Importante victoria del conjunto visitante en un partido en el que demostró la pegada de sus jugadores a pesar de no ser superior a su rival. La primera mitad comenzó con un gol tempranero tras el error de Rimando, y a partir de ahí los locales trataron de llegar a la portería de su rival, pero no con mucho éxito. En la segunda parte, otro fallo de Rimando provocó el segundo gol de los visitantes. A pesar de que un gol de Rúsnak recortó distancias, finalmente cayeron derrotados.

Un gol y nada más

Buen inicio del conjunto local que comenzó muy intenso y buscando ser ellos los que llevasen la manija del partido durante los minutos iniciales. Esto les permitió tener un par de acercamientos sobre la portería de los visitantes, pero que apenas llevaron peligro. Sin embargo, en la primera ocasión en la que Atlanta United pudo llegar a portería, tuvo la suerte de encontrar el gol.

Este llegó tras una transición muy rápida en la que se creó un tres para dos, en donde el primer disparo de Villalba fue rechazado por el guardameta local, pero el segundo ya fue imposible detenerlo, lo que provocó que pudiesen adelantarse en el marcador.

Celebración de uno de los goles de Atlanta United (Imagen: usatoday.com)

Esta situación hizo que el partido comenzase de nuevo para ambos, viéndose a dos equipos que se disputaban la posesión del balón y buscaban realizar un juego elaborado para crear ventaja con el rival. En este sentido ninguno de los equipos consiguió imponerse al contrario, lo que provocó que durante muchos minutos se viese un exceso de juego en el centro del campo.

Con el marcador en contra y el descanso acercándose, el Real Salt Lake dio un paso adelante y aumentó la intensidad de su juego, que le llevó a tener un par de situaciones peligrosas a balón parado, pero no estuvieron acertados en el remato. Su rival sin embargo, se dedicó a aguantar el resultado, sin apenas mucha dificultad. La desconexión que tenían los jugadores de ataque con los centrocampistas de los locales, facilitaba las labores defensivas.

Insistencia sin premio

Con el inicio de la segunda mitad, un duro varapalo volvió a golpear al equipo local. Rimando volvía a errar en la salida de balón, haciendo que el rival lo recuperase. Almirón se deshizo de la salida del portero que intentó enmendar su error y cedió el balón a Asad para que este anotase a portería vacía.

Pocos minutos después del gol un par de acciones dejaron noqueados a dos futbolistas de los locales. El primero fue el guardameta Nick Rimando, que minutos después tuvo que ser sustituido al volverse a hacer daño en la pierna lesionada. Posteriormente fue el lateral Wingert que sufrió un encontronazo con la cabeza que le obligó a abandonar el terreno de juego.

A partir de entonces, el equipo local se volcó al ataque, lo que dio la oportunidad al Atlanta de poder crear contraataques con los que a punto estuvo en varias ocasiones de aumentar la distancia en el marcador.

Rúsnak fue el mejor jugador de los locales (Imagen: usatoday.com)

Sin embargo, los que fueron acercándose en cada ocasión con más peligro, fue el Real Salt Lake. Parecían estar en un partido de fútbol americano, ya que cada llegada se acercaba unos metros a la portería, hasta que finalmente lograron anotar. Fue Rúsnak el que desde el borde del área controló un balón y realizó un disparo cruzado al que nada pudo hacer Kann para detenerlo.

Para cortar esta sangría de juego local, el ‘Tata’ Martino realizó algunos ajustes en el equipo, dando entrada a futbolistas para el centro del campo. De esta manera buscaría hacerse de nuevo con el control de la pelota y de esta manera, provocar que su rival no le generase acciones de peligro. A pesar de ello, la idea del entrenador no funcionaba, y los locales estaban una y otra vez percutiendo la portería su rival.

Pero no fue hasta el último minuto del tiempo de descuento cuando uno de los equipos logró disipar las dudas con el marcador final. Fue el conjunto visitante de la mano del recién incorporado Brandon Vazquez el que se aprovechó de la pasividad de la defensa local para controlar un balón a la espalda de estos y batir al guardameta para poner el definitivo tercer gol en el marcador.