Tras una semana convulsa, marcada por la agenda política, la selección de Estados Unidos se enfrentará a México en Columbus (Ohio), en la madrugada del viernes al sábado, lo que supone un duelo de máxima tensión y rivalidad, todo un clásico del continente americano. Este enfrentamiento se vive con gran pasión en ambos países por lo que se prevé que las gradas del Mapfre Stadium reflejen un aspecto sensacional para dar comienzo al Hexagonal. Será esta una buena ocasión por parte de los USMNT para mantener el trono de la Concacaf, que en los últimos tiempo ha logrado arrebatar a el Tricolor.

¡Este trono es mío!

La selección de las barras y estrellas pretende arrancar de la mejor manera posible su andadura en el Hexagonal, torneo que determinará su clasificación para la Copa del Mundo de Rusia 2018; aunque para lograrlo deberá derrotar al potente combinado azteca. El propio Jürgen Klinsmann declaró ante la prensa que este sería un choque fundamental para iniciar con buen pie la competición.

La convocatoria del seleccionador estadounidense para este encuentro presenta una única novedad, el jovencísimo defensor Cameron Carter-Vickers, de tan solo 18 años, que debuta con la selección absoluta tras defender la camiseta de los U-20 en el mundial de Nueva Zelanda. Es esta una prueba más del fondo de armario que poseen los yankees, y es que, tal como apunta el propio entrenador, los jóvenes llegan con mucha fuerza. “Tener 26 jugadores nos da muchas opciones. El caso de Carter-Vickers, Lynden Gooch y Caleb Stanko demuestra que los jóvenes jugadores vienen empujando desde abajo”, afirmaba.

Las últimas horas han venido marcadas por la polarización política a la que las elecciones han sometido a Estados Unidos. La polémica elección de Donald Trump como nuevo presidente no ha pasado desapercibida en la concentración de los USMNT y varios han sido los jugadores que han manifestado su opinión al respecto. El capitán Michael Bradley hizo un llamamiento a ambas aficiones para que acudieran al estadio a disfrutar de un bonito partido, dejando a un lado la política. “Espero que el resultado electoral no afecte al partido y que nuestros fans nos animen como siempre han hecho. Todo lo político queda a un lado, esto es fútbol”, apuntaba. Otros jugadores se mojaron algo más en sus declaraciones, como es el caso del mítico guardameta Tim Howard, quien aseguró que nunca votaría por Trump.

A recuperar la corona

Por su parte, la selección mexicana confía en sus opciones de acabar de una vez por todas con la pésima racha que arrastran cada vez que visitan Columbus. El técnico Juan Carlos Osorio se mostró seguro de las posibilidades de su equipo para llevarse los tres puntos. “Queremos revertir la historia en EEUU. Tenemos mejores jugadores para ganar el partido pero debemos competir al máximo en su casa, ante su gente”, declaraba. Además aprovechó para destacar la madurez de Giovani Dos Santos desde su regreso a la tri. “Giovani es nuestro jugador más desequilibrante en cuanto a habilidad, puede resolver partidos”, remarcaba.

La gran novedad en la convocatoria fue la vuelta de Carlos Vela, que no estuvo presente en las últimas listas ni participó en la Copa América Centenario.

La polémica con respecto a la actualidad política estadounidense también llegó a la concentración del combinado centroamericano, por lo que el encuentro tendrá un plus de importancia. “Lamentablemente fue la decisión que tomó este país. Será un clásico especial. Vamos a dejarlo todo en el césped para dar una alegría a nuestra gente”, declaró Chicharito Hernández, uno de los pesos pesados del vestuario mexicano.

La maldición del 2-0

Se acabaron los amistosos de preparación y a partir de ahora comienzan los partidos serios. Para arrancar el Torneo Hexagonal, que conduce directamente a Rusia 2018, los pupilos de Klinsmann reciben a una selección mexicana que arde en deseos de acabar con lo que hoy día se conoce como La maldición del 2-0. Todo comenzó en 2001, cuando la federación estadounidense fijó un partido entre ambos combinados en Columbus. Ante el gélido clima la Tri se negó a salir a calentar y finalmente los USMNT se impusieron por dos a cero, con goles de Wolff y Stewart. El dominio de los aztecas en la Concacaf tocaba a su fin.

Un año más tarde se repitió el mismo resultado en los octavos de final del Mundial de Corea 2002. En Las eliminatorias de clasificación para la Copa Mundial de Alemania 2006, México, con una de las selecciones con mayor calidad de los últimos tiempos, solo perdió dos encuentros y uno de ellos fue precisamente frente a Estados Unidos en Columbus. Por si esto fuera poco el marcador volvería a repetirse en la fase de clasificación para Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, con idéntico escenario. En este último enfrentamiento ocurrió algo muy curioso, y es que Clint Dempsey falló desde los 11 metros cuando el colegiado estaba a punto de señalar el final, manteniéndose de esta forma vigente el dos a cero ya clásico en estos enfrentamientos. ¿Lograrán los chicos de Juan Carlos Osorio cambiar la historia?

Posibles onces Estados Unidos - México