Los ánimos están muy caldeados en Miami, y es que David Beckham continúa sin presentar el proyecto en firme para la construcción de un nuevo estadio que permita la práctica del fútbol a nivel profesional y, en consecuencia, el prometido billete hacia la Mejor League Soccer para la franquicia del sur de Florida.

"¿Cuánto tiempo más vamos a esperar a David Beckham?". Con estas palabras arrancaba su discurso Xavier Suárez,  ex alcalde de la ciudad y político aún en activo por parte del Partido Demócrata, en la reunión del Comité Social de Servicios y Vivienda del condado, celebrada el pasado lunes. "¿Cuánto tiempo más vamos a negociar con respecto al uso de esos terrenos, que además son propiedad del condado, antes de decidir que deberían utilizarse para crear viviendas a precios asequibles para nuestros jóvenes?", sentenció.

Mientras los representantes del ex futbolista del Manchester United, Real Madrid o LA Galaxy entre otros afirman que el acuerdo está en camino, varios políticos locales han mostrado públicamente su desconocimiento absoluto sobre el tema. A las quejas de Xavier Súarez hay que añadir las de Audrey Edmonson, representante del distrito en el que se pretenden construir las instalaciones. "¿Van a construir un estadio aquí? No he oído nada", declaró de manera tajante. "Además tendrían que conseguir que los vecinos de Overtown acepten el proyecto", concluyó.

A pesar de que Beckham ya ha aportado una cantidad cercana a los 19 millones de dólares, parece que el inglés aún no ha encontrado a los inversores necesarios para afrontar su faraónica obra, con un coste estimado que rondaría los 200 millones de dólares.

Por si esto fuera poco, Don Garber confirmó durante el fin de semana que "tan solo una franquicia se incorporará a la máxima categoría del soccer estadounidense en 2018". Los Ángeles FC completarán la expansión programada por la MLS el año próximo, lo que no ha hecho más que complicar la situación en Miami.