Empate con sabor a victoria para ambos equipos ya que, gracias a los resultados en otros partidos, continúan con sus esperanzas para la pos temporada. Gran primera mitad en donde ambos equipos le imprimaron muchos ritmo, lo que generó innumerable número de ocasiones. Tras el gol de Piatti, los visitantes fueron convirtiéndose en los dueños del balón y las acciones de peligro. La segunda parte tuvo un claro dominio visitante, a pesar de que los locales consiguieran adelantarse al inicio de la misma. Un gol de Ricketts en los minutos finales, puso el empate final en el luminoso.

Mucho ritmo, pocos goles

Inicio muy igualado en este derbi canadiense, que una temporada vuelve a decidir el futuro de ambos en la competición. Los dos equipos comenzaron a desarrollar un juego muy elaborado y sin apenas fallos, que hizo que este se desarrollara en su mayoría en el centro del campo. Pese a ello, el Impact conseguía encontrar algunos espacios en la defensa, donde Mancosu tuvo un par de disparos sobre la portería. Los visitantes sin embargo apenas lograron realizar un disparo de Giovinco que se marchó muy alejado.

Celebración del gol de Piatti (Imagen: usatoday.com)

Con el paso de los minutos, los locales parecían hacerse con la iniciativa del juego, pero una clara ocasión de gol para Morrow hizo que su rival despertara, y a los pocos minutos volviera a estar a punto de adelantarse en el marcador. Cooper recuperó un balón en tres cuartos de campo y tras una conducción hasta el borde del área, estrelló este contra la madera.

Pero en la siguiente acción a este palo de los visitantes, los Montreal Impact consiguieron adelantarse en el marcador con un ‘chispazo’ del argentino Piatti. El mediapunta controló un balón en el lateral del área y lo colocó en la escuadra más alejada, haciendo imposible la estirada de Irwin.

Toronto generó incontables ocasiones en la primera mitad

El ritmo del partido continuó siendo bastante alto, con los dos equipos en constantes llegadas a la portería rival. Fue Toronto FC el que gozó de las más claras. En la primera de ellas, el portero local sacó un disparo a bocajarro del Delgado, cuando todo hacía presagiar la llegada del empate. Y unos minutos después, fue el italiano Giovinco el que de libre directo, estrelló un balón en la escuadra.

Conforme la primera mitad llegaba a su final, el dominio visitante estaba haciéndose cada vez más evidente, con su rival logrando apenas salir de su campo propio. Las ocasiones continuaron cayendo de su lado, pero no acertaron de cara a portería y el colegiado señaló el camino a los vestuarios.

Rickett salva los muebles

La igualdad entre ambos equipos llegó en el inicio de la segunda mitad, ya que en los primeros minutos se disputaron la posesión del balón. Hasta que en el 51, Altidore se aprovechó de una jugada embarullada en el interior del área rival tras un centro de Morrow, para poner a si la igualdad en el marcador.

Aunque poco le duró la alegría al equipo visitante, ya que unos minutos después, Mancosu fue derribado en el interior del área cuando se disponía a disparar a puerta. Fue de nuevo el argentino Piatti el encargado de poner por delante a su equipo, aunque con mucho partido aún por delante.

Tras este fulgurante inicio, el partido bajó considerablemente el ritmo de juego, y aunque ambos equipos buscaban llevar la iniciativa, las acciones de peligro estaban siendo menores que en la anterior mitad. Todo esto fue gracias al equipo local, que con este resultado favorable, buscaba adormilar el partido, con clara intención de que los minutos pasasen sin que su rival generase ocasiones.

Mediada la segunda mitad, el partido sólo tenía un color, el rojo de los Toronto FC. Mantenían el control del balón siempre en campo propio, pero la poblada defensa local les impedía tener un disparo claro sobre la portería. Realizaron entonces varias sustituciones en las que dieron entrada a jugadores ofensivos, en busca del gol del empate, pero seguían sin poner el riesgo a Bush.

No fue hasta entrado en los últimos cinco minutos reglamentarios cuando los visitantes tuvieron la ocasión más clara hasta el momento, cuando Endoh disparo a portería vacía, pero apareció Oyongo para despejar el balón a saque de esquina. Unos minutos después, con la mayoría del equipo local defendiendo dentro del área, Ricketts remató a gol un centro de Altidore, dando esperanzas a su equipo de conseguir todavía una buena plaza en PlayOff´s.

Pero el pitazo final llegó y ninguno de los dos equipos pudo llevarse este 401 Derby. Lo positivo para los locales es que con este resultado y los dados en otros, consigue la clasificación matemática para la pos temporada.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.