El soccer, como es conocido el fútbol en Estados Unidos, lleva unos años en constante evolución. En el país americano se han dado cuenta de que es un deporte con un gran tirón internacional. Mueve masas. Es por ello que los grandes empresarios buscan cambios revolucionarios para establecer un sistema futbolístico que se ponga al nivel del continente europeo. Todo ello lo quieren hacer sin salir de su dinámica y su estilo propio, uno que ya es usado por la NHL (Liga Nacional de Hockey) y la NBL (liga nacional de béisbol).

El gran paso se dio en 2013, cuando la Major League Soccer y la United Soccer League se dieron la mano para colaborar en esa estrategia de crecimiento. Un proyecto en el que los grandes clubes, los de la MLS, pudieran incorporar filiales en la ULS. Con esto se conseguiría un desarrollo más apaciguado de los futbolistas, ya que, junto con veteranos de menor categoría, se mantendrían preparadas las jóvenes promesas. Es algo así como una segunda división española, donde  se conjugan equipos destacados en primera división como el Rayo Vallecano, el Valladolid y el Cádiz junto con los mejores filiales de los equipos de la máxima categoría (actualmente solo luce el Sevilla Atlético).

El negocio está empezando a dar sus frutos. Esta liga de segunda categoría cada vez atrae más espectadores. El propio presidente, Jake Edwards, certificó que “los diez mejores equipos de la liga están promediando unos 7.000 espectadores por encuentro"; "hemos visto llenos totales esta liga”, añadía. Sin embargo, genera un problema: los clubes de propiedad de la MLS que participan en la USL son segundos equipos. El aficionado se hace una pregunta: ¿para qué voy a asistir al filial si puedo ir al primer equipo? Edwards mantiene que aún así la asistencia a estos partidos también ha crecido.

Por otro lado, cada vez más se permiten invertir en las televisiones. Están acomodando un centro de producción que sirva para invertir en todas las emisiones de la liga filial. Esto favorecerá a los equipos de menor presupuesto, puesto que se ahorrarán los equipos de producción y camiones satélite.  

Además, el presidente corrobora que “la expansión continuará durante un par de temporadas más. Hay un par más de mercados estratégicos que estamos seguros que funcionarán tremendamente bien”. No cabe duda de que el mercado del fútbol norteamericano se encuentra en alza. No se pierdan el fútbol futuro de Estados Unidos, promete ser apasionante.