conjunto neoyorkino el que llevó el mayor peso del juego, aunque ambos equipos lograron generar alguna ocasión de peligro. En la segunda parte, el equipo de los New York Red Bulls consiguió aprovecharse de un despiste rival para adelantarse en el marcador, pero la pasividad del equipo visitante en los minutos finales les permitió mantener con seguridad el resultado.

La falta del llamado último pase

Gran inicio por parte del conjunto neoyorkino, que rápidamente se hizo con el control de la pelota, haciendo valer su superioridad técnica en el centro del campo. Este dominio les permitió en los primeros minutos tener la primera ocasión manifiesta de gol, con un centro al segundo palo, en donde Lawrence remató a la ‘madera’.

Pero el conjunto visitante no perdió la cara al partido, y con contraataques, lograron tener un par de llegadas en las que finalizaron con un disparo a puerta, fácil de detener para el guardameta. Aunque con el paso de los minutos, su presencia en el partido fue siendo más y más importante, gracias al planteamiento defensivo en el que buscaban una presión intensa en la zona de creación, que les permitía recuperar el balón cerca de campo contrario.

Mediada la primera parte, New York Red Bulls volvió a ser el claro dominante. Realizaron una variación en la creación de la jugada, en  la que priorizaban una veloz transición hacia el ataque que la elaboración de la jugada con mucha circulación de balón.

En los minutos finales, pareció que los ‘Revs’ aumentaron la intensidad de su juego, en la búsqueda de un gol que hiciera saltar la sorpresa en el estadio. Aunque fueron los locales los que gozaron la la más clara oportunidad, en una acción en la que Kljestan encaró al portero rival, pero su disparo fue detenido por este.

Wright-Phillips y poco más

Buen inicio de mitad por parte de los New England Revolution, que en sus dos primeras acciones puso en apuros a la defensa rival, sobre todo con un disparo de Nguyen que a punto estuvo de colarse por la escuadra.

Tras unos minutos de dominio visitante, los ‘taurinos’ fueron poco a poco haciéndose con el control de la pelota. Pero cuando peor estaban encontrándose, lograron aprovecharse de un error en salida de balón de su rival para adelantarse en el marcador. Muyl recuperó un balón en el interior del área, pero su disparo fue rechazado por el guardameta rival. El balón llegó a los pies de Bradley Wright-Philips que se encontraba libre de marca y su golpeó introdujo el balón en el interior de la red.

Con el paso de los minutos, el equipo visitante estaba logrando llegar con mayor peligro, aunque lo más importante aún, conseguía finalizar las jugadas, aunque sus disparos no generaran mucho peligro. Esto hacía que el gol visitante estuviera más cerca que el de los locales.

Conforme se llegaba al final de partido, el empuje de los visitantes por lograr el gol de la igualada, fue desapareciendo en favor de unos neoyorkinos que lograban mantener durante muchos minutos seguidos el control del balón. Esta circunstancia le permitió tener un par más de acciones peligrosas.

En los minutos finales, la pasividad del equipo visitante permitió que su rival pudiese tener un control de balón placido y sin oposición, que les ayudó a mantener el resultado.