Estados Unidos buscaba evaluar nuevos jugadores del plano local ante un rival exigente como Serbia. Los estadounidenses iniciaron mal la ronda final de clasificación para la Copa del Mundo 2018 y anhelaban consolidar un estilo de juego mucho más directo.  

Mucha intensidad y un comienzo muy tibio

El encuentro inició intenso por parte de las Águilas Blancas, se asociaban, buscaban tomar mayor protagonismo y observar nuevos jugadores de cara a próximos encuentros oficiales; Mientras que la selección de las barras y las estrellas anhelaba revertir su crisis defensiva.

A los tres minutos, Jermaine Jones  y Sacha Kljestan  se repartieron por momentos un par de pases y estuvieron cerca de sorprender a la última línea serbia. Estados Unidos tuvo dos tiros libres, mientras que el conjunto europeo no remató a puerta.

Michael Bradley cayó en fuera de juego, desaprovechó una oportunidad clave para recuperar la confianza en la selección estadounidense. Los serbios tampoco pasaron desapercibidos, ambos jugaban con bases netamente locales.

A los ocho minutos, Graham Zusi inspiró a sus compañeros y Estados Unidos acechaba constantemente el área serbia.  Un encuentro parejo, intenso y con pocos espacios. Serbia quiso apostar por el contragolpe, aunque no tuvo como plasmarlo.

Tres minutos después, las águilas blancas tuvieron su primer remate a puerta a través del tiro libre de Aleksandar Palocevic. Serbia en algunos momentos intentó un juego más frontal.

A los 14 minutos, la selección estadounidense exhibió muchos argumentos como para ilusionarse.  Bruce Arena iniciaba su segundo ciclo como seleccionador con objetivos definidos a mediano plazo.

Cuatro minutos después, Jermaine Jones remató un bombazo y estuvo cerca de sorprender el arco serbio. Estados Unidos  mejoró notablemente, aunque el empate transitorio no lo reflejaba.

A los 22 minutos, Serbia fue privado de un clarísimo penalti dentro del área tras una falta  de Gregory Garza. Las Águilas Blancas afrontaban su mejor momento y de algún modo le complicaban el panorama a Estados Unidos.

La selección de las barras y las estrellas era protagonista pero le faltaba mayor profundidad ofensiva. Un primer tiempo muy reñido en ambas áreas,  Darlington Nagbe  remató  a puerta desde larga distancia y estuvo cerca de anotar un golazo.

A los 30 minutos, Estados Unidos siempre propuso aunque tendrá que replantear su estrategia para regalarle una nueva alegría a sus fanáticos. Serbia fue un rival exigente a través los tiros libres.

Las Águilas Blancas fueron una muralla defensiva, Estados Unidos buscaba la forma de ponerse rápidamente en  ventaja. Nagbe se perfiló y tuvo una segunda ocasión, el balón pasó muy cerca. De cara al segundo tiempo alguno de los dos tendrá que mejorar muchísimo en pequeños detalles.

La falta de contundencia selló el empate

En el complemento, Jozy Altidore se perfiló y estuvo cerca de anotar en su centésimo encuentro con la selección de las barras y las estrellas. Estados Unidos entró más decidido, su propuesta  futbolística  era muy atractiva y más directa.

A los 50 minutos, Serbia bajó un poco su intensidad con respecto al primer tiempo. Las águilas blancas  se vieron sorprendidas en cada contragolpe estadounidense.  Un empate transitorio sin goles muy intenso y dudoso.

La selección estadounidense estaba volcada en ataque, era protagonista absoluta. Serbia apostaba una sólida defensa. Bruce Arena encontraba respuestas positivas para poder planificar una recuperación a largo plazo.

A los 57 minutos, Sacha Kljestan  cabeceó y el balón pasó muy cerca. Serbia tuvo mucha fortuna en varias jugadas,  Estados Unidos estaba intratable y era la oportunidad perfecta para iniciar de la mejor manera el 2017.

A falta de 30 minutos para que finalice el encuentro, Serbia tuvo algunas complicaciones defensivas  y apenas generó un par de ocasiones. La tónica del encuentro no cambió, fue muy reñido.

Estados Unidos buscó por todas la vías, los defensores serbios fueron muy rápidos y eficaces en momentos claves.  Las águilas blancas estaban buscando variantes de cara a los nuevos retos que deberá afrontar en el presente año.  En el momento más inesperado Serbia estuvo cerca de concretar un batacazo.

Las Águilas Blancas aprovecharon la desesperación del conjunto local por ponerse en ventaja, Serbia apostaba a capitalizar todos los errores estadounidenses. La selección de las barras y las estrellas dejó muchas certezas y le faltó volumen ofensiva. Ambas selecciones lo intentaron, aunque Estados Unidos tendrá que seguir trabajando pensando en el amistoso ante Jamaica  el sábado 4 de febrero en Chattanooga.