El Phialdelphia Union dilapidó una renta de tres goles frente a un rival que en los primeros 45 minutos parecía totalmente rendido y sin apenas ideas. Una buena primera mitad en la que se parecieron al equipo que sorprendió el pasado año, fue tumbada por un Montreal Impact que poco a poco fue comiéndole terreno y aprovechó el maravilloso estado de forma de Jackson-Hamel para lograr puntuar en un partido que parecía imposible.

Perfecta mitad del Union

Buen inicio por parte de los dos equipos, que desde el primer minute buscaron convertirse en el protagonista, aunque poco a poco comenzó a verse un cambio en la dirección del juego. Conforme los primeros minutos pasaban, se comenzó a ver a unos canadienses que fueron poco a poco retrasando sus líneas de presión, lo que facilitaban las llegadas el área de su rival.

Esto provocó que cuando apenas se llevasen cinco minutos, el Union aprovechó el enésimo acercamiento que tuvo sobre el área para lograr adelantarse en el marcador. Sapong aprovechó un error de la defensa rival en el repliegue, y cedió un balón a Alberg a la espalda de la defensa, que tras deshacerse del portero con un recorte, puso el primer gol en el marcador.

Tras este tanto, el Impact pareció no inmutarse, y siguió concediendo el control de la pelota, buscando un contraataque que nunca llegaba. Sin embargo su rival, continuaba llevando la iniciativa en el partido con mucha tranquilidad, lo que le permitió a los pocos minutos, gozar de otra clara ocasión, que no desperdiciaron. En una segunda acción tras un saque de esquina, Pontius realizó una dejada al punto de penalti en donde Sapong sólo tuvo que empujar el balón a gol.

Alberg celebra el egundo de sus goles (Imagen: usatoday.com)

Fue entonces cuando los canadienses empezaron a ser conscientes de que necesitaban dar algo más de ellos si querían puntuar en la visita a Chester. Pasó a tener el control de la pelota, pero sus acciones seguían siendo completamente ineficaces.

Fue en ese momento cuando llegó algo que parecía insalvable para los visitantes, un penalti y la posibilidad de conceder un tercer gol. Duvall derribó a un contrario dentro del área, y Alberg fue el encargado de ejecutar la pena máxima y poner el tercer gol en el luminoso.

Pero poco le duró esa ventaja a los locales, ya que en los minutos previos al descanso, apareció la figura de los canadienses. EL argentino Piatti calcó una de las acciones que más le gusta hacer y más efectivas son. Controló un balón en banda izquierda, y con una diagonal hasta el interior, sorprendió con un disparo que recortaba distancias. Con este resultado de dos goles de ventaja para los locales, se llegó a un descanso que serviría para arreglar algunos de los fallos.

Jackson-Hamel se aficiona a remontar

Con el comienzo de los segundos 45 minutos, se vio claramente a un equipo visitante con una clara vocación ofensiva que mantuvo a su rival encerrado en campo propio los primeros diez minutos. A pesar de este dominio, no estaban consiguiendo llegar con peligro a la portería de Blake.

Fue cerca del la hora de partido cuando el Philadelphia Union pasó a tener de nuevo mayor protagonismo en el partido, logrando discutirle la posesión del balón al rival, aunque sin apenas generar acciones de peligro. Sus disparos más peligrosos fueron desde dos o tres metros fuera del área y estos se marcharon lejos de la portería defendida por los canadienses.

Con 20 minutos por disputarse todavía, el equipo visitante tuvo la recompensa a la insistencia que había demostrado hasta el momento. Oyongo centró un balón desde la banda izquierda, y de entre los centrales apareció de nuevo el salvador del equipo, Jackson-Hamel, para conectar un cabezazo  y dejar el resultado aún más apretado.

Oduro disputa un balón con Medunjanin (Imagen: usatoday.com

A partir de este momento, el equipo local se vio obligado de nuevo a coger las riendas del partido, sino quería que una victoria casi segura se les fuera de las manos. Esto hizo que el encuentro enloqueciese por momento, y las acciones de peligro en una y otra área comenzasen a ser constantes. En esta alternancia de ‘golpes’, el Union fue el equipo que mejor situaciones de peligro tuvo, siendo Picault el que en dos ocasiones tuvo dos manos a manos con el portero que no definió con éxito.

En los minutos finales, apareció de nuevo la figura de un jugador que se está convirtiendo en la tabla de salvación de los canadienses. El canadienses Anthony Jackson Hamel, volvía a aparecer libre de marca en el interior del área, y aprovechándose de un rechace del portero, anotó el empate para su equipo.

Este marcador resultó ser definitivo, y el Union desaprovechó una ventaja de tres goles ante unos canadienses que a base de insistencia consiguió igualarlo.