Una vez finalizada la temporada regular han sido desveladas las cifras definitivas de asistencia a los recintos deportivos en la máxima categoría del soccer estadounidense. Con una media de 21.692 espectadores por partido la Major League Soccer asciende hasta la sexta posición de la clasificación mundial, superando a ligas muy potentes y que superan ampliamente su tradición futbolística como son la Serie A italiana, la Ligue One francesa, la Eredivisie de los Países Bajos o la Primeira Liga portuguesa entre otras. Números de récord para un país que, cada vez más, respira fútbol por sus cuatro costados.

La afluencia a los estadios se ha incrementado un 0.62% con respecto a la temporada pasada, lo que supone una ocupación del 95.5%. Cada vez resulta más complicado encontrar butacas vacías para ver un enfrentamiento de temporada regular en la Major League Soccer. Un total de 7.3 millones de espectadores presenciaron a sus equipos en directo. Las gradas más pobladas de toda la liga son las del CenturyLink Field de Seattle, con una suma de 724.809 aficionados, lo que equivale a 42.636 fans por encuentro. Además el Decision Day también batió récords. La última jornada del campeonato regular fue vista en directo por 283.807 personas, la mayor entrada registrada en conjunto en la MLS.

Lleno absoluto en el CenturyLink Field (Imagen: univision.com)

Cabe destacar que todos estos datos han sido publicados sin tener en cuenta la asistencia durante los PlayOff´s que se están disputando actualmente y en los que se espera una afluencia de público aún mayor.

Es esta una muestra más del meteórico ascenso en el que se ha instalado la Major League Soccer en los últimos tiempos. La profesionalización definitiva del fútbol en los Estados Unidos es a día de hoy una realidad incuestionable. Grandes futbolistas, máxima igualdad competitiva, fantásticas instalaciones, academias formativas de calidad, un modelo económico sostenible a largo plazo y la formidable respuesta por parte de la afición norteamericana son los pilares sobre los que se sustenta la liga y, a través de los cuales, pretende alcanzar el nivel de las competiciones domésticas europeas en los próximos años. La fiebre por la MLS no es `flor de un día´ sino que ha venido para quedarse.